El banquero González no cree en utopías

El banquero González no cree en utopías

Gracias, entre otras cosas, al alto rendimiento que esa ilegal legislación española de desahucios hipotecarios ha comportado para los bancos a costa de dejar en la calle a familias enteras, el presidente de BBVA, Francisco González, cobró un efectivo total de 2,8 millones de euros en el primer semestre de 2015, lo que significa un sueldo de 15.470 euros al día.

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Foto: EFE

El presidente de BBVA estuvo en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) y allí dijo lo que cabe esperar de un banquero cuya entidad duplicó sus beneficios en el primer semestre del año pasado. España necesita de "un gobierno que sea estable, que no piense en utopías, que luego crean mucha frustración". Para González, lo importante es que España sea "realista" y que continúe con la receta política y económica de los últimos años, "dado que, al menos desde el punto de vista económico, ha sido positivo", dijo.

Allí, en Davos, los presidentes del Santander, BBVA e Iberdrola se reunieron con los máximos ejecutivos de los principales fondos y bancos de inversión extranjeros : Goldman Sachs, Blackrock y Bridgewater. También estuvo nuestro ministro de Economía, obviamente. Todos se mostraron muy preocupados por que Podemos, con dos años de vida, tuviera expectativas de gobierno. Leo que los altos ejecutivos de los fondos norteamericanos llegaron a reprender a los directivos españoles porque "no se puede dejar solo en manos de los ciudadanos la elección de los dirigentes en unas elecciones". Con esa frase, obvio es aclarar qué concepto de la democracia tienen esos señores.

Es el mismo que tiene nuestra fracasada Margaret Thatcher castiza, la señora Aguirre, que en el verano de 2014 -según creo recordar- tuvo el presentimiento de lo que iba a ocurrir y ocurrió en las pasadas elecciones generales. Dijo entonces que era urgente modificar la ley electoral -ya de por sí favorable al sostenimiento del bipartidismo- para evitar que una coalición de perdedores -la misma expresión que ahora se maneja en el ejecutiva del Partido Popular- se hiciera con el poder.

En 2011, como recuerda César Rendueles al final de su último libro (Capitalismo canalla, Ed. Seix Barral), la policía tuvo que proteger el Congreso de los Diputados de hijos y madres y abuelas y nietos y hermanos y novios que aspiraban a un trabajo más o menos estable y a formar una familia, pues intentar llevar una vida convencional se había convertido en un experimento contracultural. Eso y "cuidar a las personas a las que amamos -escribe Rendueles-, adquirir un oficio, ser respetados por nuestros iguales, aprender y crecer como ciudadanos libres, poder vivir en el barrio donde nos criamos, estudiar aquello para lo que tenemos vocación, confiar en las instituciones públicas y tener la oportunidad de participar en ellas...Nos dimos cuenta de que todo ello nos obliga a transformar de arriba abajo el mundo que conocemos. El mero sentido común nos enfrenta a los dementes trajeados que desde los parlamentos y consejos de administración tratan de arrasar nuestras vidas".

En ese mismo libro recuerda el autor los versos de Gloria Fuertes que sirvieron a Nacho Vegas para componer una canción dedicada a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), cuya utópica lucha ha servido para que el Alto Tribunal Europeo dictaminara que la legislación española de desahucios hipotecarios es ilegal por no garantizar una protección eficaz de los consumidores frente a posibles cláusulas contractuales abusivas en las hipotecas: Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso, / gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo/ debajo de las latas con lo puesto y aullando/ y madres que a sus hijos no peinan a diario,/ y padres que madrugan y no van al teatro./ Adornar al humilde poniéndole en el hombro/ nuestro verso; / cantar al que no canta y ayudarle es lo sano. / Asediar usureros y con rara paciencia convencerles / sin asco.

Gracias, entre otras cosas, al alto rendimiento que esa ilegal legislación española de desahucios hipotecarios ha comportado para los bancos a costa de dejar en la calle a familias enteras, el presidente de BBVA, Francisco González, cobró un efectivo total de 2,8 millones de euros en el primer semestre de 2015, lo que significa un sueldo de 15.470 euros al día, según información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por la entidad y recogida por Europa Press. Está claro que la receta política y económica de los últimos tiempos le conviene.

Debería tener usted más respeto por la utopía, banquero González: La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Lo decía Eduardo Galeano. Y hay gente en este país que quiere caminar porque está muy harta y muy indignada de estar parada mientras gente como usted asegura que esa situación, "desde un punto de vista económico", es positiva y que pensar en utopías "genera mucha frustración".