La leyenda del elefante

La leyenda del elefante

Uno, dos, tres... Podríamos seguir contando los socialistas subidos a la ola del "susanismo". Unos por convicción y otros por resignación, lo cierto es que la "Operación Díaz II parte" ha entrado en fase ascendente, aunque unos la practiquen con más disimulo que otros. La de Triana calla, pero hace, deja hacer y se deja querer por lo que el presidente de Aragón llamó los "dioses del socialismo".

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Javier Lambán: "Es una trianera tocada por los dioses del socialismo y la política. Va a ser requerida para parar, templar y mandar".

José Luis Rodríguez Zapatero: "La fuerza del PSOE y la fuerza para ganar la representan el PSOE de Andalucía y Susana Díaz. Tiene todo mi apoyo".

José Bono: "Es como un elefante, que resulta difícil definirlo pero en cuanto lo vemos sabemos que es un elefante. Tiene liderazgo, potencia y fuerza...".

Uno, dos, tres... Podríamos seguir contando los socialistas subidos a la ola del "susanismo". Unos por convicción y otros por resignación, lo cierto es que la "Operación Díaz II parte" -la primera, en 2014, resultó un estrepitoso fracaso- ha entrado en fase ascendente, aunque unos la practiquen con más disimulo que otros. La de Triana calla, pero hace, deja hacer y se deja querer por lo que el presidente de Aragón llamó los "dioses del socialismo".

Los críticos mantienen viva la llama del "no es no" y del "golpe de estado"

El último en salir a la palestra para jalear las posibilidades de Susana Díaz ha sido el exministro de Defensa. Es como un elefante, dijo ante las cámaras de La Sexta Noche. Lo diría, seguro, por el poder y la fuerza que transmiten los paquidermos, y no por los estragos que pueden llegar a causar cuando se sienten en peligro. La leyenda cuenta que dan suerte. La realidad es que nada ni nadie se interpone en el camino de un elefante hambriento. No en vano ocupa un lugar destacado en el ranking de animales peligrosos.

Fauna aparte, nadie sabe si es bueno o malo que los tótem salgan al rescate de Susana Díaz en este tiempo de espera hasta el congreso. Es difícil calibrar el arrastre o el rechazo que esto pueda tener entre unas bases que unos creen "podemizadas" y otros, programadas para seguir el camino que marquen los "generales". El caso es que las posiciones de todos están ya claras, pese a que no hay congreso convocado ni candidaturas anunciadas.

Hasta el Comité Federal del 14 de enero no hay más que un tiempo muerto que, como en el baloncesto, se aprovecha para dar instrucciones a los jugadores -normalmente cuando las cosas pintan mal- o para preparar jugadas específicas en momentos decisivos del encuentro. El PSOE está ante uno de los más esenciales de su historia reciente, y las huestes del "susanismo" no lo tienen fácil, pese a su fortaleza orgánica y las cualidades políticas que se le presuponen.

"Cada día que vive Sánchez, muere un poco más Díaz"

Mientras el drama del desgarrador Comité Federal del 1 de octubre permanezca en la conciencia colectiva del PSOE y Pedro Sánchez mantenga viva la posibilidad de presentarse al próximo congreso, la sombra de Susana Díaz seguirá teñida de negro. Lo que allí ocurrió fue mucho más que una batalla orgánica, tuvo que ver con dos visiones políticas muy distintas, con dos modelos de partido, pero para la militancia y para buena parte del electorado ha quedado instalado que fue el colofón a dos años de luchas intestinas y enfrentamientos a cara de perro entre la andaluza y el ya exsecretario general a cuenta del liderazgo.

Por eso los críticos mantienen viva la llama del "no es no" y del "golpe de estado". Ambos reclamos contaminan la imagen de Susana Díaz y polarizan la batalla del próximo congreso. Por más que la posible candidatura de la de Triana, en principio, pueda ser disuasoria para cualquier otro aspirante, el eslogan "Ni Su, ni Sa", instalado entre aquellos que trabajan por encontrar una tercera vía que supere la división interna y la guerra de personalísimos, se ha extendido como la pólvora. Y el "susanismo" es consciente de que hace un daño infinito a la imagen de quien pretende erigirse en costurera de los jirones rotos. "Cada día que vive Sánchez, muere un poco más Díaz", sostiene alguien que ha sido testigo de todos los procesos orgánicos de los últimos 30 años.

La pulsión en favor de alguien capaz de pacificar el partido y superar las batallas nominalistas y que pueda ser Patxi López se ha convertido en una preocupación entre los partidarios de Susana Díaz. Por eso y para poner en valor lo que el PSOE ha dado y ha sido han decidido echar mano de algunos referentes del pasado reciente que, aún sin poder orgánico alguno, representan la historia de los últimos gobiernos progresistas.

Hasta el Comité Federal del 14 de enero no hay más que un tiempo muerto

Con la excusa del décimo aniversario de la Ley de Dependencia, Zapatero ha tenido en una semana más homenajes que apariciones públicas en el último año. Bono no ha necesitado siquiera pretexto y Rubalcaba, que la semana pasada visitó Antena 3, tampoco. Claro que el expresidente, a diferencia de los anteriores, no fue a glosar las virtudes de ningún virtual candidato, sino a enterrar el relato de un Sánchez, que dejó de llamarle el día que le transmitió un rotundo "no" a lo que bautizó como un gobierno Frankenstein con apoyo de los independentistas.

Rubalcaba es el político que más y mejores cortes ha dado a los telediarios. Si de algo sabe es de construcción de relatos. Y el que toca ahora es el de por qué la abstención a Rajoy fue una buena decisión política. Uno de ellos es que, de no haberlo hecho, ayer España hubiera pasado por tercera vez en un año por las urnas y que Rajoy, en lugar de 137, tendría hoy más de 150 escaños. Para elefantes y leyendas ya están otros.