Semana de puñaladas en el PP por los impuestos, el aborto y... Bárcenas

Semana de puñaladas en el PP por los impuestos, el aborto y... Bárcenas

HP

¡Vaya semana en el PP! La calma de la mayoría absoluta empieza a desaparecer y no solo ya a puerta cerrada... En estos últimos días, delante de las cámaras, con mensajes directos y alguna que otra frase en clave se han aireado algunos de los choques internos en la calle Génova.

El pistoletazo de salida fue la reunión de la cúpula del PP el lunes en el Comité Ejecutivo Nacional. El presidente del Gobierno hizo un llamamiento a cerrar filas en torno a la acción política de su Ejecutivo, después de los dramáticos datos de la Encuesta de Población Activa y la aprobación del Plan Nacional de Reformas, pero no todos han decidido hacerle caso.

ESPERANZA AGUIRRE, A LA CARGA

Y ahí apareció en escena Esperanza Aguirre, que volvió a insistir al presidente en la necesidad de bajar impuestos, como llevaban los populares en su programa electoral. La fiscalidad es uno de los principales temas de debate interno en el partido, más desde que el Gobierno decidiera mantener la subida del IRPF aprobada nada más llegar a La Moncloa.

Aguirre tuvo como rival a Cristóbal Montoro en esta cita. El titular de Hacienda y Administraciones Públicas reprochó a la líder del PP madrileño sus declaraciones de las últimas semanas y le recordó que cuando José María Aznar llegó al Gobierno no se bajaron los impuestos hasta tres años más tarde. No obstante, todo enfrentamiento tiene un segundo asalto. Aguirre se la devolvió un día más tarde: “Al ministro de Hacienda le gusta subir los impuestos”.

Donde las dan, las toman. Cospedal reunió posteriormente a los senadores y, aunque no señaló directamente a Aguirre, decididó enviarle un recado ante sus compañeros: “Aquí nadie está para hacer algo en lo que no crea”.

PULLITAS AUTONÓMICAS

Los barones son conscientes de que llegan al ecuador de la legislatura autonómica y ya empiezan a tener en mente los próximos comicios de 2015. Mientras sus compañeros debatían en la sede del partido, el líder del PP de Extremadura, José Antonio Monago, anunciaba, en un acto junto al expresidente socialista Felipe González, que él sí bajará próximamente los impuestos.

Otro barón, Alberto Núñez Feijóo -uno de los llamados a protagonizar la carrera por el poder del PP cuando Mariano Rajoy abandone su cargo- también tenía un mensaje ese mismo día para el Gobierno. Hay que hacer un mayor esfuerzo en comunicación porque falta “relato” ante la crisis económica.

EL ENREDO DEL ABORTO

No solo los impuestos han provocado un dolor de cabeza en el PP. El aborto ha vuelto a primera línea política. Los populares se han enredado con un asunto en el que presiona el ala más conservadora del partido y la Iglesia, pero con el que no todos están cómodos. En este sector crítico con los planes del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se enmarcan los diputados Rafael Hernando y Celia Villalobos.

Según comentó Hernando en una entrevista con Europa Press, no tendría sentido que la reforma de la ley de interrupción del embarazo que prepara el Gobierno hiciera retroceder la legislación española a los tiempos anteriores a 1985, cuando se acordó la extinta norma de plazos que, en su opinión, “funcionó razonablemente bien” y es a la que se debería volver ahora.

La temperatura sobre al aborto ha ido creciendo exponencialmente a lo largo de la semana. Lo que venía a ser una defensa del proyecto de Gallardón de la “a” la “z” del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se convirtió el martes en la polémica del día al decir que el “aborto tiene algo que ver con ETA”, aunque “no demasiado”. No tardó en responderle, vía Twitter, el presidente del PP de Guipúzcoa: “Que el aborto no tiene NADA que ver con ETA es tan obvio que no sé qué decir”.

Claro, que la cosa no iba a quedar ahí. En el Congreso, Beatriz Escudero, una diputada sin mucho tirón hasta el momento, subía a la tribuna de oradores para debatir sobre una moción socialista y aseguraba que, según las estadísticas, las mujeres con menos formación son las que más interrumpen sus embarazos.

Su compañera Celia Villalobos decidió abandonar escandalizada el hemiciclo ante las palabras de Escudero y no votar esta iniciativa para frenar la reforma del aborto -que el PP tumbó-. El grupo parlamentario popular va a multar a la exministra de Sanidad con un descuento de entre 300 y 400 euros en la próxima nómina.

“Yo hago las cosas porque creo que debo hacerlas, pero todo el mundo sabe que después no hago declaraciones, ni formento polémicas”, dijo posteriormente Villalobos, que ya ha protagonizado algunos actos de rebeldía en temas como este o el matrimonio homosexual.

La vicepresidenta también ha tenido palabras sobre este asunto este viernes tras el Consejo de Ministros. De modo genérico y al más puro ‘estilo Sáenz de Santamaría’, ha pedido a “todos” mantener un “debate sereno con argumento jurídicos y serios, más que de trazo grueso. En otros debates uno puede permitirse ciertas cuestiones, pero en esto debemos ser todos muy rigurosos”.

LOS VIEJOS ROQUEROS NUNCA MUEREN

La sombra del extesorero Luis Bárcenas es alargada. Desde Castellón, ha reaparecido el expresidente de la diputación Carlos Fabra, que no tuvo el jueves precisamente comentarios halagadores para el que fuera el guardián del dinero del PP: Es un “sinvergüenza como la copa del pino”.

Tras consultarlo con la almohada, Fabra le ha pedido disculpas este viernes a través de las agencias de información. Todo era fruto de un “calentón” y de una pregunta de un periodista de un medio “no afín”. Hay puñaladas en los partidos que es mejor no darlas.