Un desfile del 12 de octubre con muchas ausencias

Un desfile del 12 de octubre con muchas ausencias

Primer desfile de la Fiesta Nacional de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Este 12 de octubre estará marcado por el debate sobre la independencia en Cataluña y los recortes por la crisis económica, en un desfile en el que estarán ausentes nueve presidentes autonómicos y los duques de Palma, apartados de los actos públicos desde que se destapara el caso Noós.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, no estará presente en Madrid en ese desfile ni en la posterior recepción que ofrecen los reyes en el Palacio Real y tampoco enviará a un representante porque su Gobierno subraya que su fiesta nacional es la Diada del 11 de septiembre.

Pero a esos actos tampoco asistirán, por diversas razones, los presidentes de Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco, Baleares, La Rioja, Cantabria y Melilla.

La madrileña plaza de Neptuno acogerá la tribuna de autoridades para el desfile militar, en la que, a diferencia del año pasado, no estarán los duques de Palma.

Don Juan Carlos, doña Sofía, los Príncipes y la infanta Elena serán los miembros de la Familia Real que lo presenciarán acompañados de las máximas autoridades del Estado.

¿HABRÁ PITIDOS?

En los últimos años se habían convertido en habituales los silbidos y abucheos con los que era recibido el anterior jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada a la zona de autoridades y en otros momentos del desfile.

Eso motivó que se decidiera una disposición distinta de las tribunas de público, alejándolas de donde se ubicaban los miembros de la Familia Real y del Gobierno.

Fuentes del Ejecutivo han informado a Efe de que no va a haber cambio alguno en este aspecto en relación con la celebración del último año y eluden aventurar si Rajoy también puede ser objeto de alguna prueba sonora de rechazo por las medidas económicas que está impulsando.

DESFILE CON RECORTES

Unos 2.600 los militares participarán este viernes en el desfile, que este año, con el lema "Nuestra fuerza somos todos", será 150 metros más corto y no contará con exhibición aérea ni con la presencia de acorazados, carros de combate y blindados.

Esa ausencia se debe al recorte del presupuesto para el mismo, ya que este año es de 900.000 euros frente a los cerca de 2,8 millones del año pasado.

Sólo se mantiene el vuelo de la patrulla acrobática Águila, que dejará sobre los cielos de Madrid la estela con los colores de la enseña nacional.