Instagram, el gran democratizador de la fotografía

Instagram, el gran democratizador de la fotografía

Dado Ruvic / Reuters

En todos los informes que se publican sobre redes sociales hay un dato que destaca sobre el resto de las cifras, que no es otro que el comportamiento de Instagram que ya cuenta con 1.200 millones de usuarios en todo el planeta. El informe IAB sobre redes sociales para el año 2018 nos informa de que "Instagram ya es la tercera red más presente en la mente de los internautas de forma instantánea". Así como que "después de Facebook y Whatsapp, las redes por excelencia, son YouTube e Instagram, y esta última es la que más crece en usuarios". Igualmente, "Instagram es la red que más ha aumentado la frecuencia de visitas". Además de que "la forma preferida de conexión con esta red es a través del Smartphone". Instagram es la red que está más presente en la generación Z, los post millenials, nacidos con el cambio del milenio (con edades comprendidas entre los 16 y los 23 años). Este grupo de población utiliza las redes sociales un promedio de una hora veinticuatro minutos cada día. Por último, se pone de manifiesto que Facebook pierde presencia en favor de Instagram, que no deja de crecer y mantiene la tendencia al alza.

El informe Digital News Report para 2018 sobre usuarios de noticias online indica que Instagram es la cuarta red social para acceder a informaciones y que entre los millenials (los comprendidos entre los 18 y 34 años), es utilizada para uso informativo, por el 16% de ellos.

Los creadores de Instagram al tiempo que lanzaron su producto, entendieron a la perfección, la revolución que se estaba gestando en el concepto fotografía

¿A qué podemos atribuir el fulgurante éxito de Instagram en el universo de las redes sociales? A una acertada combinación de dos características propias de la naturaleza humana como son: la necesidad de socialización y el poder de las imágenes. Así como afirma Manuel Castell: "Lo que realmente impacta en el cerebro son las imágenes" o que "las ideas no son más que imágenes visuales".

Los creadores de Instagram al tiempo que lanzaron su producto, entendieron a la perfección, la revolución que se estaba gestando en el concepto fotografía. Hasta no hace mucho, la fotografía como disciplina tenía un alto contenido técnico y su propuesta de valor se basaba en reflejar mediante imágenes actos relevantes de nuestra vida. Con la llegada de los Smartphone (el 92% de los españoles tiene al menos uno) y teniendo en cuenta que todos ellos incluyen como funcionalidad básica una cámara, el concepto fotografía se ha transformado radicalmente, pasando de reflejar actos destacados de nuestra vida a representar nuestros actos más cotidianos sin necesidad de ser expertos profesionales. Tirar una fotografía aumenta el placer de lo que se está experimentando en el mismo momento del disparo. La fotografía se ha democratizado e Instagram, consciente de esta democratización, ha llevado hasta su máxima expresión el grado de participación de la ciudadanía en esta nueva noción sobre el uso de las imágenes.

Instagram no es pues solo una red social, es algo más, es una nueva teoría de la imagen, un reflejo de nuestra cultura diaria

Si a la nueva fotografía le añadimos la capacidad que tienen las redes sociales para configurar un relato sobre nosotros mismos, otorgándonos la posibilidad de mostrar a nuestros contactos las circunstancias más favorables de nuestra vida cotidiana, tenemos que Instagram, como muy bien explica el profesor Nilo Royal, desencadena una necesidad que ella misma se encarga de satisfacer como es el temor a dejar pasar algún momento, que consideramos especial sin difundirlo inmediatamente a nuestros contactos. No podemos dejar de considerar que las redes sociales, como explica Juanma del Olmo en su libro La política por otros medios; "filtran la realidad, pues en ellas mostramos lo estupenda que es nuestra vida aunque no lo sea", a lo que hay que añadir que la fotografía siempre aporta un mayor sentido de veracidad. Instagram procura un retrato de nosotros mismos y nos ayuda a configurarnos una identidad tanto analógica, como digital.

Instagram no es pues solo una red social, es algo más, es una nueva teoría de la imagen, un reflejo de nuestra cultura diaria que gestiona mejor que otras redes nuestras emociones.

Instagram es una red social que parece expresamente diseñada para los jóvenes –en España ya cuenta con 13 millones de usuarios-, porque los jóvenes interactúan simultáneamente con numerosas personas, lo que les obliga a hacerlo con mensajes cortos. ¿Cuántas ideas se pueden transmitir en una sola foto? Y todavía hay a quien le sorprende que Facebook pierda seguidores y que se esté configurando como la red social de las personas de más de 55 años.

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