Mi camino hacia el teatro metafísico

Mi camino hacia el teatro metafísico

Este enfoque viene supeditado a un trabajo de investigación destinado a descubrir claves, no inmediatamente evidentes.

.Javier Alcina.Diana Redrovan

Mis andanzas en el teatro se remontan a 1994. Mi entrenamiento comenzó en el Conservatorio de Arte Dramático de Sevilla y, poco después, en Londres. Allí seguí actuando y aprendiendo en diferentes estudios de interpretación como el Lee Strasberg Institute, hasta que en 1997 conseguí una de las codiciadas plazas en la distinguida Guildhall School of Music & Drama, donde conocí a mi mentor y maestro, Vasili Skorik. Con él comencé mi trabajo en Los Diálogos de Platón, comenzando así el camino hacia lo que hoy denomino Teatro Metafísico. Tras graduarme, comencé a trabajar en televisión para productoras como la BBC, pero mi interés seguía siendo la exploración teatral.

En 2001 conseguí el premio internacional teatral Fox Fellowship que otorga la William & Eva Fox Foundation y que gestiona el Theatre Communications Group (TCG) de los Estados Unidos. Este premio me abrió las puertas a continuar mi trabajo en Rusia y en Francia, así como a colaborar con uno de los grandes genios del Teatro, Anatoli Vasiliev. He continuado aprendiendo y trabajando internacionalmente durante 25 años en el teatro, televisión, cine y el mundo del doblaje. He tenido la fortuna de hacerlo viviendo en diferentes países como España, Inglaterra, Rusia, Francia, Italia, China, Marruecos y, durante los últimos años, en Estados Unidos, donde acabo de recibir una plaza como actor y director en el Edgemar Center for the Arts, que incluirá una vez más mi trabajo en Los Diálogos de Platón. También he recibido un puesto como profesor de diferentes técnicas de interpretación en el Michelle Danner Acting Studio; oportunidad que valoro enormemente para poder compartir todo cuanto he venido aprendiendo hasta ahora. 

El enfoque metafísico viene supeditado a un trabajo de investigación destinado a descubrir claves, no inmediatamente evidentes al lector.

Pero, ¿en qué consiste el teatro metafísico? Cuando comencé mi trabajo con Los Diálogos de Platón, usamos el texto filosófico como material teatral, resaltando su estructura dramática mediante el juego teatral, en vez de abarcarlo de un modo puramente académico, racional e intelectual. El resultado nos sorprendió a todos. Eran increíblemente entretenidos y, en ocasiones, extremadamente cómicos. El enfoque metafísico viene supeditado a un trabajo de investigación destinado a descubrir claves, no inmediatamente evidentes al lector. Se encuentran ocultas, como tesoros dentro de una pirámide. Gemas, a menudo, inadvertidas por el autor de la obra. Usando la analogía de Sócrates, gracias a las caprichosas musas que, de algún modo, dan luz a geniales obras de arte. Los Diálogos de Platón son un material ideal para este enfoque teatral. Pero dicho proceso no se limita a estos textos. Durante todos estos años, he llegado a comprender en qué ocasiones funciona y el por qué. El método metafísico funciona principalmente en obras clásicas que han sobrevivido al paso del tiempo. Dichas obras han demostrado contener elementos universales difíciles de predecir o preparar a la hora de escribir cualquier texto. Del mismo modo, el proceso metafísico no está limitado a obras clásicas. Digamos que funciona especialmente con obras que poseen ese carácter universal. He podido comprobar que funciona igualmente en las obras de Chejov o Shakespeare, así en como textos literarios de Pushkin, Bulgakov u Oscar Wilde.

Quisiera resaltar que esta propuesta dramática no propone una fórmula de plantilla a repetir. Cada obra posee semillas diferentes, generando un diálogo y una propuesta acorde a las leyes universales implícitas en el texto. Del mismo modo, el hecho de encontrar algunas de esas semillas, no significa que sean las únicas. Indiferentemente del éxito de una propuesta teatral, no hemos de caer en la trampa de asumir que dicha propuesta es la única correcta. Encontrar una de las joyas de la pirámide no indica que sea la única. También es necesario recalcar que dicha búsqueda es una exploración en común. Los resultados pertenecen a toda la compañía: actores, técnicos, directores y asistentes de toda índole. El papel esencial del director no es sólo guiar sino saber escuchar, percibir e incorporar las aportaciones apropiadas del resto de la compañía. Es impredecible saber a quién visitarán las musas.

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