Para comer no, pero para gasolina sí

Para comer no, pero para gasolina sí

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.Handout . / Reuters

El todo poderoso y vanagloriado líder de Venezuela, Nicolás Maduro, sigue con la aplicación de políticas inservibles e improductivas en el país. En mi opinión, las políticas que aplica el señor Maduro tienen el único fin de hacer ver a la sociedad que el presidente "hace algo" para ganarse el sueldo, pero la gente sigue pasando hambre.

La nueva aplicación de Maduro consiste en la utilización del "carnet de la patria" para que los venezolanos puedan comprar gasolina a precios subvencionados, mientras aquellos que no posean este documento tendrán que pagar la gasolina a precios internacionales.

La medida aplicada por Maduro tiene la intención de regular la compra de gasolina en el país, prohibiendo la compra de combustible a aquellos ciudadanos que su intención es la de comerciar con este en el contrabando con Colombia. Lo que para el polémico presidente era una práctica intolerable.

Muchos son los venezolanos que ya han mostrado su desacuerdo públicamente ante la nueva medida de control

Es de conocimiento general la relación del presidente de Venezuela con el gobierno colombiano. No es la primera vez que vemos al señor Maduro expresando sus muestras de odio hacia la Presidencia colombiana a través de los medios de comunicación. La última hace unas semanas, donde el presidente Maduro acusaba al Gobierno colombiano de atacar contra su vida mediante un dron programado para estallar durante uno de sus discursos públicos.

Volviendo al tema del artículo, el presidente Nicolás Maduro ha declarado públicamente que el contrabando de combustibles con Colombia, subvencionado por Venezuela, debe acabar, por lo que con el censo de transporte, junto con el apoyo de las gasolineras, la venta de combustibles se reducirá únicamente a aquellos ciudadanos que posean el carnet de patriota.

Muchos son los venezolanos que ya han mostrado su desacuerdo públicamente ante la nueva medida de control, pues muchos afirman que este proceso sembrará el caos en las gasolineras, creando grandes colas en aquellas que posean el lector de carnets. Además, debido al coste que tiene el lector QR, se prevé que muchas gasolineras no adquieran el famoso lector, obligando a los ciudadanos a pagar el combustible a precios internacionales.

Los ciudadanos venezolanos siguen sin poder adquirir productos tan cotidianos como lo son el arroz o el pan

Otra polémica normativa del señor Nicolás Maduro, el cual se preocupa por el contrabando de combustible, pero pasa por alto una hiperinflación del 1.000,00%, donde los precios no cesan de crecer y duplicarse cada 18 días. Los ciudadanos venezolanos siguen sin poder adquirir productos tan cotidianos como lo son el arroz o el pan, pero las medidas, en lugar de ir enfocadas a la reducción de la inflación o el aumento de la renta disponible de la ciudadanía, van aplicadas a la reducción del contrabando de combustible.

Obviamente, esta nueva política regulatoria va a suscitar actuaciones ilegales por parte de la ciudadanía, pues como han criticado miembros del Gobierno, como el vicepresidente de la Asamblea Nacional, en Venezuela esta política incitará la creación de un mercado negro, donde los ciudadanos venezolanos serán las mulas de compra de combustible para el contrabando. No olvidemos que estamos juntando la necesidad de un pueblo hambriento, con la prohibición de un mercado que generaba gran capital como era el contrabando de combustible entre ambos países. Como se diría coloquialmente, "se junta el hambre con las ganas de comer".

Nuevamente vemos una actuación de un presidente impulsivo y que vuelve a utilizar la regulación nacional para suscitar el odio hacia el país vecino, Colombia. Una práctica totalmente innecesaria, propia de gobiernos y líderes populistas. Esta vez, otorgando un carnet a los ciudadanos simpatizantes con el Gobierno de Maduro, siempre con la doble intencionalidad de la compra de votos como la cara oculta de la moneda.

La situación de los venezolanos no parece que vaya a levantar cabeza

En definitiva, el señor Maduro vuelve a dejar claro su único propósito, seguir captando seguidores a través de los beneficios sociales, y si de paso se pueden aplicar prohibiciones que beneficien la situación de Venezuela frente a Colombia, más que mejor. De nuevo, el tipo de acciones que un líder populista aplicaría.

Por desgracia, los ciudadanos venezolanos siguen pasando de hambre y afanándose por comida en las calles, pero a partir de ahora podrán consolarse con la compra de gasolina para hacer funcionar sus automóviles; de aquellos que tengan capacidad para tener uno, claro.

Para terminar y poner un poco al lector en situación, me gustaría hacer nuevamente hincapié en la hiperinflación que sufre la ciudadanía venezolana , la cual se encuentra en torno al 1.000,00%. Por otro lado, el salario básico se encuentra en los 248.000 bolívares (unos 74 dólares). Contando que un paquete de pañales supone el 20% del salario básico y unas previsiones de inflación del FMI del 2.300,00%, la situación de los venezolanos no parece que vaya a levantar cabeza, menos aún en un país donde el presidente mira más por suscitar el odio hacia el país vecino, que por mejorar la calidad de vida de su ciudadanía.

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