'Qué triste es el primer adiós' de Onda Vaselina ya tiene 25 años

Los recuerdos son engañosos. Nuestra mente nos miente, y nos hace recordar algo que pasó hace poco como si hubiera ocurrido hace mucho... pero en general ocurre al revés: hechos que tenemos en nuestra mente como muy recientes han tenido lugar hace más tiempo del que creemos. Algo que nos pasa especialmente con los recuerdos de nuestra infancia y juventud. De ahí que nos asombre que La historia interminable haya cumplido ya 30 años, que Mary Poppins se estrenara hace medio siglo... o que un grupo con el que muchos empezaron a bailar se haga mayor: Onda Vaselina cumple 25 años.

Como el propio grupo explica en su página oficial, su primer disco se publicó en 1990, aunque la banda se unió en 1989 y ahí empezaron sus primeros temas. En él estaba incluido su gran hit Qué triste es el primer adiós. Hoy día los integrantes siguen juntos, aunque con algunos cambios y separaciones (Onda Vaselina se desintegró en 2003 y volvió en 2010), y hace pocos meses dieron varios conciertos en México, su país de origen, para celebrar su cuarto de siglo.

Este grupo de -ya no tan niños- mexicanos con ritmos y elementos de los años cincuenta en Estados Unidos (batidos, beisboleras, institutos con taquillas, tupés) primero se llamó La Onda Vaselina, luego perdió el La y ahora se hace llamar OV7. Su éxito en la España de los noventa fue rotundo. En 1991 hicieron una gira por el país en la que llenaron estadios, y en 1992 acudieron a la Expo de Sevilla en representación de México. Incluso se llegó a editar una revista y un libro sobre ellos.

Entre los grandes éxitos de su primer disco, también titulado La Onda Vaselina (en homenaje a la película Grease, que en México se tradujo como Vaselina), se encontraban canciones que hoy son clásicos como ¡Qué buen reventón!, Mi novio volvió, El doctor brujo, Una chavita o un clásico del desamor adolescente: Qué triste es el primer adiós.

La letra de Qué triste es el primer adiós, cuyo videoclip es del año anterior, 1989, es todo un canto a los primeros corazones rotos que corearon miles de chiquillos españoles. Todo mientras aprendían por primera vez el significado de palabras como platicar. El videoclip, lleno de corazones pintados en espejos y de lánguidas miradas perdidas, tampoco tiene desperdicio. Como la letra del temazo:

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