El presunto pederasta de Ciudad Lineal se niega a declarar ante el tribunal

El presunto pederasta de Ciudad Lineal se niega a declarar ante el tribunal

EFE

El presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, ha acaparado este martes la atención de los flashes de las decenas de fotógrafos que han querido captar su imagen al inicio del juicio que ha arrancado en la Audiencia Provincial de Madrid.

El acusado sigue en forma y, a pesar de que iba vestido con ropa ancha, se le ha apreciado visiblemente corpulento, aunque no tanto como cuando fue detenido el 24 de septiembre de 2014 en Santander, donde se refugió en casa de un familiar supuestamente después de la última agresión.

Este martes se ha sentado en el banquillo de los acusados con semblante serio y frío y con mirada al frente. Sólo se ha tapado la cara cuando los fotógrafos han entrado en la sala para fotografiarle. Su estado era de relativa calma y se ha mostrado impasible y pensativo durante las cuestiones previas planteadas por Fiscal y acusación.

Ortiz se ha limitado a decir que conocía los hechos y que no iba a declarar. "No voy a declarar señoría", ha dicho. Durante toda la instrucción, se ha negado a hablar de los hechos de los que se le acusa. De hecho, ante el intento de uno de los abogados de querer formular las preguntas, la magistrada ha insistido en que 'nunca ha querido declarar'.

El procesado luce una piel morena y el pelo más corto y canoso. Han pasado dos años desde que fuera detenido, pero su aspecto sigue prácticamente igual. Quizá alguna arruga más en el rostro por el paso de estos años. Su aspecto corpulento intuye que pasa las horas en el gimnasio de la prisión de la cárcel de Herrera de la Mancha. Ortiz era un habitual de los gimnasios. De hecho, una de las menores dijo que su agresor sudaba y llevaba una toalla con un logo de un gimnasio.

Ortiz vestía sudadera de chándal gris, una chaqueta con la que se le vio en los pasillos de los juzgados de Plaza de Castilla. También lucía camiseta verde, pantalón beige y zapatillas de marca.

Tras negarse a declarar, la Sala ha cortado la señal y se ha procedido a realizar el visionado de la exploración de las menores. Durante la instrucción, esta prueba se realizó para que en el juicio las niñas no tuvieran que declarar.

PENAS DE PRISIÓN

El acusado afronta penas de entre 26 y 126 años de cárcel. La Sección Séptima será la encargada de juzgar los hechos, con la presidenta María Luisa Aparicio al mando de las sesiones.

El Ministerio Público solicita una pena de 77 años y seis meses de prisión. Además, exige una indemnización de 75.000 euros para la testigo protegido 2 (TP2) por los daños morales, a la testigo protegido 3 (TP3), de 300 euros por los días que tardaron en curar sus lesiones y estuvo impedida para dedicarse a sus ocupaciones habituales y de 100.000 euros por los daños morales causados.

En el caso de la testigo protegida 4 (TP4), la Fiscalía solicita una indemnización de 900 euros por los días en que estuvo hospitalizada para curar sus heridas y de 150.000 euros por los daños morales. La testigo protegido 5 (TP4), deberá ser indemnizada, en su caso, en la cantidad de 100 euros por el día que tardó en curar sus lesiones y en 100.000 euros por los daños morales.

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