Esto es lo que ahorraría una familia si el Gobierno bajase el IVA a las mascarillas

Esto es lo que ahorraría una familia si el Gobierno bajase el IVA a las mascarillas

España aplica un 21% frente a otros países europeos que han fijado este impuesto muy por debajo o que directamente no lo cobran.

España grava con un 21% de IVA la venta de las mascarillas. Este porcentaje es más de tres veces superior al que aplica el vecino Portugal, donde el IVA de las mascarillas supone el 6%. La diferencia es aún mayor si se compara con otros países europeos como Francia (5,5% de IVA) o Alemania (5%). Y en otros como Italia, Bélgica o Países Bajos directamente están exentas de impuestos.

El precio de este dispositivo facial, que se ha vuelto indispensable para salir a la calle desde que se decretase su obligatoriedad para reducir los contagios de coronavirus, está fijado por el Gobierno en un máximo de 0′96 céntimos en el caso de las quirúrgicas, las más empleadas por la ciudadanía. De ese precio, un 21% de IVA se traduce en 0′16 céntimos por cada mascarilla.

¿En cuanto podría estimarse el ahorro de una familia española de cuatro miembros que utilicen cada uno al menos una mascarilla al día?

  Mascarilla quirúrgica. Rattankun Thongbun via Getty Images

Hay que recordar que las mascarillas quirúrgicas, las de uso más extendido y que protegen a los demás pero no evitan el contagio del usuario, tienen una vida útil de 4 horas, y su eficacia decae si su uso se prolonga durante más tiempo.

Calculemos que en una familia española de cuatro miembros cada uno emplea como mínimo una mascarilla quirúrgica al día durante un mes:

0′96 (el precio de la mascarilla) x 4 (personas) x 30 (días del mes) = 115′2 euros

Ahora, calculemos el IVA pagado en esos 115′2 euros:

0′16 x 4 x 30 = 19,2 euros

Esta es la cantidad que abona esta familia al mes en concepto de IVA por las mascarillas quirúrgicas que emplea.

Para calcular el gasto que les ha supuesto el pago de este impuesto desde que se decretó el uso obligatorio de mascarillas, tendríamos que multiplicar los 24,2 euros por siete meses, ya que el uso generalizado obligatorio se estableció a finales de abril:

19′2 (euros mensuales en IVA) x 7 (meses aproximadamente desde que la mascarilla es obligatoria) = 134,4 euros

  Una mascarilla FFP2. Reinke-Photography via Getty Images

Este tipo de mascarilla también está muy extendida. Si se emplean y conservan adecuadamente su durabilidad es mayor (puede ser superior a 40 horas seguidas), pero no deja de ser un producto de un solo uso recomendado. Sin embargo, la principal ventaja es que ofrece protección frente al contagio tanto al usuario como a las personas de su alrededor. Su precio varía, pero es posible adquirirlas por unos 3 euros. En este caso, el IVA sería de 0′52 céntimos.

Si hacemos el mismo cálculo que con las mascarillas quirúrgicas, estimando que cada miembro de la familia tendría que emplear como mínimo tres mascarillas FFP2 a la semana,

3 (euros que cuesta la FFP2) x 3 (mascarillas a la semana cada persona) x 4 (los miembros de la familia) x 4 (aproximadamente las cuatro semanas que tiene un mes) = 144 euros al mes

Calculemos ahora el 21% que hemos pagado en estos 144 euros mensuales:

0,52 x 3 x 4 x 4 = 24,96 euros

Finalmente, si multiplicamos estos 30,24 euros por siete meses, obtenemos la cantidad aproximada que ha pagado en IVA esta hipotética familia de cuatro miembros que ha empleado mascarillas FFP2 desde abril:

24′96 x 7 = 174,72 euros 

En estos momentos y condiciones normales, sin la pandemia, el Gobierno no podría bajar el IVA de las mascarillas porque la legislación europea no lo permitiría. Sin embargo, la Comisión Europea (CE) ya ha dado muestras de que, debido a la excepcional situación, no abrirá un procedimiento de infracción contra los países que apliquen un tipo de IVA reducido a las mascarillas.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha dicho este lunes que “se puede” plantear una reducción de este impuesto, pero ha opinado que “no está en lo nuclear” del problema, aunque el Gobierno “está abierto” al debate y “no nos cerramos a nada”.