La deuda global amenaza el crecimiento económico

La deuda global amenaza el crecimiento económico

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El FMI advierte de los elevados niveles de deuda de los países y la imperativa necesidad de reajustes que rebajen los riesgos de estos ante nuevas recesiones. De no rebajarse la deuda, le economía mundial podría sufrir gran vulnerabilidad ante nuevos shocks económicos como la recesión que se vaticina para 2020.

El escenario económico vuelve a presentar bastante complejidad e incertidumbre para el futuro. Las nuevas previsiones, con el reajuste realizado por el Fondo Monetario Internacional para el crecimiento de la economía mundial suponen serio aviso sobre la falta de robustez para afrontar una nueva recesión económica que ya vaticinan los analistas para 2020.

Las nuevas previsiones del organismo presidido por la exministra de Economía francesa, Christine Lagarde, arrojan unas cifras bastante negativas y distantes del 3'9% que mostraba el registro anterior. La incertidumbre en torno a la economía y el elevado nivel de deuda de los países, especialmente la de la zona euro, China y Estados Unidos advierten de una elevada vulnerabilidad de las economías para afrontar una nueva recesión.

Seguir jugando a aumentar el gasto es una falta de responsabilidad por parte de los gobiernos, más aún cuando poseemos un agujero de deuda global enorme

Y es que la deuda global ya supera el 300% del producto interior bruto mundial, lo que significa que el nivel de deuda triplica la producción del conjunto de países que conforman el planeta y que, esto es lo peor, no pretende ni parece que vayan a reducirse estos elevados niveles de endeudamiento. Observando los países de la Zona Euro, Bruselas está teniendo grandes conflictos y confrontaciones con determinados gobiernos nacionales, como es el caso de Italia, para realizar ajustes de deuda en las economías y, con ello, reducir los déficits.

En el caso de Estados Unidos es similar. Para el presidente Donald Trump, el déficit más importante y el prioritario sigue siendo el déficit comercial, por lo que sigue en tensiones con China con el único fin de ganarle terreno en el comercio global. Por último, en el caso de China, la aplicación de políticas expansivas por parte del Gobierno están incrementando su deuda constantemente y, pese a que el país asiático haya empezado a tomar conciencia de la necesidad de un reajuste, esta no cesa de crecer.

Como indicaba el Fondo Monetario Internacional, estos elevados niveles de deuda podrían poner contra las cuerdas a la economía mundial. Una economía mundial que ha pasado de unos pronósticos de crecimiento del 3,9% al 3,7%, eso sí, advirtiendo de posibles nuevas rebajas en los pronósticos en función de la evolución del escenario económico y político que se presente, pues según el organismo, se avecinan tormentas en la economía.

Los gobiernos están realizando una malísima actuación al no programar nuevos reajustes de deuda más ambiciosos en sus políticas

Como cabeza del Foro de Responsabilidad Presupuestaria, creo que los gobiernos están realizando una malísima actuación al no programar nuevos reajustes de deuda más ambiciosos en sus políticas, pues en lugar de aplicar restricciones al crecimiento económico, debería tratarse la posibilidad de prolongar el que estamos viviendo actualmente, retardando así una nueva recesión y, por otro lado, eliminando riesgos y vulnerabilidad para que los países con reajustes de deuda reduzcan los déficits nacionales.

Seguir jugando a aumentar el gasto es una falta de responsabilidad por parte de los gobiernos, más aún cuando poseemos un agujero de deuda global enorme y donde el escenario económico y político muestra gran debilidad e incertidumbre. Estamos hablando de una deuda que podría suponer grandes problemas de refinanciación para los países, así como un problema a la hora de la aplicación de estímulos monetarios ante una nueva recesión económica. No olvidemos que Europa sigue sin retirar los estímulos y los analistas están vaticinando una nueva recesión para dentro de dos años.

Ante esto, los países deberían reconsiderar su postura respecto a los presupuestos de respectivos países y tomar conciencia de ello, pues estamos hablando de uno de los grandes riesgos que amenazan la economía mundial, mientras los gobiernos siguen haciendo caso omiso a los analistas y organismos, aumentando su deuda y elaborando planes que plantean el engrosamiento de esta. De ser así, estaríamos obviando una gran vulnerabilidad que podría poner a la economía global en apuros ante nuevas recesiones.

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