La verdadera historia de la muerte del Toro de la Peña de Tordesillas

La verdadera historia de la muerte del Toro de la Peña de Tordesillas

REUTERS

Pelado, el Toro de la Peña de Tordesillas, no siguió el martes la misma suerte que sus predecesores. Después de que la Junta de Castilla y León prohibiera el polémico Toro de la Vega, el Ayuntamiento de la localidad organizó este martes un festejo sustitutivo en el que no se podía lancear ni matar al animal en público, como mandaba la tradición hasta ahora.

Pelado no murió en la Vega de Tordesillas el mismo martes, como aseguró en un primer momento el Pacma e informó El Huffington Post. La formación, que tenía a dos personas siguiendo el evento, aseguró que una vez que terminó el encierro, se lanzó un cohete anunciando el final. La Guardia Civil retiró a todo el mundo fuera del campo y, en ese momento, el toro vio que ya no estaba rodeado de gente y se retiró bajo un árbol para ponerse a comer.

Entonces, se le anestesió con un dardo. Tras unos minutos, el toro cayó al suelo y fue trasladado a unos corrales de la localidad en una pala excavadora. Allí permaneció varios días, hasta que este jueves por la noche se le volvió a utilizar en un encierro de las fiestas de Tordesillas, como informa el diario El Norte de Castilla.

UN MATADERO EN SALAMANCA

Ese mismo periódico asegura que Pelado fue trasladado esta misma madrugada a un matadero de Salamanca junto a los demás astados que han participado en las ferias de la localidad.

El destino del toro se había llevado con la máxima discreción para evitar problemas ya que, en los últimos días, dos organizaciones en defensa de los animales, Fundación ProVegan y Capital Animal, habían propuesto que el toro fuera trasladado a un "santuario de animales" en el que el astado pudiera tener "una vida digna hasta que, de manera natural, esta llegue a su final".

Además, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (Avatma) había recogido más de 44.000 firmas en Change.org para que Pelado acabase en el santuario animal Hogar Pro Vegan, que junto con Capital Animal se había comprometido a hacerse cargo de su traslado.

El propio Pacma había asegurado que esa opción era muy complicada porque el reglamento taurino de Castilla y León dice que al animal se le debe dar muerte al finalizar el festejo o el ciclo de festejos de la localidad.