Tsipras, molesto con Tusk por alentar el cierre de fronteras en los Balcanes

Tsipras, molesto con Tusk por alentar el cierre de fronteras en los Balcanes

HAKAN GOKTEPE/AFP

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se ha mostrado molesto con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que este miércoles agradeció a los países de los Balcanes el cierre de sus fronteras para impedir la entrada a la UE de miles de migrantes y refugiados que están situación de emergencia en Grecia. Al líder de Syriza no le viene bien que cierren el paso a esas personas que quieren continuar su camino a Alemania, Austria y otros países. Sin embargo, no tardó en reunirse con su homólogo turco el pasado martes para poner en marcha el plan de deportación masiva a Turquía, que la ONU y ONG condenan por sus defectos legales y morales.

Tusk, a través de Twitter, proclamó: "El flujo irregular de migrantes a través de la ruta de los Balcanes orientales ha terminado". Como suele ser habitual, el dirigente europeo eligió la palabra "migrante", en lugar de refugiados, cuando ACNUR, la agencia de para los refugiados de Naciones Unidas, ha insistido en que más del 90% de los que llegan a Grecia por el Mediterráneo son demandantes de asilo procedentes "de los 10 países que más refugiados emiten en el mundo, entre ellos Siria, Afganistán e Iraq". Por lo tanto, de acuerdo a la legislación internacional, tienen derecho a solicitar asilo.

Además, afirmó que "no es una cuestión de acciones unilaterales, sino una decisión común de los 28". "Agradezco a los países de los Balcanes por poner en marcha parte de la estrategia global para gestionar la crisis migratoria", añadió.

El primer ministro griego ha contradicho a Tusk. También a través de Twitter, le ha recordado que "la ruta de los Balcanes occidentales ha terminado debido a las acciones unilaterales de algunos países. La UE no tiene futuro así. Esperamos que el señor Tusk, presidente de los 28, centre sus esfuerzos en implementar las decisiones comunes y no en alentar a los que las ignoran".

En su declaración final de la cumbre celebrada el pasado lunes, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE hablan implícitamente de un cierre de fronteras, pues dejan claro que se vuelven a aplicar los reglamentos de Schengen, lo que implica que los refugiados tienen que solicitar asilo en el primer país comunitario al que entren.

En concreto, el párrafo de la declaración que alude a esta cuestión dice que los jefes de Estado y de Gobierno "recordaron además que el Consejo Europeo, en su reunión de los días 18 y 19 de febrero, decidió volver a una situación en la que todos los miembros del espacio Schengen apliquen plenamente el Código de fronteras Schengen, tomando en consideración la especificidad de las fronteras marítimas, y poner fin a la política de permitir el paso".

Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia empezaron este miércoles a aplicar más restricciones fronterizas para acabar con la entrada irregular de personas a través de los Balcanes occidentales hacia territorio comunitario y solo dejan pasar a los que tengan visados y pasaportes.

Desde el pasado otoño los refugiados llegados desde Turquía a las costas griegas seguían su viaje por Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia hasta Austria, Alemania y otros países del norte de Europa en la que se bautizó como ruta de los Balcanes.