El infierno del astronauta español Pablo Álvarez en su misión al espacio: "Me dieron un iburpofeno de los moratones y no podía ni sujetar la pastilla"
Por si alguien pensaba que los entrenamientos eran sencillos...
"La última vez que salí de la piscina me dieron un ibuprofeno antiinflamatorio por todos los moratones que tienes y todo lo que te duele y fui incapaz de sujetar la pastilla de lo dolorida que tenía las manos". Es el bestial testimonio del astronauta español Pablo Álvarez.
Lo cuenta delante de una boquiabierta audiencia que escucha cómo Álvarez explica que, para un astronauta, además de la formación teórica, es esencial la preparación física y la simulación de situaciones reales, algo que él se encuentra practicando actualmente.
"Lo que estoy haciendo ahora es el entrenamiento para actividades extra vehiculares en Houston (Texas), en una de las piscinas más grandes del mundo en cuanto a volumen y donde dentro hay una réplica de la estación espacial, es durísimo", relata el castellano.
Por eso ha querido usar la anécdota personal con la que arranca este texto para mostrar la dureza del entrenamiento que llevan a cabo en el proceso de formación que está realizando.
El español, el primero en llegar a astronauta en 31 años en ese país, ingresó oficialmente en la ESA en 2022 y actualmente se encuentra en la fase de entrenamiento previa a la asignación de una misión que le lleve al espacio.
Dicha fase de entrenamiento consta de tres niveles, el básico que Álvarez ya ha superado, además de un segundo que es donde se consigue la certificación de la ESA para realización de misiones.
"Es el estado en el que estoy ahora, en algún momento vendrá el director general de la Agencia Espacial y me dirá: 'en dos años vas a la estación espacial' y ahí empezaría la tercera fase de entrenamiento", explica el astronauta quien cuenta que antes de eso se forman en manejo de aviones, paseos extra vehiculares o nociones de medicina e ingeniería.