Draghi, al Gobierno griego: "Es necesario mucho más trabajo y es urgente"

Draghi, al Gobierno griego: "Es necesario mucho más trabajo y es urgente"

AFP

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, avisó este sábado de que Grecia tiene que hacer mucho más, y con urgencia, para que el Eurogrupo de su visto bueno en Riga el día 24 a un plan que facilitaría el desbloqueo de financiación que Atenas necesita con urgencia.

"La respuesta está en las manos del gobierno griego. Es necesario más trabajo, mucho más trabajo, y es urgente", dijo Draghi durante una conferencia de prensa en el último día de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington. "Todos queremos que Grecia tenga éxito. La respuesta está en las manos del gobierno griego", advirtió.

El llamado Grupo de Bruselas, que sucede a la antigua troika formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se reunió de nuevo para seguir negociando con las autoridades griegas un plan de reformas detallado que, hasta ahora, no convence a las instituciones acreedoras.

LA CE "NO ESTÁ SATISFECHA"

La CE ha dicho que "no está satisfecha" con el nivel de progreso alcanzado hasta ahora" y ha dejado claro que haría falta un acuerdo a nivel técnico de las instituciones acreedoras para que los ministros de Finanzas y de Economía de la eurozona puedan autorizar, al menos grosso modo, el plan de reformas de Grecia en Riga.

Por ello, la eurozona ha aumentado la presión dialéctica sobre Atenas, tanto en Bruselas como en Washington, donde están puestas las miradas estos días. En la capital estadounidense se celebra la reunión de primavera del Banco Mundial y del FMI, que ha hecho coincidir al ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, con sus homólogos europeos y los líderes de las instituciones acreedoras y del Eurogrupo.

Atenas debe devolver al FMI 746,6 millones de euros el 12 de mayo próximo, cuando su caja está prácticamente vacía. Un acuerdo con el Eurogrupo y el FMI sobre las reformas y una temprana adopción y ejecución por parte del Parlamento y el Gobierno griegos podría desbloquear una financiación de 7.200 millones de euros muy necesaria para el Gobierno griego de Alexis Tsipras.

OPTIMISMO EN ATENAS

Varufakis, que intenta aguantar las presiones de sus socios y no rendirse a lo que se califica en Atenas como "chantaje" por parte de la eurozona, dijo en Washington que su país "no juega" con la salida del euro, pero insistió en su intención de alcanzar un acuerdo que "no sea impuesto" por los acreedores internacionales.

El optimismo sobre un acuerdo antes de finales de abril se mantiene en Atenas, según fuentes del Ejecutivo heleno, que matizan que tal pacto debe "respetar las obligaciones del país a nivel internacional" y sus "compromisos" con el pueblo griego.

Estos compromisos son los que el Gobierno de Tsipras ha denominado sus "líneas rojas": las relaciones laborales -en alusión a la liberalización completa del despido en el sector privado, como piden los acreedores-, el recorte de las pensiones, el aumento del IVA y las privatizaciones.

Fuentes gubernamentales insisten en que el motivo del desacuerdo no se basa en "cuestiones técnicas" ni en que la parte griega no facilite la información que solicitan los expertos de las instituciones que trabajan en Atenas, sino en "diferencias políticas" que se conocían de antemano.