El mayor aliado de Putin cuela 298 misiles tácticos en Rusia
También se espera la llegada de sistemas de artillería de gran calibre.

Es probable que Corea del Norte envíe refuerzos a la región rusa de Kursk en los próximos meses, ha revelado por el jefe de inteligencia militar de Ucrania, el teniente general Kyrylo Budanov, en una entrevista con The War Zone. Esta ayuda estará compuesta principalmente por tropas de misiles y artillería, como los misiles balísticos de corto alcance KN-23 y sistemas de artillería de gran calibre.
Rusia recibió 148 misiles balísticos KN-23 de Corea del Norte (RPDC) en 2024, que han sido activamente para atacar el territorio de Ucrania, y espera la llegada de otros 150 este año. Además, en los últimos tres meses, Pyongyang ha enviado cerca de 120 cañones de artillería autopropulsados M1989 Koksan de 170 mm y 120 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes M-1991 de 240 mm, siendo también probable un nuevo envío.
Estos refuerzos servirán para fortalecer tanto las operaciones rusas en Ucrania como los ejercicios de artillería en Rusia, y se espera que los norcoreanos entrenen a las tropas rusas en el uso de estos sistemas.
A pesar de la creciente presencia de tropas y armamento norcoreano en la región, Budanov ha restado importancia a la efectividad de estas fuerzas, describiéndolas como "robots biológicos". Sin embargo, reconcoe que la cantidad de tropas norcoreanas está generando un desgaste significativo para las fuerzas ucranianas, obligándolas a consumir municiones y defender posiciones clave en Kursk que de otro modo podrían haber quedado fuera de su alcance.
En total, alrededor de un tercio de los 12.000 soldados norcoreanos enviados a Kursk han muerto, y se estima que alrededor de 8.000 continúan luchando en la zona, aunque los informes sobre las bajas varían. Fuentes occidentales calculan que las bajas en combate ascienden a unos 4.000, con alrededor de 1.000 muertos.