Hable con él

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EFE

Dos polos opuestos. Dos hombres que se conocen bien, que se respetan intelectualmente, pero con dos visiones enfrentadas sobre el futuro de Cataluña. Son el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, que este miércoles han hecho lo que piden muchos ciudadanos: hablar.

Las elecciones catalanas que se celebrarán el próximo domingo no tienen precedentes, son casi un experimento político. Ejemplo de ello es el debate que han protagonizado los dos políticos en 8tv para profundizar sobre la independencia de Cataluña. Era el cara a cara más esperado, algo extraño siendo Junqueras tan solo el ‘número cinco’ de la candidatura de Junts pel Sí, mientras que Margallo no es catalán y ni siquiera se presenta en estos comicios.

¿Entonces? Por primera vez delante de los ojos de los ciudadanos han intentado convencerles con argumentos, con leyes, con tratados, con cifras, con referencias históricas, literarias y hasta teológicas. No ha habido cortes de mangas. Y sí mucha, mucha economía, sazonada de “fronteras”.

DEL APOCALIPSIS A LA NORMALIDAD

Una Cataluña independiente, según Margallo, perdería 689.000 empleos, el paro subiría hasta el 37%, sufriría un corralito y viviría un masiva fuga de depósitos. “Un Apocalipsis poco creíble”, ha respondido Junqueras, que ha expuesto como principal argumento la fortaleza de la economía exterior de Cataluña. Todo puede ir a mejor, según el líder ERC, si Cataluña tiene un “Gobierno medianamente normal”.

En este debate hay muchos “sentimientos”, ha comentado el propio ministro, pero era la hora de hablar de manera más fría: “Siento mucha responsabilidad sobre mis hombros”. Ha sido muy directo el titular de Exteriores y le ha dicho al líder de ERC que cuando un amigo se quiere tirar por un puente siempre va a intentar disuadirlo y que estará abajo para ayudarles. “Te vas a dar una galleta monumental”, la ha trasladado posteriormente.

“¿Por qué nos amenazan constantemente?”, le ha reprochado Junqueras. Siempre en tono educado, pero firmes los dos, han centrado parte de su discusión en el hecho de la nacionalidad y de la permanencia en la UE. En “bucle”, como ha dicho el moderador, Josep Cuní. Y aquí cada uno se ha respaldado en las declaraciones y pronunciamientos internacionales que más le convienen. Margallo lo tiene claro: a Cataluña no la reconocerían ni la ONU ni la UE, además de que todos los ciudadanos perderían su condición de español.

Y, por supuesto, Junqueras ha retratado una Cataluña dentro de la UE -porque ya son “miembros”- y ha asegurado que los que quisieran mantendrían su condición de españoles libremente. "Es absurdo tener una república independiente con 7,5 millones que tengan nacionalidad española", le ha replicado el morador del Palacio de Santa Cruz.

"EN ESPAÑA SE LES QUIERE"

Cifras y letras. También han regalado algunas frases durante este duelo que pueden servir para próximas campañas de independentistas contra unionistas. “No queremos que nos españolicen”, ha lamentado el jefe de Esquerra. “Me gustaría catalanizar España”, ha expresado más tarde Margallo, quien le ha regalado un “piénselo, en España se les quiere”.

Una hora de argumentos. Y por sus palabras han desfilado desde San Agustín de Hipona hasta Albert Camus pasando por Argelia, la República Checa y Abjasia. Además, también se han lanzado mensajes entre líneas, como cuando ha dicho Margallo sobre Junqueras: “Le sigo, porque el que manda es él en todo”. Seguro que a Artur Mas no le habrá sentado muy bien.

“Vox populi, vox Dei”, ha sido la despedida de Junqueras; “Razón y corazón”, la de Margallo.

Hable con él.