Cinco detalles del nuevo acuerdo con Grecia

Cinco detalles del nuevo acuerdo con Grecia

Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona han logrado este lunes un acuerdo sobre el futuro de Grecia, que abre la vía a la negociación de un tercer rescate para la economía griega a cambio de una estricta condicionalidad, que incluye reformas inmediatas y "mucho más duras".

Entre las principales concesiones de Tsipras en este nuevo acuerdo estarían la aceptación de reformas más exigentes que las que rechazaron los griegos en el referéndum, por lo que fuentes del Gobierno heleno recuerdan que el primer ministro no tiene mandato para ir tan lejos y debe someter el resultado a los parlamentarios. Estos son los principales detalles que se conocen:

La participación del FMI, que Atenas ha intentado sin éxito vetar, está asegurada en el nuevo programa, aunque no se ha aclarado de qué modo.

Su directora gerente, Christine Lagarde, afirmó la semana pasada que la "aguda" crisis de Grecia exige una reestructuración de la deuda. Antes, el Fondo publicó un informe en el que cifraba las necesidades de Grecia para un nuevo rescate en torno a los 50.000 millones de euros. El documento advertía de que si el paquete de reformas en consideración se debilita aún más, en particular a través de una nueva reducción de los objetivos de superávit primario y una mayor debilidad de las reformas estructurales, "se volverían necesarias quitas en la deuda".

Otro escollo hasta el último momento ha sido el fondo de privatizaciones que finalmente se creará en Grecia para vender bienes públicos por valor de 50.000 millones de euros, con la idea de reducir parte de la deuda. De ese dinero se espera que la mitad se emplee en la recapitalización de los bancos, mientras que los 25.000 millones de euros restantes se repartirían a partes iguales entre inversiones productivas y el pago de vencimientos.

Este fondo, que quedará bajo la supervisión de las instituciones europeas, es también una imposición de Alemania, a la que se resistían las autoridades griegas porque dudan de que se puedan movilizar más de 17.000 millones de euros. El FMI tampoco considera realista la cifra y apuntaba a 7.000 millones de euros al año, según fuentes europeas.

Las exigencias europeas están en la línea de revisiones muy rigurosas y rupturistas en materias como la negociación colectiva, el coste de los despidos y la política industrial.

En el lado más sensible, el de las pensiones, Europa ve insostenible el sistema actual y espera una drástica reforma para alcanzar el déficit cero. Grecia se ha comprometido a congelarlas hasta 2021 y a elevar la edad de jubilación hasta los 67 años.

Estas medidas están dentro del paquete de acciones prioritarias que el Parlamento griego deberá adoptar antes del próximo miércoles, día en que acaba el plazo de tres días que tiene Tsipras para someter a votación todas las medidas del acuerdo.

El rescate, si se aprueba, tendrá una duración de tres años y deberá tener en cuenta que las necesidades financieras de Grecia han sido fijadas en unos 86.000 millones de euros por las instituciones de la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión). Estas necesidades incluyen varios pagos urgentes en los próximos meses, vencimientos por 7.000 millones de euros para el 20 de julio y de otros 5.000 millones para mediados de agosto.

Grecia recibirá financiación inmediata y este asunto se abordará este mismo lunes en la reunión de ministros del Eurogrupo esta tarde. Los líderes han aceptado además la posibilidad de alargar los vencimientos y los periodos de cadencia de la deuda griega, si bien han cerrado la puerta a que se vaya a aceptar una quita.

La fuerte caída de los depósitos de los ahorradores en los últimos meses y semanas ha tenido como resultado que los bancos griegos dependan de la financiación del BCE. El Banco Central Europeo mantiene desde el 26 de junio el máximo de provisión de liquidez de emergencia que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia en casi 89.000 millones de euros y la semana pasada decidió aplicar mayores recortes de valor a los activos que presentan como garantía.

Grecia deberá acometer profundos cambios en su sistema financiero, sin duda el gran lastre del país, para que este no pueda caer en la bancarrota.

Con este último rescate, la cantidad de ayudas que ha recibido Grecia y la responsabilidad que tiene por los pagos asciende a cerca de 322.000 millones de euros, el 180 % del producto interior bruto (PIB) del país.

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