Bárcenas cumple un año en la prisión de Soto del Real

Bárcenas cumple un año en la prisión de Soto del Real

LASEXTA

365 días en Soto del Real. El extesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas cumplirá este viernes un año en la cárcel de Madrid sin haber arrojado luz sobre el destino de parte de los 48,2 millones de euros que en enero de 2008 llegó a acumular en dos bancos de Ginebra (Suiza).

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que envió a la cárcel al extesorero el 27 de junio de 2013, mantiene imputado a Bárcenas en el 'caso Gürtel' y en la pieza separada en la que investiga la supuesta contabilidad B del PP por los delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho, falsedad documental y estafa procesal en grado de tentativa.

El juez atribuye los mismos delitos que a Bárcenas -excepto el de cohecho- a la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, quien "no tiene ni para Coca Cola" según declaró el pasado 28 de mayo el exsenador del PP y amigo del matrimonio Luis Fraga.

Las cuentas de los dos, su vivienda en Madrid y su chalet en la estación de esquí de Baqueira Beret están embargados desde julio de 2013 para cubrir las responsabilidades civiles que podrían afrontar en un eventual juicio, que ascenderían, respectivamente, a 43,2 y 6 millones, respectivamente.

EL RASTRO DEL DINERO

Mientras tanto, el juez Ruz sigue rastreando tres transacciones a Uruguay por valor de tres millones de euros que el extesorero realizó entre abril y junio de 2009, dos meses después de que se produjeran las detenciones de los cabecillas de la trama, según fuentes jurídicas consultadas.

Las dos primeras, de un millón de euros, acabaron en una sociedad denominada Grupo Sur de Valores y la tercera, también por valor de un millón, fue a parar a Lidmel International. Según una comisión rogatoria que las autoridades de Uruguay remitieron al juez en junio pasado, una parte de esa inversión -920.000 dólares (679.733 euros)- fue repartida en 23 transferencias a compañías de siete países: Argentina, Estados Unidos, China, Hong Kong, Tailandia, India y Gran Bretaña.

Estas compañías se dedican a la distribución de dispositivos GPS de la marca Garmin, la fabricación de cosechadoras agrícolas, artículos de bisutería, pantallas LED para eventos deportivos, escenarios y aparatos para masajes, servicios de transporte internacional de carga y alquiler y venta de inmuebles.

CINCO PETICIONES DE LIBERTAD

Durante el año en el que Bárcenas ha permanecido en prisión, su abogado, Javier Gómez de Liaño, ha solicitado su puesta en libertad en cinco ocasiones -todas denegadas-, la última de ellas a comienzos de este mes alegando que el Tribunal Penal Federal de Suiza revisará la autorización que tenía el juez Ruz para que la documentación que le ha facilitado en el marco del 'caso Gürtel' sea utilizada en un futuro juicio oral. El magistrado ha rechazado los documentos suizos este miércoles alegando que no los necesita para llevarle a juicio.

Tanto el juez Ruz como la Sala de lo Penal han mantenido la situación de prisión provisional de Bárcenas alegando que sigue latente el riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de destrucción de pruebas y que el imputado no ha colaborado con la justicia para poner al descubierto todo su patrimonio.

UNA VIDA DISTINTA

El extesorero, que antes de su detención mantenía un alto de nivel de vida con continuos viajes de esquí a las estaciones más caras de los Alpes y cenas en restaurantes de lujo, se ha tenido que acostumbrar este año a vivir con un máximo de 80 euros a la semana que únicamente ha podido gastar en el economato de la prisión.

Bárcenas fue muy bien recibido en Soto del Real hasta el punto de que varios compañeros de celda llegaron a describirlo como "un héroe" y "una persona majísima". Según fuentes penitenciarias consultadas, en julio de 2013 el extesorero popular recurrió a un demandero, figura habitual en las cárceles, para que le hiciera llegar los puros que se suele fumar en el patio, ya que no le gustan los que venden en el economato.

El peor episodio vivido por Bárcenas en prisión se produjo el 31 de diciembre pasado, cuando tuvo que ser ingresado en el Hospital Gregorio Marañón tras sufrir una urticaria. Durante ese traslado mantuvo un enfrentamiento con la Guardia Civil por el que fue sancionado sin paseos en el patio.