La profunda reflexión de un médico de un hospital de Madrid tras más de dos meses de lucha contra el coronavirus

La profunda reflexión de un médico de un hospital de Madrid tras más de dos meses de lucha contra el coronavirus

Su historia se ha hecho viral en Twitter.

Carlos Velayos en Twitter.Twitter

El médico intensivista del hospital de Fuenlabrada (Madrid) Carlos Velayo ha hecho una reflexión en su perfil de Twitter tras más de dos meses batallando contra el coronavirus desde la primera línea.

“Hoy me ha dado por pensar en lo que hemos vivido en estos dos últimos meses desde que en las primeras semanas de marzo empezaron a llegar pacientes #COVID19 a nuestros hospitales y nos dimos cuenta de que venía una situación mucho más grave de lo que nos esperábamos”, ha comenzado.

Su hilo de tuits ha logrado tener una gran repercusión en la red social con más de 3.300 compartidos y 6.000 me gusta.

El sanitario ha confesado que fue la serie de publicaciones en Twitter de un compañero suyo quien le abrió los ojos tras ver todo lo que estaba ocurriendo en Wuhan, Lombardía, Torrejón o Valdemoro. “Aún así creí que podríamos evitar tanto caos”, ha añadido.

En ese momento, cuando se dio cuenta de la realidad, ha reconocido que “ya era demasiado tarde” al tener ya encima “la tormenta perfecta”: “Cientos de pacientes llegando a la urgencia con insuficiencia respiratoria por neumonías bilaterales, EPIs insuficientes en muchos sitios y las UCIs llenando su capacidad en cuestión de una semana. Muy mala pinta”.

Velayo ha definido ver las urgencias aquellos días como algo “abrumador”.

“Se cerraron colegios, se declaró el estado de alarma y un confinamiento cada vez más estricto. Aplausos a las 8 y miedo. En el hospital empezamos a buscar cómo ampliar la UCI y como conseguir más camas de hospitalización”, ha proseguido.

El médico ha descrito que en esos días pasaron de tener una UCI de 10 camas a 48 tras ocupar la REA, el hospital de día quirúrgico y la urgencia de Ginecología. “En la hospitalización lo mismo: un hospital de 350 camas que llegó a tener 550 pacientes COVID ingresados al mismo tiempo”, ha narrado.

También ha continuado enumerando que se consiguieron respiradores para todas esas camas, se triplicó la plantilla de médicos de UCI contratando intensivistas e incorporando anestesistas y otros especialistas.

“Cada día en vez de un intensivista de guardia había 4 con tres refuerzos de tarde para poder atenderlo todo”, ha sentenciado.

Para que sea más visual ha colgado varios gráficos en los que se puede ver cómo las curvas de pacientes se dispararon en la Comunidad de Madrid en la segunda mitad del mes de marzo y la primera de abril.

Con los enfermeros también sucedió algo parecido, tal y como ha contado: “El despliegue de enfermería fue parecido incorporando a la UCI enfermería de todo el hospital y contratando gente nueva. En la urgencia un esfuerzo inmenso para poder atender el aluvión de pacientes que llegaban a diario y en las plantas algo parecido. La respuesta fue increíble”.

Ese trabajo en equipo tan descomunal le ha servido para afirmar que una de las cosas que le han merecido esta experiencia es “compartir todo ese trabajo con gente maravillosa que ha sido generosa en el esfuerzo y que ha estado sumando sin quejarse”.

“No ha sido una sorpresa, más bien una confirmación. Pero nunca olvidaré a esa gente”, ha reflexionado.

Velayos ha hecho una profunda reflexión de todo ese trabajo: “Nos ha permitido atender a casi 1600 pacientes que han estado ingresados en el hospital y de ellos a casi 100 pacientes en la UCI. Toca analizar los resultados y todo lo aprendido. Pero lo vivido va más allá de las cifras, ha sido una experiencia profesional dura como pocas”.

“Nunca había visto así un hospital, las urgencias tan sobrepasadas, las camas de UCI multiplicadas x4-x5 y llenas de pacientes tan graves, todos intubados y en prono. Nunca había visto una situación de excepción así a todos los niveles con lugares, máquinas y personal no habitual. Nunca había visto una sobrecarga de trabajo parecida. Con todo el personal al límite haciendo el doble de guardias, agotados y con unas condiciones de trabajo durísimas: los EPIs, el asilamiento familiar, el miedo al contagio. Hemos vivido muy lejos de nuestra zona de confort”, ha continuado.

“Hemos tenido que lidiar con decisiones muy duras y con una carga emocional y de estrés desconocida hasta ahora. Las familias han estado lejos de los pacientes y nosotros informando por teléfono en muchos momentos, viviendo despedidas y conversaciones que jamás podremos olvidar”, ha sentenciado.

Velayos se ha acordado de todas las personas que han estado confinadas y que ahora van a sufrir la crisis económica, así como de los mayores que se encuentran en residencias de ancianos.

“Son los verdaderos protagonistas de todo esto: los pacientes y sus familias, los que han fallecido y los que han sobrevivido para recuperarse de las secuelas mientras la sanidad, la economía y la vida vuelven a la normalidad”, ha relatado.

El doctor ha destacado los cambios que se van a producir a raíz de esta crisis: “En estos dos meses nuestro mundo ha cambiado y quizá ya no vuelva a ser lo mismo. En mi hospital se están organizando dobles circuitos para atender a pacientes COVID y No COVID, con dos UCIs y tratando de estar preparados para que no vuelva a suceder algo parecido. En la conciencia de cada uno se queda lo que haya hecho, sus motivaciones, sus quejas y su compromiso. Algunos claramente han estado a la altura de esta situación. Otros no”.

Además, ha terminado mandando un mensaje a la población y a la clase política: “Será importante que de todo esto aprendamos algo y que seamos coherentes con lo vivido y con lo aplaudido. Pero no olvidemos lo que ha pasado. Que nadie nos mienta. No dejemos que alguien nos haga un relato interesado y que convierta las víctimas en votos. Es verdad que toca desescalar el confinamiento y toca hacerlo bien. Y depende de todos. Depende de la responsabilidad de cada uno”.

“Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla Yo no me voy a olvidar... ¿Y tú?”, ha concluido.