Hallan 22 caballos y 4 perros desnutridos en Málaga y detienen a dos personas

Hallan 22 caballos y 4 perros desnutridos en Málaga y detienen a dos personas

Estremecedor. Dos personas han sido detenidas por la Policía Nacional por delitos de maltrato animal en Vélez Málaga, tras haber hallado en una finca 22 caballos y cuatro perros desnutridos, enfermos y en estado de abandono. Los dos propietarios del recinto, de 44 y 75 años, han sido detenidos por delitos de maltrato animal.

Los animales han sido localizados, desnutridos y confinados en unas instalaciones peligrosas que suponen una violación de la normativa de bienestar animal. Algunos de ellos han necesitado intervención veterinaria urgente, por la gravedad de las enfermedades que presentaban, y han sido entregados posteriormente a varias asociaciones y protectoras de animales.

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Uno de los caballos maltratados, en una imagen de la Policía Nacional.

La investigación se inició cuando una asociación defensora de los animales alertó a los agentes de que, al parecer, varios caballos y perros se encontraban en situación de abandono y desnutrición grave en una finca situada en la zona de El Trapiche, de la localidad malagueña de Vélez Málaga. Los policías comprobaron estos hechos y confirmaron, apoyados en informes veterinarios, que en aquella propiedad se hallaban 22 caballos y cuatro perros desprotegidos.

Ante esta situación, los agentes detuvieron a los propietarios de los animales por su presunta responsabilidad en delitos de maltrato animal. Los canes -así como la finca en la que se localizaron- pertenecían al mayor de los detenidos. Los equinos hallados eran propiedad del otro arrestado.

LESIONES INCURABLES

Entre los 22 equinos de la finca se localizó un poni que tuvo que ser sacrificado, ya que lo recomendó el veterinario. El animal tenía una lesión incurable en una de sus patas que le provocaban un sufrimiento continuo y que no podía ser paliado. Asimismo, se encontraron dos yeguas en un estado de salud crítico: una de ellas presentaba una delgadez extrema, así como heridas infectadas y úlceras en gran parte de su cuerpo, principalmente en patas y lomo, la otra yegua mostraba también una lesión ensangrentada en una de sus patas.

Los cuatro perros también fueron descubiertos en una situación de abandono grave, indefensos y sin recibir los cuidados básicos -en especial en lo referente a la alimentación-, poniendo así en peligro su vida e integridad física. Bajo la supervisión veterinaria, los perros fueron examinados uno a uno. Una hembra de raza bodeguera carecía de algunas piezas dentarias delanteras y tenía grandes dificultades para caminar a cuatro patas. Los otros tres perros, de delgadez extrema, se encontraron cercados por escombros, dos de ellos amarrados sin posibilidad de salir de allí.

NI VACUNAS NI CHIP

Ninguno de los canes intervenidos en la finca había sido vacunado, ni identificado individualmente mediante el chip electrónico normalizado. La normativa marca el plazo máximo de tres meses desde su nacimiento para que dicho chip sea implantado por un veterinario en el animal. Algunos de los equinos tampoco tenían dicho chip obligatorio.

Las instalaciones, -desde un punto de vista biosanitario-, eran peligrosas para los animales y suponían una violación de la normativa de bienestar animal, según los expertos veterinarios. En una inspección sobre el terreno, los investigadores observaron escombros, chapas metálicas oxidadas y restos de alambrada de espino en el lugar donde permanecían confinados los equinos. Además, la explotación no contaba con permiso para tener estos animales.

PRECEDENTES

Con las investigaciones realizadas, los agentes constataron que otros dos perros habían sido recuperados de la finca por una asociación de protección animal en el mes de enero, al necesitar tratamiento veterinario urgente. Uno de ellos es Bobby, un can que presentaba una herida sangrante en el cuello, -provocada por una cuerda que lo mantenía atado las 24 horas del día-, por lo que requirió 30 puntos de sutura en la zona del cuello. También tenía una grave enfermedad parasitaria.

El segundo de los perros recuperados a principios de año es Negro, un cruce de labrador, y fue hallado con las orejas amputadas y con una tibia fracturada. Negro tuvo que ser sometido a un tratamiento urgente para sanar dicha fractura y, además, tuvieron que extraerle los espolones por encontrarse en estado de putrefacción.