A Rufián le bastan 10 palabras para pronunciarse sobre lo ocurrido: imposible decirlo más claro

A Rufián le bastan 10 palabras para pronunciarse sobre lo ocurrido: imposible decirlo más claro

Y el éxito en Twitter ha sido inmediato.

El diputado de ERC Gabriel Rufián.GETTY

El diputado de ERC Gabriel Rufián ha logrado uno de los tuits políticos más difundidos de este viernes al pronunciarse breve pero contundentemente sobre lo ocurrido en el debate de la Ser, en el que Pablo Iglesias, Ángel Gabilondo y Mónica García se han ido después de que Rocío Monasterio pusiese en duda la veracidad de las amenazas de muerte recibidas por el líder de Podemos.

En un primer momento ha sido Iglesias el único que se ha marchado, pero, tras la pausa, Ángel Gabilondo ha anunciado que también se iba y Mónica García ha hecho lo propio.

Mientras debatían sobre lo sucedido, Rufián ha publicado en Twitter el siguiente mensaje, que en una hora supera los 5.000 ‘me gusta’ y 1.300 compartidos: “Se tiene que quedar la fascista sola, no el demócrata”.

Tras la marcha de Iglesias en el arranque del debate, Gabilondo ha tomado la palabra porque había “que mandar un mensaje superior, no se puede consentir este no reconocimiento”. “Tenemos que estar con los que han sido amenazados expresamente”, ha lanzado. Ha afirmado que las valoraciones de Monasterio son “un punto de inflexión” y que se había quedado en el debate por “respeto a la democracia” y para que el odio “no la pueda silenciar”. “Ha sido directamente amenazado (Iglesias)”, ha defendido.

A él le ha seguido Mónica García, quien ha prometido que hará “todo lo posible” para que Vox no llegue a la Puerta del Sol “de ninguna de las maneras”. Ha apelado también a la candidata del PP y presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que no ha acudido al debate y es “quien quiere gobernar con Vox”.

Ambos han apelado a los ciudadanos para “que vayan a votar” y derroten así al “odio”. Por su parte, el candidato de Cs, Edmundo Bal, les pedía “por favor” que se quedaran para “no hacer el juego a Vox”.

Pasaban poco minutos del comienzo del debate organizado por la Cadena Ser, cuando la periodista Àngels Barceló proponía que los minutos iniciales de los candidatos se destinaran a valorar la carta amenazante con una bala en su interior recibida por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.

Tal y como estaba previsto en el orden de intervención, el primero en tomar la palabra ha sido Pablo Iglesias, quien ha denunciado que la “intolerancia e impunidad van a más”, y ha avisado de que si Monasterio no se retractaba y condenaba estas amenazas, abandonaría el debate.

La candidata de Vox ha manifestado que condenaba “todo tipo de violencia” y ha pedido a Iglesias que denuncie también la violencia en sus mítines como en Vallecas. “Le animo que vaya a denunciar estas amenazas. No nos creemos nada. Y si quiere, pues lárguese, que es lo que queremos muchos españoles. Es muy fácil, que se levante, que lo están deseando un montón de españoles, que se vaya de España. Venga, me alegro que se vaya”, ha dicho

Iglesias, mientras se levantaba de la silla, ha indicado a la presentadora del debate que estaban “cometiendo un error con esta gente blanqueándolos”. “Nosotros no vamos a debatir con la ultraderecha”, ha recalcado.

Barceló ha pedido a Monasterio que no es el tono que querían aplicar a un “debate entre demócratas”, a lo que le ha afeado que era partidista y que era una “ministra política”, haciendo alusión a que la periodista había cogido la mano de Iglesias para tratar de convencerle de que se quedara en el debate. “Yo soy periodista y demócrata”, le ha replicado Barceló.

El resto de candidatos, sentados, pedían a Iglesias que se quedara, y han censurado al unísono las formas de Monasterio, a quien García le ha afeado sus “aberrantes” palabras. A continuación, Monasterio ha pedido a la candidata de Más Madrid que se quitara “esa cara de amargada”. Sin tiempo a responderle, Gabilondo le ha pedido “por favor, educación”, al igual que Edmundo Bal. Pero no ha sido el único ‘encontronazo’ de los candidatos con Monasterio, quien los ha acusado de ser unos “irritaditos”.