El PSOE busca un nuevo relato

El PSOE busca un nuevo relato

La socialdemocracia española necesita construir un relato propio para la España del 2020. Qué les ha pasado, quiénes son y qué país quieren. En ello andan en el PSOE: en busca de la identidad perdida. De momento está hecho el diagnóstico. Un documento de poco más de 8 folios que, bajo el título "El proyecto socialdemócrata: una sociedad justa en una democracia fuerte", ya ha llegado hasta la calle Ferraz.

Jennifer Tapias

La amenaza no es el PP ni tampoco Podemos, sino la incapacidad propia para dar respuestas a sus electores tradicionales y a otros muchos que no acaban de verse representados por ninguna de las actuales formaciones políticas. Si a ello suman el tiempo que los socialistas llevan discutiendo sobre sí mismos, la pérdida de porosidad para el talento y las ideas, la endogamia, la fabricación de liderazgos líquidos -cuando no gaseosos- y un modelo de partido donde la meritocracia brilla por su ausencia, ahí tienen los problemas de los que adolece hoy el PSOE.

Hablamos de política y de la necesidad de que la socialdemocracia española construya un relato propio para la España del 2020. Qué les ha pasado, quiénes son y qué país quieren. En ello andan. En busca de la identidad perdida. De momento está hecho el diagnóstico. Un documento de poco más de 8 folios que, bajo el título "El proyecto socialdemócrata: una sociedad justa en una democracia fuerte", ya ha llegado hasta la calle Ferraz, pero no se elevará al Comité Federal del próximo sábado para evitar que sea motivo de debate o confrontación. Que con el calendario orgánico, seguro, que ya hay discusión. Pues menudos son los del "no es no", que ahora están en el "ya es ya" para que se celebren las primarias cuanto antes.

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Documento del PSOE by El Huffington Post on Scribd

En un partido tremendamente fracturado donde las emociones se imponen a la razón y hace un lustro que no hay rastro de un relato de país, es más fácil el tacticismo y el eslogan que el análisis o la reconstrucción de un proyecto político. A ello se han dedicado en las últimas semanas una decena de socialistas del Nuevo y el Viejo Testamento, a la redacción de un manifiesto que siente las bases de las tres convenciones previas (política, economía y modelo de partido) al Congreso Federal que el PSOE celebrará a mitad del próximo junio.

El documento, al que ha tenido acceso El Huffington Post, ha sido elaborado por el llamado "comité de sabios" que hace mes y medio designó la gestora que preside Javier Fernández para poner a punto el proyecto socialista. Coordinados por el andaluz Mario Jiménez, han participado en la valoración Ramón Jáuregui, Rosa Conde, Matilde Fernández, Ignacio Urquizu, José Andrés Torres Mora, Rafael Simancas, Luz Rodríguez y Eduardo Madina, entre otros. Veteranos y jóvenes que suman entre todos una dilatada experiencia académica, política y orgánica, según los casos, y que tampoco tenían claro el destino de su trabajo cuando les fue encomendado. Que si sería una ponencia marco para una conferencia política; que si un diagnóstico breve sobre los problemas del PSOE; que si un manifiesto político para elevar al máximo órgano entre congresos; que si un entretenimiento -decían los "sanchistas"- para llenar de contenido un tiempo de espera hasta el congreso demasiado largo.

El documento admite la corresponsabilidad del PSOE en la crisis económica, política, social e institucional de los últimos cinco años

La montaña, al final, parió un ratón de menos de diez folios, pero al menos alguien ha dedicado tiempo a hablar de algo que no fueran los personalismos, los equilibrios territoriales o la formulación de un acuerdo orgánico en torno a tal o cual candidato. El resultado ha sido algo más que una enmienda parcial al recorrido de la socialdemocracia española de los últimos años.

'¿Qué nos ha pasado?', se preguntan los "elegidos" por la gestora. Aunque la respuesta da para una tesis, la que se lee en la diagnosis llena tres folios, pero no escatima la autocrítica porque admite la corresponsabilidad del PSOE en las múltiples crisis (económica, política, social e institucional) que han azotado España en los últimos cinco años, al tiempo que emplaza al partido a una reflexión profunda sobre su modelo organizativo, la necesidad de un proyecto político que ofrezca un "nuevo contrato social" para una sociedad más justa y la apuesta por una agenda reformista que se aborde con riesgo y valentía.

El documento, que no incluye propuestas ni soluciones, admite por lo demás un discurso político "cada vez más ambicioso en sus promesas y más modesto en sus logros". Dicho de otro modo: una "incongruencia" que ha provocado "un distanciamiento hacia las instituciones políticas de la democracia y una apuesta por soluciones de carácter populista". Por lo demás, el texto relaciona el adelgazamiento del Estado y la política con el populismo -de derechas y de izquierdas- y un debilitamiento de las instituciones de la democracia representativa que ha tenido como respuesta una "democracia directa, plebiscitaria y caudillista". Frente a ello el PSOE se propone reconquistar el espacio de centralidad y responder, aunque no dice cómo, a la preocupaciones ciudadanas.

Antes, los socialistas consideran imprescindible el fortalecimiento de su propia organización, un partido que admite sin ambages su tendencia a la endogamia. De ahí que el principal objetivo, sea abrir el partido a la sociedad, tanto en sus personas como en sus ideas.

"No resultaría creíble -señala el "comité de sabios"- para nuestro proyecto político que aquello que queremos para la sociedad, no lo queramos para nuestra organización. Si aspiramos a una sociedad donde el mérito y la capacidad sean ingredientes importantes, nuestra organización también debe regirse por estos principios. Si ante los cambios o nuestras propias debilidades mostramos una actitud defensiva, nos estaremos equivocando".

Los socialistas, que presumen de ser el partido más democrático, se proponen liderar nuevos cambios de democratización dentro de su organización, sin renunciar a lo que consideran fortalezas propias como una organización implantada en el territorio, con cuadros de gran experiencias local y autonómica y unas instituciones intermedias que representan a la militancia. Dicho de otro modo, que la llamada democracia directa ha de ser compatible "con todo aquello que nos ha permitido tener 137 años de historia. No podemos renunciar a nuestro pasado ni a aquello que nos ha hecho fuertes".

Los redactores no han querido soslayar en este capítulo el debate interno de los últimos meses, en el que ha estado presente el modelo de partido y la democracia interna. Y han llegado a la conclusión de que dentro del PSOE conviven en estos momentos tres ideas de democracia interna muy distintas que deben ser capaces de relacionarse simultáneamente: la presidencialista que eligió en 2014 de forma directa al secretario general y que refuerza el liderazgo del máximo dirigente; la que rige en las estructuras intermedias y son propias de sistemas parlamentarios, donde los comités federales, regionales y provinciales representan la voluntad de la militancia en los periodos entre congresos y la de las agrupaciones locales, más propias de modelos asamblearios, donde la militancia toma de forma directa muchas de las decisiones.

El reto que se propone el PSOE es que las tres convivan sin que se produzcan choques de legitimidad. Un debate que no será fácil de solventar a tenor de la experiencia de los últimos meses.

Lo dicho: el diagnóstico está. Ahora falta la reconstrucción del relato, el proyecto.... y el liderazgo.