El desorbitado precio de los nuevos misiles obliga a Zelenski a hacer cálculos
Cada misil cuesta cerca de un millón de dólares.
Storm Shadow, conocido por los franceses como cuero cabelludo, es un misil de crucero capaz de alcanzar los 250 kilómetros, cuyo precio ronda el millón de dólares. Debido a su elevado valor, suelen ser lanzados como parte de una ráfaga planificada de drones de menor precio lanzados con antelación para frenar la defensa del enemigo.
Han sido donados por Gran Bretaña y Francia a Ucrania, aunque con la premisa de que solo pueden ser utilizados contra objetivos situados dentro de su frontera, una restricción que Zelenski ha solicitado abandonar en numerosas ocasiones a los estados de la Unión Europea (UE) y EE. UU. Se considera un arma perfecta para atacar búnkeres y almacenes de municiones, como los que emplea el país de Putin en su ofensiva contra Ucrania.
“No es de extrañar que Kiev haya presionado para su uso dentro de Rusia, en particular para atacar los aeródromos que se utilizan para montar los ataques con bombas planeadoras que recientemente han obstaculizado los esfuerzos ucranianos de primera línea”, afirma Justin Crump, analista militar y director ejecutivo de la consultora Silbylline, quien cree que se trata de un arma especialmente efectiva para ayudar a Ucrania.
¿Qué interés tiene Ucrania en este misil?
Kiev ha reiterado su interés en hacer retroceder las ofensivas rusas mediante el empleo de misiles de largo alcance, entre ellos el Storm Shadow o el Atacms estadounidense, cuyo alcance es aún mayor (300 km).
Sin embargo, a falta del aval de la comunidad internacional para utilizar sus armas donadas, emplean su propio programa de drones de largo alcance, pero solo pueden transportar una pequeña carga y la mayoría acaban derribados por el enemigo.
Zelenski ha solicitado frenar las restricciones para el empleo de armas occidentales en suelo ruso. La Casa Blanca se niega por temor a una posible escalada del conflicto, iniciado el 24 de febrero de 2022, aunque sí que ha permitido utilizar estos misiles contra objetivos en Crimea y otras zonas anexionadas por Rusia.
Matthew Savill, director de ciencias militares del grupo de expertos Rusi, afirma que la eliminación de estas prohibiciones otorgaría dos beneficios a Ucrania: desbloquear los Atacms y hacer dudar a Rusia sobre donde posicionar sus defensas aéreas, lo que puede hacer más sencillo el tránsito de drones ucranianos.