Transferir dinero a un amigo ya es tan fácil como enviar un mensaje

Transferir dinero a un amigo ya es tan fácil como enviar un mensaje

SNAPCHAT

Cuando se dice que "el futuro es móvil" no es una exageración. La tecnología nos está facilitando las tareas más cotidianas, como puede ser la de dejarle dinero a un amigo o devolverle lo que le debías. El último en subirse al carro ha sido Snapchat, con Snapcash, aunque no es el único caso.

La idea de Snapcash es hacer la transferencia de dinero lo más sencilla posible: se trata simplemente de un botón en una aplicación en el que introduces una cantidad y puedes enviarla a tus amigos de forma muy sencilla. Igual que con otras aplicaciones de mensajería podemos mandar contactos, localizaciones o archivos adjuntos, Snapchat ha decidido que el dinero también sea algo susceptible de ser incluido en la plataforma.

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Snapcash, eso sí, no es un desarrollo 100% propio de Snapchat: por detrás tienen a Square Cash, la solución de Square para pequeñas transferencias entre particulares. Con esta herramienta, enviar dinero es tan sencillo como enviar un correo desde tu móvil u ordenador, y todo sin comisiones —la única forma de convencer a consumidores de que lo usen para pequeños pagos.

Google también tiene algo parecido con Wallet. Su aplicación nos permite enviar dinero a otros usuarios de Wallet, ya sea desde Gmail o desde nuestro móvil. Y otros actores como Facebook parece que se están preparando para ofrecer cosas similares.

Curiosamente, la empresa que ha liderado los pagos por Internet, PayPal, se está quedando por detrás en ese sentido. Sí, permite enviar dinero a otras personas, pero está más orientado a que sean transacciones comerciales y no tanto entre particulares.

Los bancos también se suben al carro

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Una de las desventajas de los sistemas de pago entre particulares es que quien te ofrece el servicio no es el mismo que tiene tu dinero (tu banco). Es decir, que al final estas soluciones no son más que parches, por así decirlo, que tienen complicado avanzar. Sólo hay que ver que la mayoría apenas han salido de Estados Unidos.

Por suerte, parece que eso está cambiando en los dos sentidos. Por un lado, la banca está creando servicios como Yaap Money, la apuesta de Santander, Telefónica y La Caixa, entre otros, para facilitar pequeños pagos entre particulares. Sólo hay que vincular una tarjeta de crédito y la aplicación móvil se encarga de facilitarnos la vida, enviando (o pidiendo) dinero a amigos o familiares que nos aparecen en el listado solo con seacontactos del teléfono, amigos en Facebook o seguidores de Twitter.

Por otra parte, las nuevas empresas tecnológicas cada vez están fijándose más en los pagos móviles. Google, Microsoft y Apple tienen aplicaciones y plataformas para permitir pagar con el móvil o incluso con nuestro smartwatch, a través de NFC. Y si llega un momento en el que tener el dinero en nuestro móvil no sea algo raro, tampoco lo será transferirlo con un toque a nuestros amigos o a través de la aplicación de mensajería de turno.

El mayor reto no estará en la tecnología: eso ya está listo. La cuestión será ver los modelos de negocio que surgen a raíz de los pagos móviles. Las comisiones por transferencia no parecen una buena alternativa. ¿Triunfarán los modelos premium, estilo Square, o los pagos móviles serán una commodity gratuita de bancos y empresas a cambio de controlar nuestro dinero?

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