Arturo San Agustín: "Nadie sabe lo que puede pasar el día después de la independencia"

Arturo San Agustín: "Nadie sabe lo que puede pasar el día después de la independencia"

AFP

Arturo San Agustín (Barcelona, 1947) ha entrevistado a políticos, empresarios y periodistas clave en el diseño de la Cataluña del futuro. En su libro Cuando se jodió lo nuestro (Península), este periodista (La Vanguardia, El Periódico, El Mundo) y publicitario pregunta insistentemente sobre las razones que han llevado a Cataluña al borde del divorcio con España.

Las respuestas son de expresidentes de la Generalitat como Jordi Pujol y Pasqual Maragall (este último sólo a través de una carta inédita, escrita en 2005), Josep Maria Soler, abad de Montserrat, José Manuel Lara, presidente de Planeta y asesores de Artur Mas o periodistas de todo pelaje.

San Agustín tiene pocas certezas sobre el futuro. Es parco en profecías. No sabe qué pasará si Cataluña se convierte en un Estado independiente y es muy prudente a la hora de hacer pronósticos. Hay demasiados intereses, demasiada manipulación y demasiados conversos.

-¿Cuándo se jodió lo nuestro?

La realidad no ha sido como nos la han contado. Hay un 10 o un 15% que siempre ha pensado en términos de independentismo, pero la crisis económica ha influido en muchas vocaciones o conversiones repentinas al independentismo. Sin la crisis, yo creo que el porcentaje se habría mantenido en el 15 o 20%.

-Muchos de sus entrevistados aluden a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut como detonante del sentimiento independentista. Sin la crisis, ¿nunca hubiera estallado?

Con el libro, por primera vez se publica una carta que en su día le escribió Pasqual Maragall a José Luis Rodríguez Zapatero. Produce desasosiego porque avanza lo que ha pasado. Maragall le dice en esa carta a su partido: “creeis que soy un independentista emboscado, pero en realidad soy el último federalista sincero. Después de mí vendrá el independentismo”. También recordamos la frase de Zapatero en Barcelona: "Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán". Pero sin la crisis, el sentimiento no hubiera explotado con esta intensidad.

-Jordi Mercader, ex jefe de prensa y asesor de Maragall, dice que en momentos históricos clave siempre ha habido algo que se antepuso a la independencia. Ganar la Guerra Civil, afianzar la Transición...

Parece darse la circunstancia que siempre que Cataluña o algunos catalanes piden la independencia, coinciden en el tiempo con un hecho aparentemente más importante y decisivo. Y la mayoría de los políticos catalanes ha sabido ser generosa. Cuando muere Franco, hay que salvar la democracia. Cuando la guerra, lo mismo.

-Hasta ahora. No es la crisis la que calma ese sentimiento, sino la que lo aviva.

La crisis ha creado un nuevo fenómeno que en Madrid no desconocen pero tal vez no valoran lo suficiente: conversiones al independentismo de hijos de extremeños o andaluces que vinieron aquí en los años 60. A veces es sorprendente, pero muchos creen que personas que viven en otros sitios tienen más ventajas. A ese argumento le dan la vuelta los que están en contra del independentismo y piden primero solucionar la crisis y luego todo lo demás.

"Madrid son unas cuantas familias que detentan el poder desde hace muchísimo tiempo y que por supuesto no lo quieren ceder"

-Cuando se habla de Madrid, ¿de quién se habla exactamente?

Ese Madrid son unas cuantas familias que detentan el poder desde hace muchísimo tiempo y que por supuesto no lo quieren ceder. Pero debemos dejar de hablar así de Madrid, porque los madrileños tienen problemas muy parecidos a los de los catalanes y los andaluces.

-Sin embargo, el clima instalado en muchos sectores de fuera de Cataluña a veces se aproxima al de esa élite del Estado que usted define. ¿Cuánto hay de desconocimiento y cuánto de manipulación?

En estos momentos, hay sobre todo una manipulación política. Nadie te habla claro de datos. Un ejemplo claro son las balanzas fiscales. No creo en el desconocimiento sino en una manipulación clara de unos y otros que nos deja a la mayoría en medio. Y esos unos y otros saben muy bien lo que hacen sin dar datos de ningún tipo.

-Salvador Cardús, uno de los ideólogos de Artur Mas y miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional habla de la textura de las emociones. "Cuando alguien te dice 'es que me sale de dentro', ojo, porque eso es muy peligroso. Las palabras 'sincero', 'auténtico' o 'creativo' me parecen una trampa", dice.

