La solución 'in extremis': una abstención colectiva

La solución 'in extremis': una abstención colectiva

GTRES

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no ha conseguido todavía ningún apoyo de otro partido. El PSOE repite en público que votará ‘no’. Ciudadanos no se atreve a dar ningún paso. Unidos Podemos sigue enfrascado en su análisis interno y en voz baja se ofrece a Pedro Sánchez. Ninguna de las cuentas sale.

¿Y entonces? ¿Tendremos Gobierno? ¿Está abocada España a ir a otras elecciones a finales de año? En el Partido Popular confían en que al final los socialistas sucumbirán ante la presión interior y exterior y facilitarán que haya Ejecutivo. Rajoy espera, deja masticar al PSOE este posible giro.

El mundo político capitalino vive mientras estos días desconcertado, a la espera de algún cambio y compartiendo teorías y fórmulas aritméticas. Y aparece un horizonte muy difícil, el que propiciaría el rechazo a Rajoy en el Congreso, el fracaso de cualquier alternativa y la obligación de ir otra vez a las urnas.

Entonces surge ahí una solución in extremis. Según fuentes parlamentarias, podría intentarse en ese momento y “a pocas horas” de que terminase el plazo para intentar otra investidura un acuerdo “colectivo” para que se abstuvieran las fuerzas de la oposición. Ningún partido del ala de izquierdas quiere salir de este proceso como el que dejó a Rajoy en La Moncloa, pero esto permitiría no ir a elecciones con un acuerdo “colegiado”. “Pero ahí tendría que abstenerse hasta Bildu”, comentan las fuentes.

Por el momento este es un escenario del que hablan algunos diputados si se llega a una situación límite. Sería un intento desesperado también para no cargar con las culpas de ir a otros comicios, algo que también puede perjudicar mucho a los partidos ante los ciudadanos en una nueva campaña. Una posibilidad “complicada”, pero ahora mismo “nada es descartable”.

Esta opción ha sido apuntada en público este lunes por el líder del PSC, Miquel Iceta, que ha dicho en una entrevista en Telecinco que "Rajoy ha de intentarlo y, si no lo consigue, corresponderá al PSOE hablar con el resto de fuerzas y hacer una propuesta, de investidura o de otro tipo". En ese sentido, ha comentado que la propuesta pasaría por "acordar la abstención de diversos grupos, pactar una agenda legislativa o volver a hablar con Rajoy".

Desde Podemos, Íñigo Errejón ha respondido que el "coste" de una hipotética abstención del PSOE en la investidura del líder del PP no es algo que "haya que compartir" con otros grupos.

RONDA DE CONTACTOS Y CALENDARIO

El presidente del Gobierno continúa la ronda de contactos esta semana. Se verá con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y con el de Ciudadanos, Albert Rivera, este martes en el Congreso de los Diputados. Hasta el momento ha mantenido reuniones con Coalición Canaria -que podría dar su apoyo en la investidura- y con el PNV y ERC, que no están dispuestos a darle sus votos. El miércoles será el turno del encuentro con Sánchez, al que le trasladará la idea de que le apoya o habrá que ir a comicios.

La cita entre Rajoy y Rivera es clave. Si el PP consiguiera sumar a Ciudadanos, tendrían en total 169 diputados. Les faltarían únicamente siete para llegar a la mayoría absoluta necesaria para lograr la investidura en primera ronda. Ahí siempre se piensa en otros partidos para complementar el bloque de centro derecha, como PNV, CDC y CC.

En este juego de sumas y restas, en el PP estaban muy atentos a lo que sucedía este sábado en el Comité Federal del PSOE -máximo órgano entre congresos-. Sánchez confirmaba ese día que votará en contra de Rajoy, que no dará su apoyo a un Gobierno y que no entrará en una gran coalición. Estas palabras fueron respaldadas por los barones del partido.

No obstante, el Comité Federal del PSOE no plasmó en una resolución escrita esta postura. En cambio, sí lo hizo en la reunión que mantuvo tras las elecciones del 20 de diciembre. En aquella cita, los socialistas dijeron ‘no’ a Rajoy y dejaron abierta la puerta a intentar un Gobierno alternativo. Por lo tanto, esta opción podría intentarse teóricamente.

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El PSOE vive un fuerte debate interno. Algunos sectores del partido creen que hay que dejar gobernar al PP porque no se puede articular una mayoría alternativa con los 85 diputados logrados en junio. En cambio, barones afines a Sánchez le animan incluso a intentar la investidura en caso de que Rajoy no se presente o no logre los votos. Los socialistas no han dicho públicamente qué van a hacer en ese momento. Sánchez se comprometió a liderar la oposición este sábado, pero algunos barones creen que intentará lograr La Moncloa en caso de que el PP falle.

Por el momento solo hay una fecha fija en el calendario: el 19 de julio. Ese día se celebrará la sesión constitutiva de las Cortes y se elegirá al presidente del Congreso. A partir de ese momento, el rey convocará a los representantes de los grupos a Zarzuela y designará a un candidato para la investidura. El aspirante se someterá al Congreso y necesitará mayoría absoluta en la primera votación. Si no la consigue, habrá otra sesión 48 horas más tarde y solo haría falta mayoría simple (más síes que noes).

En caso de que vuelva a fallar, se abre un periodo de dos meses para que ese candidato u otro intente lograr esa mayoría. Si se vuelve a fracasar, España tendría que ir a elecciones. Los planes de Rajoy pasan por la celebración de una primera votación a finales de julio, principios de agosto. Por lo tanto, esa solución in extremis para que no haya terceras elecciones -si nadie se pone de acuerdo- podría producirse a finales de septiembre, principios de octubre. Nada puede pasar y todo puede pasar.