Educación: suspenso en Feminismo

Educación: suspenso en Feminismo

¿Una asignatura de feminismo, feminismo en todas las asignaturas o feminismo fuera de las aulas?

A 2019, los libros de texto siguen siendo territorio masculino. Encontrar a una mujer entre los filósofos que se estudian para Selectividad, por ejemplo, es tarea imposible para quien se lo proponga. Muchas de las frases a analizar sintácticamente en los libros de Lengua siguen hablando de mujeres que cuidan y hombres que trabajan. E incluso las normativas de los colegios son, en ocasiones, sexistas. 

Además, padres y docentes denuncian la falta de referentes femeninos en los currículos escolares. “Hoy por hoy, coges un libro de texto y apenas hay referentes femeninos. Se sigue enseñando que las mujeres son cocineras y los hombres chefs, así que queda mucho para evolucionar”, opina Leticia Cardenal, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA).

  5c917450240000b400c6daf4Europa Press News via Getty Images

El feminismo en las aulas

Ante esta problemática, Podemos ha querido tomar la iniciativa de este debate que hasta ahora era inexistente. Fue Irene Montero quien anunció la intención del partido de introducir una asignatura de Feminismo en los colegios públicos. “Educar en igualdad es una de las cosas que nosotros tenemos que hacer en nuestra sociedad y, por tanto, creo que tenemos que tomar el guante y asumir esta propuesta para las elecciones generales”, aseguró en un vídeo de Youtube.

Esta propuesta ha reabierto el debate debate sobre los valores escolares y cómo conseguir cómo conseguir llegar a la igualdad. Los detractores rechazan esta materia por tener un “sesgo ideológico, mientras que los que la apoyan, no ven tan necesaria una asignatura específica sobre feminismo, sino que se el feminismo esté presente dentro de todas las asignaturas. 

"Anque cada vez haya más profesores a favor de la coeducación, son minoritarios"

“Esto requiere que se modifique la Ley de Educación para que se establezca que se tiene que cumplir la igualdad”,opina la coeducadora Kika Fumero, que cree que lo prioritario es introducir la igualdad en todas las materias, no sólo en una asignatura. Además, no se trata sólo de que todas las asignaturas sean feministas: debe haber también un “cuerpo de inspección que vigile que se cumpla y que revisen los contenidos de estas”.

Fumero critica que aún no haya “igualdad real educativa” ya que, “aunque cada vez haya más profesores a favor de la coeducación, son minoritarios”. Y se muestra preocupada porque cree que “nuestra educación sigue teniendo muchos discursos homófobos o machistas”.

 Leticia Cardenal coincide en que falta “que se eduque en feminismo”, pero no entiende que sea una asignatura concreta lo que se propone. “Tiene que dejar de haber problemas de Lengua o Matemáticas donde las madres todavía limpien y los padres sean mecánicos. Hay que revisar los libros de texto, porque siguen siendo machistas en muchos casos. Hasta los dibujos”, sentencia.

Los problemas: quién la imparte, qué se estudia y cuándo

La hipótesis de crear una nueva asignatura da lugar también a una serie de preocupaciones por parte de los educadores. Kika Fumero se pregunta cómo se impartiría: “¿Quién decide lo que se estudia? ¿Quién imparte la asignatura?”. Le preocupa también que se tome como una materia más y no como algo que debe estar en todas: “¿Van a tener feminismo desde las 8 hasta las 9? ¿Y lo demás qué? ¿Patriarcado el resto del día?”.

Quién enseña y el qué. Patricia Carlavilla, orientadora educativa de Secundaria cree que se trata de una medida “valiente” pero que el principal problema es determinar quién la imparte y la manera de hacerlo. Eso sí, ella apuesta por feminismo desde la primera etapa escolar: “Si queremos eliminar los roles y estereotipos de género tiene que ser desde el principio”.

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“No se sabe si la asignatura la impartiría alguien con formación específica o recaería sobre algún departamento ya existente como Filosofía o Historia”, duda Carlavilla, que añade que “ser profesor de esos departamentos no conlleva ser feminista” y muestra su preocupación por el machismo entre los docentes: “Se escuchan comentarios sexistas en las juntas de profesores sobre las alumnas”. Por eso propone una “formación obligatoria para todo el profesorado”. Cree que este es un punto esencial a la hora de plantearse este tipo de cosas: para enseñar igualdad a los niños, los profesores deben saber de igualdad.

Y no sólo del profesorado: cree que es necesario revisar las normativas de los centros y “que no sean machistas”. Ve reflejada la problemática en situaciones tan cotidianas como el orden de los cuadernos —“a las niñas las exigimos más”– o el comportamiento en los recreos, donde ellos ocupan el espacio del fútbol y ellas “pequeños rincones”.

Los disidentes: fuera el “sesgo ideológico” de los colegios

En el lado contrario de la balanza está la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA). Su presidente,Pedro José Caballero, reclama que “este tipo de cosas se deben hacer de manera dialogada”. Opina que la propuesta se trata de “un globo sonda, como muchas cosas que lanzan. Y critica la poca claridad de Podemos a la hora de hacer la propuesta. 

Caballero asegura que ya se trabaja la “coeducación” en los centros, “en mayor o menor medida, mejor o peor”. Pero cree que actualmente “ya se hace comprender a los jóvenes que hay que respetar al contrario, sea del sexo que sea. Y que hay que respetar las diferencias. Eso es la base de la sociedad”.

“Antes de impartir esta asignatura, que digan qué pretenden hacer y dónde quieren meterlo. ¿De qué asignaturas van a quitar tiempo para esta? Porque si es de las troncales, gimnasia o religión, la CONCAPA va a estar en contra”, sentencia. Critica que algunos propongan cambiarla por Religión: “Hay unos acuerdos firmados que se tienen que respetar. No entiendo la manía que tienen con meterse con religión”.

En la misma línea opina Javier Rodríguez, presidente del Foro de la FamiliaToda asignatura que tenga un sesgo ideológico, fuera”. “Una asignatura de Feminismo posiblemente tenga sesgos. Preferimos que esto sea externo a la educación y así respetar la libertad de enseñanza y educación de los padres”, añade.

Rodríguez sostiene que la asignatura de Feminismo no garantizaría la “neutralidad ideológica” y “vulnera el derecho de libertad de educación” de los padres.