China pone fin a la política de hijo único: permitirá dos por pareja

China pone fin a la política de hijo único: permitirá dos por pareja

AFP

China ha decidido poner fin a la política de hijo único y permitirá tener dos por pareja, según informa la agencia de noticias Xinhua.

La reforma, anunciada en el mismo día en el que el régimen comunista aprueba su XIII Plan Quinquenal para el lustro 2016-2020, supone un paso más en la relajación de las estrictas políticas demográficas, que comenzó en 2013 cuando se amplió el número de excepciones en las que un matrimonio podía tener un segundo vástago.

Esta ley de hijo único se puso en marcha hace cuatro décadas para luchar contra los problemas que generaba la superpoblación a nivel social, medioambiental y económico.

Según los expertos, ha servido para evitar que la población actual del país fuera actualmente de 1.700 millones de habitantes (ahora supera los 1.300 millones).

Los observadores ya esperaban que en el plenario del PCCh de esta semana, celebrado a puerta cerrada con los máximos líderes del régimen comunista, cambiase esta política, aunque se ignoraba hasta qué punto iba a llegar el cambio.

El Gobierno chino siempre defendió que el restringir a un solo hijo la descendencia de muchas parejas, sobre todo en zonas urbanas, contribuyó al desarrollo del país y a la salida de la pobreza de más de 400 millones en las últimas tres décadas, pero Pekín también admitía que se aproximaba el momento de ponerle fin.

Entre los efectos secundarios más perjudiciales de la política del hijo único para China destaca el rápido envejecimiento de su población, que ha provocado que su pirámide demográfica sea similar al de los países más desarrollados.

Pero, como recordaba el diario El País en agosto de este año, esta política ha generado una doble controversia. Por un lado, las denuncias de abortos y esterilizaciones forzosas. Por otro, el problema que ha generado en el sistema de Seguridad Social, al provocar un envejecimiento en la población.

A esto se une que el Gobierno chino no logró que las mujeres a las que se permitió tener un segundo hijo en 2013 lo solicitasen y que la idea de añadir otro miembro a la familia se ha convertido, para muchas mujeres, en una quimera.