10 trucos para mantener tu 'tupper' como nuevo

10 trucos para mantener tu 'tupper' como nuevo

TUPPERWARE. 08.16.2006. Tupperware which features a dressing dispenser located on the lid with push through button.(Harrison Smith/Toronto Star) (Photo by Harrison Smith/Toronto Star via Getty Images)Harrison Smith via Getty Images

Dicen las estadísticas que cuatro de cada diez españoles que comen fuera de casa en su jornada laboral lo hacen de tupper. La tartera se ha instalado en nuestras vidas. Y como en todo, hay clases. En el escalafón más alto, los que se lo curran a diario y demuestran que comer en el trabajo no es ni mucho menos comer mal. Pero claro, también están aquellos que suelen llevar en el tupper lo primero que pillan, cumpla o no el requisito de apetecible.

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Lo que es un hecho es que todos, tanto los más sibaritas como los más cutres del carry home made food (algo como llevar comida hecha en casa), están obligados a mantener sus tarteras bien limpias y sin olores. Aunque si hacemos este artículo es porque sabemos que a más de uno se le ha tintado para siempre la suya de rojo tomate, y que otros nunca han sido capaces de hacer desaparecer ese olor rancio que dejó aquella comida que, pobre, pasó tanto tiempo encerrada. Si es así, puede que sea el momento de jubilarla. Año nuevo, tupper nuevo. Y además ahora los hay realmente sofisticados.

Pero lo más importante en cualquier caso es cuidarlo. Basta seguir estos consejos para mantenerlo como nuevo:

1. Lava el tupper justo después de comer. La idea es evitar que lo cierres con los restos dentro y te olvides de él hasta quién sabe cuando. Cuando termines de comer, lávalo con jabón o, como mínimo, enjuágalo bien con agua. Si tampoco hay agua (¡dónde demonios trabajas!) al menos pásale una servilleta de papel y quita los restos y la grasa.

2. Mételo en el lavavajillas. Aunque lo hayas lavado a mano, la temperatura de lavado y el jabón del lavavajillas acabarán con cualquier indicio de suciedad que pudiese haber. Eso sí, comprueba antes que tu tartera sea apta para este electrodoméstico.

3. Adiós a los olores. Aún siendo riguroso en el lavado diario, tu fiambrera pasa muchas horas cada día con comida dentro, y cada día con algo diferente (lentejas, pasta, pescado…). Por eso no es extraño que termine cogiendo olorcillo. Para evitarlo, puedes pasarle una esponja con vinagre blanco una vez a la semana y dejar que este actúe uno 20 minutos. Luego vuelve a lavar bien el tupper. También puedes dejarlo un rato con zumo de limón y agua tibia. Y luego aclarar, obvio.

4. Prohibido estropajos de aluminio. ¿Se te resiste un resto pegado de comida, una mancha? Ni se te ocurra frotar el tupper con el nanas. Al poner tu fuerza bruta al servicio del estropajo vas a rayarlo y a provocar pequeños cortes donde se acumulará comida que será más difícil de quitar.

5. Que corra el aire. Después de los niveles de concentración de comida a los que la tienes acostumbrada, y tras un intenso lavado, tu tartera necesita airearse. Incluso aunque el lavavajillas lo haya secado bien, déjalo sobre la encimera un buen rato para que respire un poco.

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6. La sal de la vida. El ingrediente estrella de muchas comidas también sirve para otras muchas cosas, como por ejemplo poner a punto tu recipiente. Cuando guardes los tupper (cajón, armario, despensa…) pon un poco de sal en el fondo y nunca los tapes. La sal acabará con la humedad que pueda quedar en su interior.

7. ¿Cuánto hace que no compras un periódico? Pues ya tienes un buen motivo (por si estar bien informado no lo era…). Si guardas tus fiambreras con papel de periódico dentro también evitarás que cojan malos olores.

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8. En previsión de… Puedes hacer cosas muy fáciles para impedir que la comida impacte sobre tu tartera. Por ejemplo, impregnar con una fina capa de aceite sus paredes antes de echarla. O esperar a que esta se enfríe antes de introducirla en el recipiente, ya que el calor puede hacer que el tupper coja más fácilmente el color (y el olor) de la salsa.

9. Se ha coloreado. ¿Y ahora qué? Tranquilo, ya hay gente a la que le ha pasado y lo ha resuelto con imaginación. No se garantiza nada (a saber de qué color estará ya el tuyo…), pero prueba dejando la tartera en agua caliente, con un puñadito de sal gruesa y un chorro de vinagre blanco toda la noche (y luego al lavavajillas). Otros lo han resuelto haciendo una pasta con agua y bicarbonato y poniéndolo en el fondo del tupper un par de horas antes de volver a lavarlo concienzudamente.

10. ¿Y si le echo polvos mágicos? No podía haber un artículo sobre trucos caseros sin polvos de talco. Pues sí, también sirven para absorber la grasa. Pasa primero papel de cocina por la fiambrera, espolvorea polvos de talco y espera un cuarto de hora. Luego, como siempre, lava y aclara bien.

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BONUS TRACK. La mancha eterna de tomate no se quita y estás hasta el moño de frotar. Pues bien, prueba el truco final: pasa un cepillo de dientes viejo con tu pasta por el interior del tupper manchado, luego echa agua y jabón y… voilà. Hasta mañana.

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