El presunto asesino de Jo Cox tenía problemas mentales y estaba interesado en grupos supremacistas

El presunto asesino de Jo Cox tenía problemas mentales y estaba interesado en grupos supremacistas

AFP

Thomas Mair, al que los medios británicos identifican como el asesino de la diputada laborista Jo Cox, tenía problemas mentales y estaba interesado en grupos supremacistas blancos, sin que por el momento se conozca el motivo por el que atacó a la parlamentaria.

El hermano de Mair, Scott, ha relatado que éste tenía "una historia de enfermedad mental" pero había recibido "ayuda". "Todavía me cuesta creer lo que ha ocurrido. Mi hermano no es violento y no es para nada político", ha afirmado, según publica este viernes The Telegraph.

Los vecinos también han contado al diario que Mair, de 52 años, vivía solo desde hacía 20 años, cuando murió su abuela, y aparentemente nunca había tenido un empleo a jornada completa. Asimismo, habría comentado que había recibido "psicoterapia y medicación".

Según el Telegraph, Mair, que nació en Escocia pero residía en Birstall, cerca de Leeds, desde hacía décadas, estaba suscrito a 'S.A. Patriot', una revista sudafricana publicada por White Rhino Club, una organización partidaria del apartheid.

LOS VÍNCULOS CON GRUPOS SUPREMACISTAS

El club define la línea editorial de la revista como contraria "a las sociedades multiculturales" y al "islam expansionista". El periódico cita como fuente un blog atribuido al grupo y fechado en 2006 en el que se define a Mair como "uno de los más tempranos suscriptores y partidarios de 'S.A. Patriot'".

Por su parte, el Souther Poverty Law Center, una organización estadounidense dedicada a combatir el odio, ha informado de que Mair era un comprometido partidario de la Alianza Nacional (NA), una organización neonazi estadounidense.

De acuerdo con este centro, que publica en su web varios documentos a los que ha tenido acceso para sustentar su información, Mair compró un manual de NA en 1999 que incluía instrucciones sobre cómo construir una pistola. Varios de los testigos del ataque del jueves relataron que el arma usada parecía ser de fabricación casera o muy antigua.

Según los documentos, Mair envió más de 620 dólares a NA en concepto de suscripciones a las publicaciones de la organización, entre ellas obras que daban instrucciones sobre "química de la pólvora y los explosivos", "sustancias incendiarias" y el citado manual sobre la fabricación de pistolas con componentes que pueden encontrarse con facilidad.

COX RECIBIÓ MENSAJES MALINTENCIONADOS

Por otra parte, la Policía ha informado de que Cox había contactado con ellos tras recibir "mensajes malintencionados" y que se procedió a detener a un hombre, que no es el sospechoso de haberla asesinado este jueves.

"Los agentes recibieron una denuncia de comunicaciones maliciosas por parte de Jo Cox y en marzo de 2016 detuvieron a un hombre en relación con la investigación", ha indicado la Policía, según Reuters. "El hombre aceptó subsiguientemente una advertencia de la Policía", ha añadido.