La periodista Marta Fernández denuncia el infierno que ha vivido: "Se plantaba en mi puerta todos los días"

La periodista Marta Fernández denuncia el infierno que ha vivido: "Se plantaba en mi puerta todos los días"

Lo ha desvelado 'Espejo Público', de Antena 3, en exclusiva.

Marta FernándezMarta Fernández

Espejo Público, el programa que presenta Susanna Griso en Antena 3, ha contado en exclusiva que Marta Fernández ha vivido un infierno. La periodista ha explicado que un acosador bajo el sobrenombre de Pájaro Azul le ha hecho la vida imposible durante dos años.

La expresentadora de Noticias Cuatro ha contado cómo empezó todo: “El acoso empieza de una manera imposible de detectar. Eran mensajes raros, pero no preocupantes. Más inquietante si acaso era la insistencia, porque eran bastante frecuentes.

Pero todo fue a peor, de las redes se pasó a lo físico: “Me asusté cuando un día me envía una carta a mi domicilio particular con número de portal, piso y letra. Lo más alucinante es que mi acosador se identificaba. Había plasmado de su puño y letra su nombre y su dirección en el remitente. No entendía nada. Las cartas tenían un contenido delirante”.

Uno de los episodios más inquietante ocurrió en la noche de Reyes: “Me encontré una caja en el balcón. Comprendí que no solo me escribía cartas a casa, sino que había estado allí en mi puerta y me podría haber roto el cristal del balcón. Esa fue la primera vez que fui a comisaría”.

Después de la primera denuncia, el acoso paró un tiempo, pero todo fue a peor: el acosador la iba a ver a lugares en los que tenía actos, como la feria del libro o presentaciones en la Fundación Teléfonica. En este último lugar tuvo que salir por la parte de atrás del recinto para evitar al hombre.

La obsesión del acosador llegó a tal punto que se presentaba debajo de casa de Marta Fernández: “Se plantaba en mi puerta todos los días. A eso de las siete y media ocho de la mañana se ponía debajo de mi balcón a jugar con una pelota o a cantar o hacía que hablaba con el móvil. Yo le veía desde arriba”.

Finalmente parece que el susto ha terminado: “Le detuvieron en su casa y un juez le ha puesto una orden de alejamiento de quinientos metros. No ha vuelto. Ahora me da la impresión de que ha empezado a escribir a otra mujer conocida”.