La tecnología española aterriza en Marte

La tecnología española aterriza en Marte

El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, resalta la participación de España en la llegada del rover Perseverance al planeta rojo.

El robot Perseverance de la NASA.NASA

Este jueves, la tecnología española aterrizó en Marte. Otra vez. El rover Perseverance analizará la atmósfera marciana gracias a la estación meteorológica MEDA, la tercera que tenemos en el planeta rojo, un récord mundial que debemos agradecer en buena medida al liderazgo del Centro de Astrobiología y el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial. Con ellos, en una cooperación ejemplar entre las instituciones públicas y el sector privado, han colaborado en la fabricación de la estación empresas como Alter Technology, Ramem o Crisa.

Además, investigadores del Instituto de Geociencias han participado en el instrumento SuperCAM, que analizará las rocas y el suelo de Marte en busca de indicios de vida presente o pasada; y las empresas Sener y Airbus han colaborado en el diseño y la fabricación de las antenas que permiten a Perseverance comunicarse con la Tierra. Es emocionante ver cómo las personas que hacen ciencia e innovación en España son capaces de realizar aportaciones clave en una de las aventuras más fascinantes de la humanidad.

Es emocionante ver cómo las personas que hacen ciencia e innovación en España son capaces de realizar aportaciones clave

Los éxitos de la exploración espacial nos han acostumbrado a ver como normales gestas extraordinarias. El equipo internacional de científicos e ingenieros liderados por la NASA ha sido capaz de colocar intacto sobre Marte, a más de 200 millones de kilómetros de distancia, un vehículo de una tonelada de peso cargado de instrumentos de altísima tecnología. Hace poco más de un siglo, una fracción ínfima del tiempo transcurrido desde la aparición de nuestra especie, aún no contábamos con aparatos eléctricos.

En misiones como esta, la tecnología se pone al servicio de profundas cuestiones existenciales. El hallazgo de rastros de vida, aunque sea pasada, tendría un impacto considerable en la percepción de nuestro lugar en el cosmos. La búsqueda de vida extraterrestre será uno de los grandes alicientes para la ciencia en las próximas décadas y Marte sigue siendo el lugar más prometedor en esa búsqueda.

Pero la llegada a Marte de esta misión no ha de verse solo como un esfuerzo por encontrar respuestas a preguntas alejadas de nuestra vida diaria. La exploración espacial es una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de científicos e ingenieros y requiere llevar al límite nuestro ingenio. Poner a mentes brillantes ante retos ilusionantes siempre acaba produciendo beneficios tangibles. Por dar un ejemplo, los esfuerzos de la NASA para colocar potentes y diminutas cámaras en las sondas lanzadas para explorar el espacio hicieron posible las cámaras en miniatura de los móviles que todos llevamos encima.

Este triunfo debe ser un acicate para incrementar nuestra apuesta por la ciencia y la innovación

El éxito de Perseverance y de los instrumentos aportados por instituciones de investigación y empresas innovadoras españolas debe ayudarnos también a librarnos de cierta falta de confianza en nosotros mismos. Hemos demostrado capacidad para estar entre los mejores y este triunfo debe ser un acicate para incrementar nuestra apuesta por la ciencia y la innovación. Debemos mejorar la inversión en ciencia y los instrumentos para gestionarla, y necesitamos que esos cambios se mantengan en el tiempo. Es necesario un pacto por la ciencia y la innovación que comprometa a todos los partidos políticos en estas reformas.

Tenemos por delante años fascinantes de exploración: pronto la nave europea estará allí también. Como sociedad debemos hacer lo posible por estar en la frontera del conocimiento, en esto y en todo lo demás. En esa frontera nos veremos obligados a dar lo mejor de nosotros mismos y con ese esfuerzo construiremos una sociedad más próspera y más justa. Sin duda, enviar un vehículo a un planeta remoto nos acerca a ese objetivo.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Pedro Duque (Madrid, 1963) es el primer astronauta español. Ingeniero Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid (1986). Es responsable de revisión de proyectos futuros de la Agencia Espacial Europea (ESA) para vuelos tripulados y mantiene las calificaciones para poder volver al espacio en el futuro. Fue Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1999 junto con los astronautas Chiaki Mukai, John Glenn y Valery Polyakov. En mayo de 1992, fue seleccionado para formar parte del Cuerpo de Astronautas de la ESA con base en el Centro Europeo de Astronautas (EAC) en Colonia (Alemania). En agosto de 1993, inició la preparación para la misión conjunta EUROMIR 94. En julio de 1996, fue elegido por la ESA como Ingeniero de Vuelo del Transbordador de NASA. Voló por primera vez al espacio como miembro de la tripulación del vuelo STS-95 del Transbordador Espacial, en una misión científica conjunta de la NASA, la ESA y la Agencia japonesa (NASDA). Durante los años 2002 y 2003, se preparó como copiloto (ingeniero de vuelo) para Saiús-TMA, obteniendo dicha calificación en abril de 2003. Del 18 al 28 de octubre de 2003, participó en la misión "Cervantes". En esta misión de diez días a la Estación Espacial Internacional, ocupó el puesto de ingeniero de vuelo de las nave Saiús-TMA para el despegue y aproximación (junto con la octava tripulación permanente) y para el aterrizaje (junto con la séptima). Después de su último vuelo espacial la Agencia Europea del Espacio envió a Duque como director de Operaciones del Centro Español de Apoyo a Investigadores y Operaciones para la Estación Espacial, adscrito al Instituto de Microgravedad Ignacio da Riva de la Universidad Politécnica de Madrid. De 2006 a 2009, fue presidente ejecutivo de la empresa Deimos Imaging, S.L., dedicada a la explotación de datos obtenidos por satélites de observación de la tierra. El 29 de Julio de 2009 el satélite Deimos-1 se convirtió en el primero español de observación. En octubre de 2011, retornó a la Agencia Espacial Europea. Actualmente es Ministro de Ciencia e Innovación.