9 cosas que ocurren en las comedias románticas pero no en la realidad (GIFS)

9 cosas que ocurren en las comedias románticas pero no en la realidad (GIFS)

Hutson H/Flickr

¿Tus expectativas acerca de los comienzos de una relación son muy altas? Puedes echarle la culpa a las comedias románticas.

Aquí tenemos nueve cosas que siempre ocurren en comedias románticas pero que no han sucedido una sola vez en la vida real. En efecto, hemos hecho una comparación punto por punto de lo que pasaría en tu vida amorosa si fuese contada por Hollywood. Eso sí, que no se te suba demasiado a la cabeza.

EL BONITO MOMENTO DEL ENCUENTRO

Expectativas: Te cruzas con un tío muy guapo en el parque. Vuestros perros corren a encontrarse y sus correas se cruzan. Por poco saltáis por los aires. ¿Te suena? Muy al estilo 101 dálmatas.

Realidad: Tu perro se pone a hacer caca justo en el momento en el que habías decidido ligarte al guapo del parque. Además, al perrito le da por hacer eso de arrastrar su culo lleno de caca por la hierba. El chico guapo se ríe incómodo y se va, un poco asqueado. ¿Volverá?

TIENES UN TRABAJO CÓMODO Y CURSI

Expectativas: Trabajas en el ámbito creativo. Redactas una columna sobre sexo cada mes en una revista femenina, por ejemplo, o te dedicas a escribir tarjetas de felicitación. No se sabe cómo, pero, además, eres rica.

Realidad: Dos días a la semana trabajas de becaria en una nueva empresa de tecnología sin cobrar. El resto de la semana te dedicas a servir cafés a mamás que se dirigen a su clase de yoga. Está claro que en la cena de esta noche no serás tú la que invite.

TUS CONDICIONES DE VIDA SON TOTALMENTE UTÓPICAS

Expectativas: Tu apartamento es un mundo de ensueño para Pinterest. Ya en serio, ¿qué tipo de pacto con el diablo has hecho para conseguir un piso así en pleno centro de Nueva York?

Realidad: Puedes tocar el frigorífico con los dedos de los pies cuando estás sentado en la taza del váter. "Es algo muy singular", le dices a todas tus citas mientras les indicas por dónde pasar.

LA VUELTA A TUS RAÍCES... Y EL TÍO CACHONDO DE LA PUERTA DE ENFRENTE

Expectativas: La vida en la ciudad y las citas vía Tinder te tienen agotada. Así que decides volver a casa y descubres que el chico desgarbado de enfrente se ha convertido en el doble de Chris Hemsworth.

Realidad: Todo el mundo se ha ido de tu pueblo, excepto el chico al que le gustaba oler los botes de pegamento en el colegio. Harías cualquier cosa por amor, pero no por él.

ESE COMPAÑERO ADORABLE QUE DEBERÍA SER TU NOVIO

Expectativas: La única persona que permanece ahí en tu incansable búsqueda por el amor es tu mejor amigo. Básicamente, él es la estrella de tu vida, que te guía y te protege. Así que deja de buscar ligues, y lígatelo a él directamente.

Realidad: Tu mejor amigo es gay. Lo siento, vas un poco desencaminada.

AMOR A PRIMERA VISTA

Expectativas: ¿Qué es lo único más intenso que tu odio por alguien? Tu deseo indomable por alguien. En eso se basan algunos matrimonios.

Realidad: Bueno, hay casos en los que resulta imposible llevarse bien. Te va a dar algo si vuelves a oír una noche más su charla sobre los beneficios de una dieta sin gluten.

EL GRAN ENCUENTRO ROMÁNTICO

Expectativas: Habéis acordado quedar en algún lugar típicamente romántico, como el edificio del Empire State o el Palacio de Bellas Artes. Es ahí donde os declararéis amor eterno y donde comenzará vuestra feliz historia.

Realidad: [Voz divina que resuena en mitad del tráfico] Hoy es un día como los demás, pequeño humano. Tu cita con el destino tendrá que esperar. Disfruta del atasco y hazte amigo del conductor de Uber.

EL BESO HÚMEDO BAJO LA LLUVIA

(Vale, sabemos que El diario de Noah no es exactamente una comedia romántica, pero no hemos podido evitar incluir este gif tan sensual. De nada).

Realidad: Antes de que el agua te llegue a los zapatos, tú ya pareces un perro mojado. Si esto no es capaz de acabar con el erotismo del momento, que venga Dios y lo vea.

EL SPRINT DE ÚLTIMA HORA PARA LLEGAR AL AEROPUERTO

Expectativas: Él corre a por ti hasta el aeropuerto, justo en el momento de embarque en un vuelo que va a llevarte a Londres o a cualquier otro lugar lejano por una oferta de trabajo.

Realidad: Con indecisión, te grita suelta: "Eh, espera… mándame un mensaje cuando vuelvas a la ciudad, ¿no?".

Pues no. Simplemente, no.

Traducción de Marina Velasco Serrano