Compra seguro por internet

Compra seguro por internet

Ya no es ninguna novedad comprar por internet. De hecho, se ve algo tan natural como bajar al supermercado o ir de compras al centro comercial más cercano. Las grandes tiendas online han conseguido ofrecer un servicio tan seguro en todos los aspectos que ya nadie tiene ningún temor por pagar con la tarjeta o miedo por si el producto no llega en condiciones.

Sin embargo, y aunque puede parecer una contradicción en un principio, la fiabilidad de la gran mayoría de tiendas online ha provocado que la gente baje su nivel de alerta ante los fraudes. Y otros negocios online nada recomendables lo están aprovechando. Por eso, siempre viene bien recordar qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar por internet.

- Comprar en tiendas seguras

- Utilizar monederos electrónicos con garantías

- No fiarse de grandes ofertas de internet

- Desconfiar en general de lo que se ve por redes sociales

Comprar en tiendas seguras

Lo primero que hay que hacer es siempre comprar en tiendas de las que se sepa con certeza que son seguras. Por su popularidad, porque se haya comprado antes en ella o porque se hayan hecho las comprobaciones necesarias para saberlo a ciencia cierta.

Si se tienen dudas, lo mejor es buscar en páginas que enseñan cómo evitar las estafas online y, si no se aclaran esas dudas, no comprar. Sí, aunque la oferta sea irrechazable (y con más motivo si es así), si se tiene algún tipo de duda sobre la web mejor no comprar absolutamente nada.

El riesgo de comprar en un sitio dudoso es mucho mayor que el posible beneficio a sacar por una oferta, por muy buena que sea. No merece la pena.

Utilizar monederos electrónicos con garantías

Para pagar, la gran mayoría de webs de confianza ofrecen formas de pago totalmente fiables. Así, pagar con tarjeta, ya sea de débito o crédito, puede ser totalmente seguro, y más si el banco con el que se trabaja ha implementado la verificación en dos pasos.

Sin embargo, para comprar a través de aplicaciones de intercambio entre particulares, lo más recomendable es usar monederos electrónicos como PayPal, Neteller o Skrill, ya que estos guardan el dinero hasta que la transacción se haya realizado. De esta manera, si el producto no llega, estos monederos electrónicos devuelven el dinero al usuario.

Sí, es una manera de asegurarse que, o se recibe el producto, o no se paga.

No fiarse de grandes ofertas de internet

Por internet se pueden llegar a ver ofertas realmente increíbles. La verdad, algunas son tan increíbles que, obviamente, no son creíbles. Y es que nadie regala duros a peseta, como se dice popularmente, por lo que estas ofertas o son mentira o no son legales bajo ningún punto de vista.

Por supuesto, menos lo son los regalos de productos que valen un dineral y que, por casualidad, al abrir una página se ofrecen totalmente gratis con solo poner los datos personales. No, esto no es cierto, obviamente. Y no, esto no trata de compras online, pero son fraudes muy comunes y por eso precisamente no está de más avisar.

En resumen, todo lo que sea poco verídico en la web, es que no es verídico, de ninguna de las maneras.

Desconfiar en general de lo que se ve por redes sociales

Las redes sociales son un mundo paralelo al mundo real que suele tener los mismos males que este, pero con la desventaja de que, en las redes sociales, el anonimato manda. Por eso mismo, hay que desconfiar de primeras de lo que se lea en ellas.  De todo. Siempre hay que intentar verificar esa información si se quiere hacer algo con ella y, por supuesto, si se va a comprar con mucha más razón.

Con estos pequeños consejos se pueden evitar muchísimos malos tragos. Sorpresas en forma de productos falsos, de productos en mal estado o directamente de productos que no llegan porque la tienda no existe realmente.

Internet es una gran herramienta para todos, incluidos los que se quieren aprovechar del prójimo. Por eso, aunque se haya mejorado la seguridad en las tiendas fiables, no hay que bajar la guardia nunca.