¡Silencio!: España reflexiona y completa su mapa de poder

Medianoche, de los gritos a la reflexión. Este viernes se ha puesto final a esta campaña electoral para el ‘superdomingo’ del 26-M. Quince días totalmente atípicos, marcados por la resaca de las pasadas generales, encarados como una segunda vuelta del 28-A, salpicados por la sesión constitutiva de las Cortes y marcados por la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los españoles se han acostumbrado a los carteles electorales, los debates que se alargan hasta la madrugada y las frases para llamar la atención. Y ahora les toca ser los protagonistas  votando en las europeas, municipales y autonómicas -en 12 comunidades-, que terminarán de completar el gran mapa del poder español para los próximos cuatro años.

Según las encuestas, el PSOE acaricia otra noche de éxitos, que dará más fuerza a Pedro Sánchez. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) otorga a los ‘socialistas’ la victoria en las europeas, con 17-18 escaños, seguido del PP (11-12), Ciudadanos (8-9), Unidas Podemos (8), Vox (4-5), Ahora Repúblicas (3), Junts (1) y CEUS (1). Todo apunta a que será el gran día de Josep Borrell, candidato del puño y la rosa y llamado a ocupar un papel importante en la próxima legislatura europea.

Los socialistas esperan volver a teñir de rojo todo el mapa electoral. En Ferraz analizan positivamente las encuestas y llaman a rematar la “faena” del 28-A. Lo único que puede fastidiar la noche es que hubiera una participación baja, pero creen que el electorado está todavía movilizado.

En ese mapa, a tenor del CIS, los socialistas ganarán en diez autonomías (Asturias, Aragón, Baleares, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Canarias, Extremadura, La Rioja y Madrid), y solo se les escaparán dos como primera fuerza (Cantabria y Navarra).

Madrid, clave para la supervivencia de Casado

Además de las europeas, para ser el vencedor (o el perdedor) de estas elecciones habrá que mirar algunas de estas autonomías. En Madrid se libra especialmente la gran batalla: la derecha podría perder la Puerta del Sol tras 24 años en el poder. Los dos bloques están muy reñidos: Ángel Gabilondo (PSOE), Íñigo Errejón (Más Madrid) e Isa Serra (Podemos) vs. Isabel Díaz Ayuso (PP), Ignacio Aguado (Ciudadanos) y Rocío Monasterio (Vox).

Si el PP pierde la Comunidad de Madrid, será un absoluto desastre en la calle Génova, pues Díaz Ayuso es una apuesta personal de Pablo Casado y se había convertido en el rostro de esa derecha ‘desacomplejada’ más dura incluso que Vox.

Casado es el líder nacional que más se la juega en esta campaña. Otro fiasco podría abrirle la puerta de salida. De hecho, en un intento desesperado viró un día después de las generales y se presentó como adalid del centro, presionado por muchos barones y alcaldes. En Génova preparan cambios para el ciclo que se abre y puede jugar un papel muy importante en clave interna la exalcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra.

En esto quince días se ha visto a un Casado más calmado, desaparecido en muchas ocasiones, evitando entrar en grandes polémicas y adoptando un traje de hombre de Estado durante la sesión constitutiva de las Cortes, a pesar de la tensión durante los juramentos de los independentistas.

Asimismo, se jugará parte de su futuro Casado en algunas de los bastiones en los que ha arrasado tradicionalmente. Perder Castilla y León o Murcia sería un durísimo palo para la calle Génova. Ya ni su cara está colgada en la sede del partido: la han cambiado con una lona blanca con la frase Hay partido.

Y es que durante estos quince días se libra una durísima batalla dentro de la derecha española. Albert Rivera sigue empeñando en lograr su anhelado sorpasso a los populares y ha sido más duro que Casado, intentando aprovechar cada momento para ser el protagonista -desde su enfrentamiento con Meritxell Batet en la Cámara Baja hasta romper la foto de Josu Ternera en un acto en el País Vasco-. No obstante, los populares siguen ganando a sus rivales por poco en los sondeos.

