¡Que paguen los bancos la factura de la crisis!

¡Que paguen los bancos la factura de la crisis!

Sería lógico que, ya que muchos de los bancos existen porque recibieron dinero público, no sólo devuelvan el dinero que se les prestó, sino que también paguen la recuperación de derechos perdidos y de recortes aplicados como consecuencias de ese rescate.

He sentido vergüenza al escuchar a Miguel Blesa (expresidente de Caja Madrid) decir: "He sufrido mucho en mi vida profesional, familiar y personal. El daño que ha hecho a mi familia, mi prestigio, que lo tenía". Lo decía en el juicio contra Elpidio José Silva, que le envió a la cárcel dos veces. Lo vergonzante es que esto lo dice el responsable de Caja Madrid durante muchos años. Entre sus logros como gestor cuenta haber llevado la entidad financiera al rescate más costoso de la historia de España: 23.465 millones de euros de dinero público. Tuvo consecuencias sobre todo el país, llevando a un rescate financiero de España que trajo aparejadas duras medidas para la economía española y en especial para los ciudadanos de este país.

Que paguen los bancos las facturas de esta crisis parece lógico, teniendo en cuenta que ya nadie o casi nadie duda que esta crisis económica que sufrimos es consecuencia en gran parte de la mala gestión del sistema financiero.

Aunque pudiera parecer obvio que lo que a continuación voy a proponer se lleve a cabo, seguramente no deje de ser más que un deseo que no se cumple, por el poder que tienen los mercados, que llevarán a los posibles responsables de poner en marcha estas medidas a justificar su imposibilidad ante las graves consecuencias que tendría en nuestra economía. Además, no sería la primera vez que se utiliza esta excusa para tomar medidas impopulares o no tomar las que reclaman los ciudadanos.

España ha padecido y padece una crisis de una magnitud que pocos recuerdan, crisis que sufren los ciudadanos, en forma de despidos, pérdidas de sus viviendas, recortes en derechos laborales, en educación, en sanidad,... Los ciudadanos han cargado sobre sus espaldas las consecuencias de una crisis provocada por el sistema financiero.

En cambio hemos visto cómo bancos y cajas han recibido una inyección muy importante de dinero, para que no cayeran. Se ha salvado a los bancos y no a los ciudadanos. Hay que recordar que España recibió un rescate de 100.000 millones de euros, donde finalmente se han utilizado 41.300 millones que han ido directamente a los bancos.

Teniendo en cuenta todo esto, sería lógico que ya que muchos de los bancos que existen a día de hoy siguen existiendo porque recibieron dinero público, no sólo devuelvan el dinero que se les prestó, sino que también paguen la recuperación de derechos perdidos y de recortes aplicados, como consecuencias de ese rescate encubierto que llevó a España a perder parte del control sobre la parte de la política económica española a manos de los socios del euro y los hombres de negro.

Por ello, propongo que se imponga la obligatoriedad de crear una obra social a todas las entidades que fueron rescatadas recibiendo dinero público, que estaría dotada con los beneficios o parte de los beneficios que tengan estos bancos o cajas durante un periodo de tiempo. Sería razonable que esta obra social incidiera en la sanidad o la educación pública, sectores que sufrieron gran parte de los recortes, o que pudiera servir para financiar un nuevo modelo de desarrollo para este país, a través de los emprendedores, de la innovación y la investigación, de apoyo a las energías renovables,... o cualquier actuación que permita crear un modelo de desarrollo que haga a nuestra economía competitiva y sostenible en el tiempo.

Y esta propuesta, que pudiera parecer utópica, debe ser calificada de justa y más cuando cada día tenemos que escuchar en los medios de comunicación los grandes beneficios que va obteniendo el sistema financiero, el mismo que ha llevado a muchos ciudadanos a una situación desesperada.