Alemania estudia hacer obligatorias las FPP2 y los virólogos lanzan un aviso sobre estas mascarillas

Alemania estudia hacer obligatorias las FPP2 y los virólogos lanzan un aviso sobre estas mascarillas

Dicen que la medida podría ser contraproducente.

El ministro alemán Jens Spahn, cuna mascarilla FPP2 en la mano.Getty Images

Alemania está estudiando seguir el ejemplo de Austria y hacer obligatorio el uso de mascarillas FPP2 en el transporte público y en las tiendas. En el estado más grande y más al sur de Alemania, Baviera, ya hay una norma similar para trenes, tranvías, autobuses y supermercados.

El diario The Guardian señala que, cuando se ajustan correctamente, las mascarillas FFP2 filtran, en teoría, al menos el 94% de las partículas. Pero tienen un gran inconveniente: son más caras y, si se hicieran obligatorias antes de que los proveedores estuvieran preparados para dar respuesta a la demanda, se espera que los precios aumenten aún más.

Además, algunos virólogos están avisando de que esa nueva norma podría ser contraproducente. Por ejemplo, Jonas Schmidt-Chanasit dice que a priori el cambio podría ser bienvenido pero avisa de sus desventajas: “En la mayoría de los casos, las máscaras FFP2 no serán efectivas si no las ajusta un profesional: las personas terminarán respirando a través del espacio entre la máscara y la cara en lugar de hacerlo a través del filtro”.

Los virólogos también subrayan que las barbas pueden evitar que las máscaras se sellen correctamente en la cara. “Puedo aceptar que las FFP2 pueden ser una solución de emergencia útil para lugares de trabajo donde no se puede garantizar fácilmente una ventilación de seguridad”, dijo Schmidt-Chanasit. “Pero soy escéptico de hacerlas obligatorios en el transporte público, donde hay otras formas de evitar el riesgo de los aerosoles, y donde los pasajeros pueden verse obligados a usarlas durante más de los 75 minutos aconsejados por las autoridades reguladoras”, añadió.

Andreas Podbielski, director del Instituto de Microbiología Médica, Virología e Higiene de la Universidad de Rostock, describió la norma como “populismo y tonterías”. “No veo una mejora en la seguridad, pero sí muchos riesgos”, afirmó.