Un dron ruso encuentra el súper blindaje en el campo de batalla y acaba perdiéndolo
Es una de las obsesiones rusas más evidentes.

Un dron ruso intentó abatir a uno de los tanques más protegidos del arsenal ucraniano y terminó estrellándose sin lograr su objetivo. Ocurrió esta semana cerca de Pysarivka, una localidad del norte de Ucrania, a apenas diez kilómetros de la frontera rusa, en el óblast de Sumy. La escena fue captada por una cámara instalada en el propio dron y difundida por medios estatales rusos.
El vídeo muestra cómo el aparato desciende a baja altura y acelera directamente hacia un Leopard 2A6 ucraniano. El impacto se produce de lleno en la parte frontal de la torreta, el punto más blindado de este carro de combate de 69 toneladas. ¿El resultado? El dron se destruye y el tanque sobrevive sin daños significativos.
No es casualidad. El Leopard 2A6 -y su versión sueca, el Strv 122- está diseñado para resistir precisamente este tipo de ataques. Su blindaje, que supera con creces los cientos de milímetros de grosor, protege especialmente las zonas más expuestas, como el frontal de la torreta.
Además, su sistema de almacenamiento de munición reduce significativamente el riesgo de explosión interna en caso de impacto, al contrario que en los tanques rusos, donde la munición suele estar alojada bajo la torreta, con consecuencias letales si se incendia.
Pese a que los tanques han perdido protagonismo frente a la proliferación de drones en esta guerra de más de 40 meses, algunos modelos occidentales siguen marcando la diferencia. En el óblast de Sumy, las brigadas ucranianas han desplegado blindados de forma más activa de lo habitual, a pesar del riesgo. Esta estrategia ha permitido mantener bajo presión a las tropas rusas, que las superan ampliamente en número -hasta 50.000 efectivos frente a un máximo de 20.000 ucranianos-, pero que no logran avanzar significativamente en esa zona.
Los Leopard, a pesar de su tamaño y visibilidad, siguen siendo duros de abatir. Desde que los primeros 21 tanques Leopard 2A6 -procedentes de Alemania y Portugal- llegaron a Ucrania en le primavera de 2023, solo ocho han sido confirmados como destruidos o capturados, según analistas independientes. El resto continúa en servicio, resistiendo impactos de drones, minas artillería e incluso misiles. Actualmente, la 21ª Brigada Mecanizada opera los ejemplares aún operativos, junto con varios Strv 122 donados por Suecia.
La obsesión rusa por estos tanques es evidente. En las escasas ocasiones en que logran capturar uno, lo convierten en protagonista de grandes puestas en escena propagandísticas. Pero con cada intento fallido, como el del dron estrellado en Pysarivka, queda aún más claro: los Leopard no son invencibles, pero tampoco fáciles de derrotar.