El mejor repelente anti tiburones

El mejor repelente anti tiburones

Los tiburones no distinguen los colores y dependen de la percepción de siluetas y contrastes para identificar a sus presas. Este descubrimiento les ha llevado a investigar sobre el diseño de nuevos trajes de neopreno que puedan hacer que los humanos puedan resultar menos atractivos ante los ojos de los tiburones.

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Australia fue el país del mundo con más muertes por ataque de tiburón en 2012, con un total de... tres. Seguido de Sur África con dos muertes y por EEUU con una.

Pero hace unos días los australianos volvían a bañarse en el mar con cierta aprensión, y es que un surfista de 29 años acababa de perder dos dedos y se ganaba un mordisco en el muslo mientras practicaba stand up surf (SUP) cerca de Sydney. Aparentemente, el surfista se salvó porque contraatacó y le dio al tiburón de palos con su remo hasta que el animal al fin desistió. La noticia, por supuesto, se ha extendido por todo el mundo llegando hasta el Reino Unido o la edición estadounidense del Huffington Post.

Viendo cuánto bombo le dan los medios de comunicación a los ataques de tiburón, no es de extrañar que en Western Australia (WA, el estado con más ataques de tiburón de todo Australia), el tema se haya convertido en uno de los trending topics del año. Llegando al punto de que, como me enteré leyendo este artículo en The Conversation, el Gobierno de WA decidió invertir dos millones de dólares en "detectar, cazar y si es necesario destruir" tiburones como acción preventiva en las costas de Perth. Sin embargo, y como este mismo artículo explica, una encuesta en la web de West Australian sorprendió al Gobierno con un 82% de oposición ciudadana y solamente un 13% a favor de esta medida; de modo que los tiros han ido por otra parte. ¡Y sin tiros!

¿Por qué la gente se opone a esta medida de "caza y captura" si sus playas están infestadas de tiburones asesinos? Los motivos son muchos y variados, pero quizás un factor clave sea que la gente es consciente de que a pesar de la atención que le dan los medios de comunicación a este tipo de noticias las probabilidades reales de ser atacado por un tiburón son muy bajas. De hecho, son tan bajas que hay cinco veces más probabilidades de que te caiga un rayo que de ser atacado por un tiburón en Australia.

Sin embargo, incluso los australianos más acostumbrados a compartir su costa con tiburones sienten aprensión y los bañistas que están en el agua se quedan cada vez más cerca de la orilla, menos los surfers, claro, que siguen a lo suyo. Y es que el señor Steven Spielberg lleva ya contaminadas de fobia a los tiburones a dos generaciones con su peliculita Tiburón (1975) y sus secuelas. ¿O no?

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Foto: (c) Shaun Collin

Una de cal y una de arena debió pensar el Gobierno australiano, y en diciembre sorprendía con un anuncio que seguramente gustaría más a sus ciudadanos: Los investigadores de The University of Western Australia recibían 646.000 dólares australianos y Curtin University 273.468 para desarrollar nuevas medidas para disuadir y detectar tiburones. ¿Pero en qué consiste esa investigación?

Buena parte de esa financiación ha ido a los profesores Shaun Collin y Nathan Hart del grupo de departamento de Neuroecología de The UWA Ocenas Institute, que hace poco descubrieron que los tiburones no distinguen los colores y dependen de la percepción de siluetas y contrastes para identificar a sus presas. Este descubrimiento les ha llevado a investigar sobre el diseño de nuevos trajes de neopreno que puedan hacer que los humanos puedan resultar menos atractivos ante los ojos de los tiburones (imitando los mismos colores y estampado de las venenosas serpientes marinas) o trajes que difuminen nuestras siluetas de forma que nos hagan prácticamente invisibles a los tiburones.

Además, se proponen probar la efectividad de algunos de los sistemas disuasorios en los que ya se está investigando, como por ejemplo cortinas de burbujas de agua que actúen como barreras, iluminación estroboscópica submarina para ahuyentarlos y sonidos subacuáticos en frecuencias y secuencias que puedan mantenerlos alejados.

Por otro lado, el profesor Mohammed Bennamoun, también de la Universidad de Western Australia ha recibido financiación para desarrollar sistemas avanzados de visión para detectar tiburones de manera automática y el Centro de Marine Science and Technology de Curtin University desarrollará sistemas acústicos de detección de tiburones.

La ciencia al servicio de la humanidad, pero también al servicio de la conservación marina, porque los tiburones no tienen ningún problema con los humanos, somos nosotros los que lo tenemos con ellos y nos adentramos en su hábitat. Mientras tanto y hasta que esta investigación empiece a ver resultados tangibles, mi medida de prevención más recomendable siempre será la de bañarme unos pasos por detrás de alguien más rollizo y probablemente más apetecible que yo misma, para ofrecer una elección clara si alguno de estos animalitos tiene hambre.

PD: La última muerte registrada por un ataque de tiburón en España tuvo lugar en Galicia el 28 de Agosto de 1908.