Rajoy modera su optimismo económico y exhibe ardor europeísta contra los populismos

Rajoy modera su optimismo económico y exhibe ardor europeísta contra los populismos

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No eran 349 diputados deseosos de arengas, ni una prensa esperando el término de su discurso para hacer encuestas telefónicas sobre el ganador. Se trataba de una conferencia de dos días, auspiciada por el Instituto Berggruen, sobre el futuro de Europa. Y en primera fila había un primer ministro europeo, varios ex, un comisario y destacados empresarios.

"Soy absolutamente consciente de que todavía nos queda muchísimo por hacer", aseguró tras negar ser "autocomplaciente". La destrucción de empleo se ha "frenado", pero ahora hay que crearlo. Y el "empleo neto" es su compromiso, según aseguró en la mañana de este viernes.

El diagnóstico de Rajoy no ha variado ni un ápice. La irresponsabilidad del Gobierno anterior llevó a España al borde del colapso y su espíritu "reformista" ha devuelto el horizonte al país. España está mejor y lo peor ha pasado. Sin embargo, todas esas convicciones, expresadas hace tan solo tres días en el debate sobre el estado de la nación, moderaron el tono triunfalista e incluyeron además una lista de retos europeos.

Ante Felipe González, los ex primeros ministro italianos Mario Monti o Enrico Letta, el expresidente de Bankia Rodrigo Rato, el ex del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Rajoy pidió a los jóvenes que no dejen de creer en Europa. "No deis nada por el supuesto". "Europa os necesita", porque "la bicicleta que se detiene, se cae", aseguró.

Aunque sin papeles en parte del discurso, Rajoy no improvisó. Recordó que en medio siglo, la Unión Europea ha traido paz, prosperidad y oportunidades a unos ciudadanos que antes hacían la guerra.

Pero el proyecto está en peligro y Rajoy identificó los retos actuales de la UE: completar mercado único, la política de inmigración, el comercio internacional, la unión política y la proyección mundial a través de la política exterior.

INMIGRACIÓN, POPULISMO

Especialmente incisivo estuvo en cuanto a la inmigración. No para reconocer o cuestionar la labor de la Guardia Civil en sucesos como los de Ceuta, que costaron la vida a 15 personas, sino para pedir que se cree una política integral europea y que se ayude a los países del sur de Europa a gestionar los flujos migratorios.

"Es decir, una verdadera política de inmigración europea, más eficaz y más solidaria con los países que conformamos su frontera exterior, con más medios europeos y con una dimensión exterior que aúne el diálogo con los países de origen y tránsito y la cooperación al desarrollo para contribuir a la construcción de un espacio de prosperidad compartido con nuestros vecinos", aseguró

"El irregular no sólo entra en España o en Italia, sino que, al hacerlo en ese punto, lo está haciendo en el conjunto de la UE", añadió.

El resto de su discurso se lo dedicó a los populismos antieuropeos, de quien dice que son una "minoría", pero en constante aumento. "Las fuerzas antieuropeas, disgregadoras y euroescépticas están al acecho para minar nuestro proyecto común y dinamitarlo desde dentro porque son incapaces de construir y se basan sólo en alimentar la desconfianza", aseguró, llamando a una participación electoral en los comicios de mayo que consiga neutralizar la amenaza.

Las ponencias previas, presentadas por Montserrat Domínguez, directora de El Huffington Post, y María Casado, directora de Los Desayunos de TVE, contaron con políticos europeos y destacados empresarios, entre los que se encontraban César Alierta, presidente de Telefónica, y Pablo Isla, presidente de Inditex. En esta ponencia, ambos pidieron una política industrial, energética y de telecomunicaciones común en la UE y ensalzaron el euro como herramienta para la expansión de sus compañías.