Los peligros de usar cascos: 5 cosas que deberías saber

Los peligros de usar cascos: 5 cosas que deberías saber

La radio por la mañana, la música en el metro, los cascos en el trabajo… Nuestros oídos están estresados que nunca. Y, a veces, hasta en peligro.

Los MP3 y los cascos han cambiado las reglas del juego, y ahora están en tela de juicio. En primer lugar, porque la música está comprimida, la gente no oye lo que tú escuchas y puedes subir el volumen sin problema. En segundo lugar, porque a menudo compramos el reproductor de música y los auriculares por separado, por lo que estos últimos no siempre están adaptados al primero.

Escuchar demasiada música puede dañar nuestra capacidad auditiva, debido a que “las células sensoriales dejan de reproducirse, lo que debilita el oído y puede provocar acúfenos [ruidos, silbidos, molestias, disminución significativa de la audición]”, explica el doctor Sylvain Néron, otorrinolaringólogo y representante de la campaña Agi-Son.

Para no perjudicar a tus oídos y hacer que la música siga siendo un placer, aquí tienes cinco consejos del doctor Néron que deberías saber antes de ponerte los cascos:

¿Es igual de arriesgado para todo el mundo? No. “No todas las personas son iguales; los daños pueden ser más o menos graves en función de la fragilidad de los oídos. Por desgracia, no hay ningún examen médico que permita evaluarla. Las únicas pistas que puede tener un médico son resultado del factor genético”, explica el doctor Néron. Razón de más para tener en cuenta este riesgo: “Cada vez más personas, y cada vez más jóvenes, presentan problemas auditivos. Poner en peligro nuestros oídos no es algo anodino. Al igual que ocurre con el tabaco y el alcohol, es difícil hacer entender a los jóvenes la idea de riesgo a largo plazo”, concluye el médico.

Por tanto, el mensaje de la campaña francesa Agi-Son es claro: “El envejecimiento del oído es natural; es bastante lógico que a los 86 años oigamos peor. Lo que no es normal es que, siendo jóvenes, ya tengamos problemas auditivos. ¡Recuerda que es posible mantener la audición con unos sencillos gestos!”.

Traducción de Marina Velasco Serrano