La agenda de Falsarius: cagarrutas de camello

La agenda de Falsarius: cagarrutas de camello

Hoy me levanto con el día antropológico y descubro una nueva raza en Twitter: esos community managers que tuitean siempre animosos y felices como si estuvieran teniendo un permanente orgasmo.

LUNES: Llego a casa después de un tour de compras post-veraniegas tan intenso como imprescindible. Con la molicie veraniega en mi despensa ya sólo quedaban tristes telarañas, difícilmente comestibles. Venía cargado con cosas de Carrefour, de Mercadona, del Día y de repente lo he visto claro: soy un jodido fashion victim.

MARTES: Mucho mp3, mucho iTunes, y mucha tecnología y aquí estoy yo echando de menos los casetes que compraba en los viajes al sur, en aquellas gasolineras de La Mancha. Cintas de Camarón, Los Chunguitos, John Mayall o Jimi Hendrix, adquiridas en promiscua y compulsiva mezcolanza musical. Cualquier cosa, que los viajes en un Dyane 6 y por aquellas carreteras eran interminables. Y ya puestos, también echo de menos aquellos bocadillos de queso manchego o de jamón serrano hechos con pan de verdad, que se tomaban a mitad de camino. Yo creo que más que viejo, me estoy haciendo antiguo. Cualquier día desempolvo el walkman.

MIÉRCOLES: Hoy me levanto con el día antropológico y descubro una nueva raza en Twitter: esos community managers que tuitean siempre animosos y felices como si estuvieran teniendo un permanente orgasmo.

JUEVES: Una buena noticia para la ecología: la señora que se te cuela en el supermercado, dándote un culetazo y poniendo después cara de inocencia y despiste, no está extinta. Hoy he visto una viva. Y culeando.

VIERNES: Me veo el primer capítulo de una nueva serie que se llama Revolution. Una historia de ciencia ficción post-apocalíptica, que parece que va a tener más trampas que una de aquellas antiguas películas de chinos. Vamos, que mola. Y yo lo siento pero habiendo series, cada día echo menos en falta ir al cine. Igual influye el hecho de que en casa, en vez de unas palomitas y un refresco, me he tomado estos mejillones y una cerveza fresquita.

SÁBADO: He descubierto recientemente, en una tienda cercana a mi cubil, unos dátiles espectaculares (por si a alguien le interesa, son de Israel, de la variedad Medjoul). No he sido yo nunca muy de dátiles. Los comía si me los ponían delante, sin mucha convicción. Incluso los he utilizado en alguna receta, pero más como toque exótico que porque me apasionaran. Ahora comprendo lo que pasaba. Lo que yo comía antes no eran dátiles, eran cagarrutas de camello.

DOMINGO: Efectivamente (que me lo está preguntando bastante gente) ya no colaboro en el renovado A vivir de la SER. Si lo piensas bien, lo raro no es que ya no esté en la radio. Lo raro es que me aguantaran allí casi 5 años.

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