11 trucos para dormir a un bebé y no morir de sueño en el intento
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11 trucos para dormir a un bebé y no morir de sueño en el intento

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Muchos padres primerizos descubren en los primeros meses de paternidad el significado pleno de la expresión ‘noche toledana’. Llantos, gritos y cólicos provocan que, a menudo, el bebé no deje pegar ojo.

A raíz de un post publicado en El Huffington Post titulado “Soy padre primerizo y no duermo nada. Necesito ayuda. ¡Urgente!”, decenas de lectores se lanzaron a dar pequeños trucos para conseguir que los niños duerman y dejen dormir.

Aquí va una recopilación de 11 consejos. Aunque la gran mayoría de los lectores advierten: si el niño ha salido así, no hay soluciones mágicas y sólo queda esperar a que crezca y normalice sus hábitos de sueño.

Varios lectores recomendaron esta aplicación para iOS que, supuestamente, traduce el llanto del bebé e indica a los padres si llora por hambre, sueño, malestar, estrés o aburrimiento. También tiene una versión física, que se asemeja a los antiguos Walkie talkie. La aplicación para Apple cuesta unos cinco euros, aunque las opiniones que genera son muy dispares. Mientras algunos dicen que no hace efecto nunca y siempre salta un mensaje que indica que no se puede traducir, otros afirman que funciona razonablemente bien.

Esta aplicación le vino muy bien a la lectora Marta Sanz. Es un programa que reproduce sonidos como el secador de pelo, el extractor de la cocina o ruidos de la naturaleza. Son los conocidos como ‘ruidos blancos’, que suelen calmar a los bebés.

Varios padres aseguran que a sus hijos, más que los ruidos blancos, les relajaban sonidos naturales como el ruido de un río o de la lluvia. “Nosotros utilizamos también ruidos blancos para dormir, pero como el de la campana extractora no nos dejaba pegar ojo, probamos con el sonido de agua corriendo, de un río. Nos funciona igual con el peque y a nosotros nos resulta muy agradable para dormir”, asegura Ana de Ignacio.

Numerosos lectores coinciden en la misma recomendación: para que el bebé duerma y deje dormir lo mejor es acostarse con él en la cama. Es decir, practicar el llamado colecho. Marta Cruz se ponía como ejemplo: “Para mí, con dos mellizos que no dormían de día ni de noche, la gran solución fue meterlos en mi cama y, según se despertaban, engancharlos a la teta”. El colecho, en cualquier caso, siempre hay que hacerlo de forma segura y sin riesgos, dado que la cama familiar no está adaptada para los bebés. La revista especializada Bebés y másda en este artículo las claves para hacerlo correctamente.

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Anastasia Tromifova señalaba el vídeo de un médico que conseguía que los bebés se calmasen en pocos segundos. En este caso no se dormían pero… dejar de llorar es un primer paso. "Todo tiene que hacerse con suavidad", explica Hamilton en el vídeo. "Nada de movimientos erráticos". El doctor recomienda sujetar al bebé con la palma de la mano y no con las yemas de los dedos y hace hincapié en la importancia de mantenerlo en un ángulo de 45 grados; de lo contrario, puede que el bebé eche la cabeza para atrás haciéndote perder el control.

Son muchos los padres que recomiendan dos libros en los que se aconsejan dos métodos muy diferentes. Uno de ellos es el titulado Dormir sin lágrimas, de Rosa Jove. La autora, que subraya que dejar llorar al niño no es la solución, asegura que no sirven de nada los “métodos de adiestramiento” que “dejan nocivas secuelas”. Ella apuesta por “abordar las diferentes situaciones con afecto y comprensión”.

El otro libro es el famoso Duérmete niño, el método estivill para enseñar a dormir a los niños. Habitualmente se considera que la obra del Dr. Eduard Estivill, que lleva 20 años en el mercado, apuesta por dejar llorar a los niños hasta que se acaben durmiendo. Pero el propio autor ha asegurado en alguna ocasión que eso no es así: “Los que opinan que nuestro método consiste en dejar llorar a los niños, es que no se han leído el libro”. La obra incluye una famosa tabla de tiempo que debe respetarse antes de acudir a consolar al niño cuando llora en su habitación.

Lorena González aseguraba que su hija sólo se calmaba si la ponía en sus piernas, mirando hacia ella, y balanceándola de lado a lado mientras escuchaba cajitas de música. Es exactamente la misma postura que le funcionaba a otro lector, Guille G. Alfonsín, que la bautizó como “acunamiento en pierna”.

Un poco más compleja es la postura que utilizaba Paula Palomo: dormir al bebé en brazos botando sobre una pelota de pilates. “Si, muy loco pero a veces funcionaba”, reconocía esta lectora.

Tony López Bayona utilizaba un método muy popular entre los bebés y con el que, asegura, se quedaban “fritos todos”: la nana de baby Einstein. Se trata de un conjunto de productos especializados en niños de entre uno y seis años que tienen como pieza central la música clásica, el arte y la poesía.

Pese a todas las recomendaciones anteriores, la gran mayoría de los lectores tenían una recomendación común: dejar pasar el tiempo. ¿Cuánto tardará el bebé en dormir y dejar dormir? Depende del niño. Gema Olga, por ejemplo, dice que la primera noche que durmió del tirón fue la anterior a que cumpliera el año. Otros muchos dicen que la situación comienza a mejorar a partir de los tres meses… y otros que desde los tres años.

Entre las recomendaciones más radicales destaca un lector llamado pandemonium en Twitter, que aconsejaba no tener más hijos para poder dormir. En la misma línea, Silvia Rienzo subraya que todos los que tienen hijos sufren noches toledanas. “En la próxima vida adopten uno de veinte”, zanja.

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