Cómo Teruel (Existe) consiguió dar la vuelta a su boicot

Hace unos meses, poca gente de fuera de Teruel conocía el nombre de Tomás Guitarte, y menos le ponía cara. El pasado 10 de noviembre, todo cambió. Guitarte, líder de la plataforma ciudadana Teruel Existe, pasaba a primer plano al lograr su formación un escaño en el Congreso, lo cual lo convertía en diputado electo.

El día después de esas elecciones, el portavoz de comunicación de Teruel Existe no daba abasto a contestar llamadas. Y eso mismo volvió a suceder el 8 de enero, tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, aunque esta vez por motivos diferentes.

El único diputado de Teruel Existe, que había anunciado desde el principio que, siempre que estuviera en su mano, desbloquearía la investidura y apoyaría al candidato a formar gobierno, dio, sin sorpresas, su ‘sí’ a Sánchez. Precisamente lo sorprendente es que esto le valiera una campaña de presión y amenazas sin precedentes que puso a Teruel en el mapa y a Guitarte en el candelero. Pintadas en su pueblo, miles de mails con insultos, cuentas falsas, acoso y derribo en medios, vídeos falsos en redes, un llamamiento al boicot a Teruel… Guitarte nunca imaginó que tendría que enfrentarse a algo así sólo por cumplir su palabra.

Y, aun así, desde el movimiento ciudadano tratan de quitar peso a la situación. “Estamos desbordados, pero bien. Se ha dramatizado un poco estos días”, afirma Ernesto Romeo, responsable de comunicación de Teruel Existe. El propio Tomás Guitarte celebra que “desde el jueves la cosa ya está volviendo a la normalidad”. “Han sido días muy duros y ha habido cuestiones desagradables, sobre todo en lo que respecta a la familia”, admite Guitarte, que prefiere “no darle más trascendencia para no incitar a descerebrados”.

Lo “positivo” de esta campaña de desprestigio es que ha generado un “efecto contrario” en la gente de a pie, asegura Guitarte. “Un montón de personas nos paran por la calle para saludarnos, para abrazarnos, para decirnos que respetan mucho nuestra postura”, cuenta. “Al fin y al cabo, estamos cumpliendo una promesa electoral, que era la de garantizar la gobernabilidad sin olvidar las reivindicaciones históricas de Teruel. La gente valora el respeto de la palabra, la coherencia”, señala el turolense.

En su afán de “desdramatizar”, el responsable de comunicación desmiente, además, que hayan puesto escolta a Guitarte y que el diputado tuviera que dormir en un lugar de incógnito la noche previa a la investidura. “No le han puesto escolta, sino un servicio de contravigilancia”, explica. Este sistema, según las webs especializadas en detectives, consiste en detectar e identificar si una persona está siendo investigada, vigilada o espiada por terceros, y sin el consentimiento previo de la primera.

Tampoco entiende Ernesto Romeo que se creara un bulo mediático según el cual Guitarte pasó la noche del 6 de enero en un enclave secreto “por seguridad”. Lo que ocurrió es que Guitarte quiso “desconectarse de todo el mundo” y, por decisión propia, pidió no atender a la prensa en esas horas previas a la votación que encumbraría a Sánchez presidente. De este modo, cuando los medios contactaron con su portavoz de comunicación, este les contestó: “No os puedo decir dónde está”. Los medios se encargaron después de dar su propia versión, bastante más dramática.

Sobre las amenazas que están recibiendo en redes, desde la formación señalan que la mayoría “son perfiles falsos, robots”, y que ya han descubierto que proceden de cuentas “de Madrid, Barcelona y Valencia”. Ellos tienen la conciencia tranquila e insisten en quedarse con las anécdotas positivas, como cuando en Madrid algún joven se acerca a Guitarte a pedirle una foto y agradecerle su compromiso político.

Guitarte está convencido de que “la sociedad no está tan crispada como quieren que esté”. ”Creemos que en la calle hay más consensos que en la política”, sostiene, y desea que la transversalidad ideológica de Teruel Existe se refleje algún día en el Congreso. La imagen que se llevó Tomás Guitarte del debate de investidura es que los diputados “no hablaron de los problemas reales de la gente, sino de ideología, y sin utilizar ningún argumento”. ”Habría que bajar el nivel de las discusiones y solucionar los problemas de las personas”, defiende.

Lo que finalmente no supuso un problema a los turolenses fue el llamamiento que se hizo desde algunos sectores a boicotear su provincia. “En un sitio tan abandonado y sin apenas promoción turística, estas corrientes en redes pueden hacer más bien que mal”, argumentan desde Teruel Existe. “¡Si hasta fuimos trending topic!”, exclaman.

De hecho, Guitarte asegura que “la respuesta ha sido la contraria”. “Las tiendas online han incrementado sus pedidos y los hosteleros me dicen que no les han anulado reservas”, señala.

Conclusión: “El boicot ha sido un fracaso”. Hasta el punto de que empresas como Degusta Teruel, que vende productos de la provincia por internet, anunció el 3 de enero que ofrecía envíos gratuitos a toda España y agotó existencias apenas un día después. “Lo hemos conseguido”, celebraban en Twitter.

El hashtag #YoVoyATeruel se convirtió el 8 de enero en la primer tendencia en Twitter en España. Dicho de otra manera: Teruel había conseguido dar la vuelta al boicot. Para una provincia que con sus 9 habitantes por kilómetro cuadrado constituye un desierto demográfico, estar en boca de la gente (para bien o para mal) es un logro en sí mismo.

“Teruel juega en otra liga”, defienden desde Teruel Existe. “Además, ¿qué iban a boicotear? ¿El aeropuerto, el AVE, las autovías de Teruel?”, bromean. “Lo del boicot a una provincia con 55.000 personas activas y con una extensión que duplica la de Madrid da risa”. 

Lo llamativo es que el movimiento Teruel Existe también ha salido reforzado tras la campaña de desprestigio. Según un sondeo de Electomanía realizado tras la sesión de investidura, la formación recibiría ahora más apoyo en la provincia que el día de las elecciones. Si el 10 de noviembre tuvieron el 27% de los votos, ahora sus apoyos alcanzarían el 30%, cinco puntos por encima del siguiente partido más votado (curiosamente, el PSOE).