Por qué los españoles prefieren ser funcionarios a emprender

Por qué los españoles prefieren ser funcionarios a emprender

LinkedIn

Donde más duele. Ahí es donde golpeó Antonio Banderas en El Hormiguero a la cultura del trabajo y el emprendimiento de los españoles. Según el actor malagueño, “hubo unas encuestas, creo que en Andalucía, en las que preguntaban a los estudiantes qué querían ser cuando acabasen sus estudios: el 75% quería ser funcionario”, lamentó.

“Esa misma encuesta se hizo en Estados Unidos y el 75% dijo que querían ser emprendedores, dueños de sus propias vidas”, sentenció con unas declaraciones que no tardaron en compartirse en las redes sociales.

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Sarah Harmon es responsable de Talent Solutions en España y Portugal de LinkedIn, red profesional que conecta a 443 millones trabajadores y estudiantes en todo el mundo. Harmon ahonda en el planteamiento y señala el origen del problema: “En España la gente está educada para la seguridad, es cultural”.

Según la responsable de LinkedIn, la solución para salir de esa dinámica perniciosa, en la que se prima la seguridad sobre el esfuerzo, pasa por un cambio en la enseñanza de los niños que les permita moverse en un mundo global y competitivo. Asimismo, anima a los españoles a ser dueños de sus propias carreras: "No se puede esperar a que otra persona te lo dé todo hecho”, afirma Harmon, quien considera que “la clave para no perder tu trabajo es no dejar de aprender nunca y asumir siempre nuevas competencias. La inercia es el peor enemigo de una buena carrera profesional”.

EL FUTURO PASA POR RENOVARSE

El 55,3% de los españoles está aterrado por el paro, el desempleo es la principal preocupación de la población —según el CIS— y 4.011.172 personas —el 21% de la población activa— está sin trabajo. Estos datos llevarían a pensar que nunca va a existir hueco para acoger a tanta oferta de mano de obra. Pero el futuro pinta bien distinto, con más demanda de ciertas competencias que trabajadores.

Harmon recuerda la paradoja planteada en el World Economic Forum de Davos del pasado enero: “No vamos a poder producir profesionales suficientes para cubrir la demanda de nuevas competencias digitales en el mundo y no estamos preparando a la Generación Z para ello”.

Lo que ya es una realidad es que en 2015 hubo en España un millón de vacantes difíciles de cubrir. Se trata de puestos de desarrollo móvil, ciberseguridad o especialistas en marketing SEO/SEM, pero también de consultoría, comerciales o ingenieros con idiomas y dispuestos a viajar ante la gran actividad de las constructoras en el extranjero. “Existen muchas oportunidades, pero hay una brecha entre competencias y demandas que no se soluciona lamentándose, hay que hacer algo”, sentencia Harmon, quien interpreta que “el primer problema que tiene España es que hay mucha gente en paro que tiene que renovarse, coger nuevas habilidades y adaptarse al mundo”.

Sólo en el sector de la construcción la explosión de la burbuja inmobiliaria ha dejado en el paro a más de 1,1 millones de trabajadores en apenas cuatro años. La crisis también dejó sin empleo a 900.000 personas en la Industria, 200.000 en la Agricultura o 156.000 en el Comercio —según datos de la Encuesta de Población Activa—. “La construcción no se va a recuperar, es imposible, el gran reto que tiene ahora el Gobierno es dirigir a esas personas y explicarles dónde están las oportunidades del futuro”, razona la responsable de LinkedIn Talent Solutions en España y Portugal.

Harmon aboga por un cambio de mentalidad en los trabajadores españoles “para que sean más activos, no se depriman y persigan la oportunidad”, y a las empresas para que, en vez de despedir, “fomenten la formación y digan qué puestos necesitarán en dos o tres años”.