El independentismo es una emoción, y las emociones son necesarias pero peligrosas. En este momento en el que nadie cree en nada, es sorprendente la cantidad de gente que compra el mensaje de la independencia. Pero lo más peligroso es que nadie sabe nada de lo que puede pasar el día después de la independencia. Es más, a mucha gente parece no preocuparle.

-Para muchos jóvenes, la independencia ha llegado a ser sinónimo de libertad, dice el periodista y director adjunto de El País Lluis Bassets.

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Para la generación de Bassets, que es la mía, la democracia era la libertad. Luego descubrimos que la democracia no era la gran panacea, pero cuando vivíamos la dictadura la democracia era el horizonte. La independencia es un sentimiento. Y los sentimientos no analizan las cosas en profundidad, algo que explotan los manipuladores que usan todo el tiempo términos como "nosotros", los buenos, y "ellos", los malos. Lo sé por mi experiencia en publicidad. Si ahondas en esos mensajes, en realidad no hay nada. Y no es verdad que en Cataluña no haya libertad, lo que hay es gente que vende milagros y mucha otra que necesita creer en ellos.

"No es verdad que en Cataluña no haya libertad, lo que hay es gente que vende milagros y mucha otra que necesita creer en ellos"

-La independencia es el milagro en el que hay que tener fe.

Es la tierra prometida que hace feliz a la gente. Nadie te pide garantías y así tú puedes seguir prometiendo como si fueras Moisés. Todo sin que haya necesidad de saber si es verdad o no. Se necesita que sea verdad.

-¿Es Artur Mas un converso?

No. Tampoco independentista. Artur Mas es alguien cabreado, que cree que lo han engañado. Como creo que es honesto, cree que su cabreo es justo y se comporta como un independentista. Preguntarse si es independentista da igual porque se comporta como tal. Él recibió dos veces un portazo y no lo ha perdonado.

-¿Tiene arreglo lo que está jodido?

Nada volverá a ser como antes, pero no sé lo que va a cambiar. Si se solucionan algunos problemas económicos o fiscales, todo puede bajar de intensidad. Habrá quien diga que algo tiene que cambiar para que todo siga como antes, pero yo creo que en este caso no es así. El Estado de las autonomías está superado y habrá que hacer concesiones, pero yo no creo en la independencia y creo que no se hará la consulta.

-¿Siendo ERC una fuerza determinante en Cataluña, quién será capaz de parar la corriente que encarna Junqueras?

A Oriol Junqueras le encantaría que no se hiciese la consulta porque entonces ya tiene ganadas las elecciones. El que está en un punto crucial es Artur Mas. Mi teoría es que en un momento de lucidez o de espanto, se dio cuenta de que no iba a pasar a la Historia. Se puso delante de la manifestación pensando que si ganaba sería un héroe y si no, un mártir. Y ya sabes que los héroes o mártires son muy valorados en todas partes.

"Artur Mas se puso delante de la manifestación pensando que si ganaba sería un héroe y si no un mártir"

-El periodista Josep Cuní dice que José María Aznar agitó el patriotismo de bandera y Zapatero el de cartera. ¿Cuál es más peligroso?

El peligroso siempre es el de bandera, pero el que más existe es el de cartera. Creo en la tierra, pero no en la patria. En ninguna. Para mucha gente, la patria es el bolsillo. Creo que fue Hermann Hesse el que dijo que todo patriota es un hombre confuso. No me fío de los patriotas porque creo que son de cartera. Puedo respetar al individuo que se define como patriota, pero cuando el patriota es periodista, político o vive de subvenciones... Tiendo a no creerme nada de los que han hecho de la patria oficio o negocio, en Cataluña o en España.

-¿Qué tiene que pasar para que "lo nuestro" no se joda más?

Creo que está jodido. Ahora estamos en la etapa del laissez faire. Unos, porque no quieren o no pueden y otros porque les va genial. Los que mejor lo tienen son ERC y los que peor CiU o el PSC, que pueden desaparecer.

En algunos círculos que estaban en contra de la consulta, independentistas y no independentistas se dan cuenta de que el mal menor sería celebrarla. Porque si no hay consulta, gana ERC. La consulta permitiría una cierta libertad en los votantes. Si se va a una elecciones plebiscitarias, algo que como la creación "derecho a decidir" tampoco existe, el escenario sería otro. Y la moderación cada vez más es vista como cobardía. Sólo triunfan lo blanco y lo negro.