Todo va a cambiar, yo espero que para bien

Todo va a cambiar, yo espero que para bien

EFE

Acabamos de conocer los resultados del CIS, según los cuales caería el PP como consecuencia de su corrupción política y subirían Ciudadanos y PSOE, el cual, a pesar de que sigue en mínimos históricos, adelantaría en esta ocasión a Podemos. Alguien me comentaba hace unos días que "el panorama político en España está bastante asentado", cosa que yo rechazo por los argumentos que voy a exponer. En todo caso, esa persona me llamó después para seguir hablando.

Al PP le afectan gravísimos casos de corrupción política que parece solo lo hacen mínimamente, dado que sigue siendo el partido preferido por una mayoría de españoles. Sin embargo, es muy probable que surjan nuevos casos de corrupción que le sigan afectando; o incluso que, de pronto, la ciudadanía decida hacer borrón y cuenta nueva, harta de los recortes sociales, la corrupción política y la prepotencia del que ignora que los mínimos indicios de recuperación económica no están llegando a millones de ciudadanos españoles.

Ciudadanos continúa estable, pero sigue creciendo el malestar interno y sigue provocando muchas dudas su relación con el PP, especialmente en Madrid; es como si no casara su verbo en ocasiones contundente contra la corrupción política con sus actuaciones concretas: al fin y al cabo, sigue siendo el soporte tanto en la Comunidad de Madrid como en el Gobierno de España del partido más corrupto de Europa... y apenas ha logrado que el PP cumpla ninguna de sus primeras condiciones (y no eran muchas ni muy exigentes, ciertamente).

Por lo demás, el PNV ha pactado un nuevo desfalco con el PP sin despeinarse, gracias al cual los que más tienen no solo seguirán sin pagar lo que les corresponde a la solidaridad interterritorial, sino que incluso pagarán todavía menos. Ciudadanos podía haberlo evitado, pero ha rehusado a hacerlo. Que el PSOE y Podemos alcen la voz por el vergonzoso acuerdo en relación al cupo vasco es como pedir peras al olmo. En cuanto a todo lo demás, cabe recordar que Ciudadanos ha eliminado la socialdemocracia, el laicismo identitario y el socialismo democrático de su ideario y ha decidido pelearle al terreno al PP, lo cual dejará (ya está dejando) huérfanos políticos y ciudadanos en busca de nuevas opciones que le satisfagan, lo cual, no significa, que Ciudadanos no pueda perfectamente consolidarse en ese espacio de centro o centro derecha liberal que parece que reivindica.

Al PSOE puede terminar de matarlo tanto el continuismo y la unidad como la ruptura misma, por lo que dudo que tenga solución.

El PSOE está al borde de la ruptura, con la posibilidad cierta de que gane finalmente Pedro Sánchez por escaso margen, lo cual puede abrir un escenario desconocido en el socialismo español y dejar al PSOE muy dividido o incluso al borde de la desaparición, al menos tal y como lo conocemos a día de hoy. Al fin y al cabo, torres semejantes han caído o están cayendo en el resto de Europa. En el caso de que fuera Susana Díaz quien finalmente venciera, dudo que los seguidores sanchistas fueran a quedarse dentro de un partido político al que considerarían viejo e incluso rancio, apegado al PP e incapaz de presentar una propuesta progresista y moderna para los nuevos tiempos que corren. Patxi López lo está avisando: el choque de trenes puede llevar al PSOE al borde de la ruptura o incluso de la desaparición. El asunto es que al PSOE puede terminar de matarlo tanto el continuismo y la unidad como la ruptura misma, por lo que dudo que tenga solución.

Por lo demás, se dice y se rumorea que los errejonistas trabajan ya en una operación que podría ver la luz en los próximos dos o tres meses, quizás un partido político que pudiera situarse entre el Podemos de Pablo Iglesias y los restos del PSOE. O vaya usted a saber, un proyecto que pudiera colaborar con el PSOE que surgiera de sus primarias y de su Congreso, un PSOE definitivamente alejado del partido que gobernó España durante los años 80 y 90. Estaríamos ante una especie de hecho disruptivo que pondría todo patas arriba, más de lo que ya está... porque la calma actual no es más que la calma que precede a la tormenta... después de la cual, por cierto, volverá a salir el sol. En todo caso, eso que de ahí surgiera seguiría sin ser izquierda progresista, universalista o cívica, habida cuenta los postulados defendidos por Errejón o incluso por Pedro Sánchez en el pasado, ambos defensores del catalanismo, el Estado asimétrico, el concierto económico y la disgregación de la soberanía, cuando no favorables a la convocatoria de un referéndum en Cataluña y después en cualquier otra parte de España.

Por lo demás, surgen partidos políticos nuevos, asociaciones, colectivos y plataformas en torno a las cuales se organizan (nos organizamos) huérfanos políticos que esperan (esperamos) algo más de los principales partidos políticos actuales... o quizás porque ya no esperan (esperamos) nada de ellos.

Todo esto puede que provoque un panorama político distinto y nuevas organizaciones y formas de participación política: más abiertas, participativas y democráticas. Los partidos hoy día presentes se resituarán en el tablero político y otros dejarán de ser para siempre lo que fueron. Algunos partidos políticos desaparecerán y surgirán otros nuevos. Surgirán nuevos líderes de opinión y políticos distintos, con formas de actuar que antepongan la verdad frente a la publicidad y la propaganda vacuas.

Todo ha empezado ya a moverse. Yo espero que sea para bien.