Así firmaba Trump, así, así: un espectáculo pop para borrar de un plumazo la era Biden
El nuevo presidente de los EEUU vuelve a la Casa Blanca después de una olímpica investidura y la maratoniana firma de órdenes ejecutivas en el Despacho Oval para derogar y desmantelar la administración del Gobierno saliente, el demócrata.
Donald Trump ya está de vuelta en la Casa Blanca. El presidente número 47 de Estados Unidos, que hace cuatro años la abandonaba después de perder unas elecciones que él reitera que "fueron totalmente amañadas", ha tomado posesión de su cargo este lunes en un Washington congelado por culpa de la ola de frío extremo que afecta a gran parte del país y por su beligerante discurso de investidura, en el que ha prometido terminar con el "declive" de una unos EEUU que, según ha anunciado, han entrado en una "edad dorada".
Donald Trump no es ni tampoco quiere ser un presidente de los EEUU convencional. Algo que ha quedado demostrado durante toda la ceremonia de su segunda investidura, que en algunos momentos se ha parecido más a uno de los realities en los que ha participado o a una final como la de la Super Bowl, que a una ceremonia tradicional. Tras renunciar a quedarse sin la histórica fotografía en la escalinata del Capitolio, el republicano ha optado por organizar un gran espectáculo en el Capital One Arena, un estadio de Washington en el que se juegan finales de hockey, partidos de la NBA o conciertos de Madonna.
Un desfile de bandas militares recorría la pista del estadio mientras Donald Trump y su mujer, Melania, bajaban por una escalinata hasta el escenario en el que habían montado un escritorio en el que el nuevo presidente de los Estados Unidos iba a firmar las que han sido sus primeras órdenes ejecutivas de su segundo mandato. Todo, ante la mirada de los 20.000 fieles que lo han aclamado y ante los que se ha presentado como un salvador al que Dios lo ha elegido para completar una misión: "Dios me salvó para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande", volvió a decir el primer presidente estadounidense, en más de un siglo, que gana un segundo mandato después de perder la Casa Blanca y el primer delincuente que ocupará el Despacho Oval.
Y así fue como Donald Trump, que también será el presidente más longevo de Estados Unidos, empezó a desmantelar el legado de Biden: con una oleada de órdenes ejecutivas para derogar casi 80 decretos firmados por el expresidente demócrata, incluidos los que apostaban por la equidad racial y combatir la discriminación por identidad de género y orientación sexual. También la retirada del país de los acuerdos climáticos de París, de la salida del país de la OMS o declarando la emergencia nacional en la frontera con México, bloqueando la entrada de irregulares y todas las solicitudes de asilo de los migrantes.
Diez firmas que anticipan lo que se espera que sea una larga serie de órdenes ejecutivas y directivas aprobadas por Donald Trump. Algunas de ellas ya se habían planteado durante la campaña electoral, otras la ha anticipado el nuevo presidente de los Estados Unidos en su beligerante discurso de investidura, donde durante 20 minutos anunció que cambiaría el nombre del Golfo de México, retomaría el Canal de Panamá, diría adiós al Acuerdo de París, que establece una serie de medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o declarando la emergencia nacional en la frontera sur, bloqueando el acceso y las solicitudes de asilo de los migrantes que entran desde México. De hecho, nada más asumir el poder, su Administración dejó sin funcionamiento la aplicación CBP One, que permitía a los solicitantes de asilo pedir cita para entrar legalmente en el país.
Indultos por el asalto al Capitolio
La ceremonia de investidura de Trump, dividida en varios actos, ha dado para mucho. No solo ha sido un día que ha servido para sentar las bases y el tono de lo que será su nuevo y segundo mandato, sino que también hubo tiempo para cierto ánimo de revancha. Así, ya en el Despacho Oval, el nuevo presidente de EEUU puso fin a todos los procesos judiciales relacionados con el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio con indultos, conmutaciones de pena y desestimaciones a la gran mayoría de los "rehenes", como los denomina: casi 1.270 personas.
Estas acciones van más allá de lo esperado, puesto que incluso su vicepresidente, JD Vance, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijeron que solo debería indultar a los acusados no violentos. Pero el decreto cubre a unas 600 personas condenadas por delitos graves por agredir a policías. Además, ha conmutado las sentencias de extremistas de ultraderecha de los Oath Keepers y los Proud Boys, que fueron condenados o acusados de conspiración sediciosa. Esta medida allanará el camino para su inminente liberación de la prisión, según informa la CNN.
"Las acciones del presidente son un insulto escandaloso a nuestro sistema de justicia y a los héroes que sufrieron cicatrices físicas y traumas emocionales mientras protegían el Capitolio, el Congreso y la Constitución", ha señalado la expresidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, en su cuenta de la red social 'X'.
Cuatro personas perdieron la vida en el asalto al Capitolio de 2021 y más de 140 agentes de policía resultaron heridos. Donald Trump fue imputado, acusado de haber incitado la insurrección, al denunciar un fraude electoral sabiendo que había perdido esos comicios. Pero el fiscal especial del caso, Jack Smith, cerró el caso tras la victoria electoral de noviembre, ya que su departamento tiene prohibido procesar a presidentes en activo.
Según Reuters, que cita a fuentes cercanas al magnate, está previsto que Donald Trump firme unos 200 decretos en los primeros días de su segundo mandato. Un frenesí del que están pendientes las economías de todo el mundo, atentos a la más que previsible subida de aranceles y a la anulación de todos los compromisos adquiridos por la Administración Biden en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).