Una campaña en la que también ha tenido una importancia vital la ciudad de Madrid. Es el gran ayuntamiento de España y su alcaldesa, Manuela Carmena, encabeza todas las encuestas, sumando con las otras izquierdas. Si consigue arrasar, también será un toque de atención a un Podemos alicaído, que ya vio caer en decenas sus diputados y que entendería que esta fórmula de plataformas es más eficaz en las urnas. Pablo Iglesias no presentó lista, pero en el último momento se ha desvinculado de Carmena y ha mostrado su apoyo a Carlos Sánchez Mato (Madrid En Pie). Una campaña municipal en la que ha habido hasta un nacimiento: la hija de Begoña Villacís. Y un morreo entre Carmena y Errejón.

Los pactos, a la espera del 26-M

Y esta campaña ha hecho también que el PSOE no se haya puesto todavía las pilas con la investidura de Pedro Sánchez como presidente y los futuros pactos. La idea era no salpicar la campaña con los acuerdos de futuro, aunque la sesión de las Cortes volvió a conectarlo todo. Especialmente por la toma de posesión de sus escaños de los diputados presos, que apenas les han durado tres días -al cerrarse la polémica entre el Congreso y el Supremo suspendiendo la Mesa de la nueva Cámara a estos parlamentarios-.

De cara a esa negociación será muy importante el resultado que obtenga Unidas Podemos este domingo. La fuerza en las urnas será determinante para presionar para entrar en un futuro Gobierno de coalición con el PSOE. En este último día de campaña, Pablo Iglesias ha dado un toque de atención y ha señalado que es de “sentido común” convertirse en ministro.

Y también estos últimos días de campaña han estado muy caldeados por el tema ‘catalán’. El expresidente catalán Carles Puigdemont podría lograr un escaño en la Eurocámara, aunque debería venir a España para poder recoger su acta -lo que implicaría su detención-. Este mismo viernes se ha acordado por parte de la Mesa del Congreso la suspensión de los diputados presos (Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Oriol Junqueras), algo que se había dilatado en los últimos días con la idea de que podría llevarlo a cabo el Supremo.

El drama catalán; el bajón de Vox

En Cataluña se hará también un recuento emocional el próximo domingo: qué fuerza independentista se impone. ERC logró las generales, pero Junts espera dar la campanada en las europeas y en muchos municipios. La gran joya de la corona es el Ayuntamiento de Barcelona, un dura disputa en la que aparecen empatados en las encuestas la actual alcaldesa, Ada Colau, y el representante de ERC, Ernest Maragall. Por detrás, muy reniños siguen Jaume Collboni, del PSC y en plena ola Pedro Sánchez, Elsa Artadi, de Junts, y Manuel Valls, cuya plataforma auspiciada por Cs no está respondiendo en los sondeos como se esperaba. El independentismo anhela conseguir la capital para relanzar su hoja de ruta y con la vista puesta en unas posibles elecciones anticipadas en Cataluña.

Precisamente el acatamiento de los diputados presos provocó una fuerte bronca con los miembros de Vox. El partido de Santiago Abascal ya no impresiona tanto como en la campaña de las generales y no se han visto grandes mítines abarrotados por toda España. ¿Se acabó el tirón de la ultra derecha? ¿Ha llegado a su tope? Su presencia ha quedado especialmente centrada en la candidata por la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, y el aspirante a la Alcaldía de la capital, Javier Ortega Smith. Eso sí, dejan propuestas como retirar el Orgullo Gay del centro, que las feministas son “feas” (palabras del candidato a las europeas, Jorge Buxade) y que la mujeres tienen que cocinar y planchar antes de ir a un debate político. ¡Ah, y que se enseña ‘zoofilia’ a los niños en los colegios!

Medianoche del viernes, toca silencio. El sábado es para reflexionar. Y el domingo, votar y recontar. Será una madrugada larga porque no se pueden difundir los resultados de las europeas hasta las once (cuando cierran los colegios en Italia). Luego habrá que escrutar las municipales y posteriormente las autonómicas.

La España que trasnocha (democráticamente).