Milena Smit: "Si en el colegio aprendemos a sumar, no entiendo por qué no a enfrentar la ansiedad"

Milena Smit: "Si en el colegio aprendemos a sumar, no entiendo por qué no a enfrentar la ansiedad"

La actriz de 'Madres paralelas', la película de Almodóvar, tuvo "fobia social": “Hay mucha falta de educación emocional”.

Milena Smit en la alfombra roja de 'Madres Paralelas' en el Festival de cine de Venecia.Elisabetta A. Villa via Getty Images

Milena Smit sabe de lo que habla cuando lamenta no entender “por qué si en el colegio aprendemos a sumar, no nos enseñan cómo enfrentar un ataque de ansiedad”. La actriz vive a sus 24 años el boom de la fama a la que le ha llevado ser chica Almodóvar, pero hasta que el manchego se fijó en ella su vida no fue precisamente fácil, como confiesa en una entrevista en la revista Glamour.

Antes de Madres paralelas, este mismo año, la nominaron a los premios Goya a Mejor actriz revelación por su papel en No matarás, película que coprotagonizó con Mario Casas. “Estaba trabajando en la recepción de un hotel cuando recibí un mensaje en Instagram del director de casting. No tenía ni idea de interpretación (...) Por primera vez tenía una vocación; hasta entonces no había querido estudiar porque no tenía ni idea de qué quería hacer con mi vida”, cuenta.

Smit aborda sin tapujos el tema de la salud mental. “Hay mucha desinformación y falta de educación emocional”, subraya, al tiempo que revela que la primera vez que sufrió un ataque de ansiedad pensó que le “estaba dando un infarto”. Además, explica una realidad que a día de hoy es mucho más latente en la sociedad: “Cada vez hay más casos de depresión, ansiedad o trastornos (...) Tenemos mucho que mejorar como sociedad”.

La alicantina se coloca delante de la cámara a corazón descubierto, pero confiesa ser “muy tímida”. Tanto que hubo una época en la que tuvo “fobia social”. Le ha “costado generar vínculos por circunstancias de la vida”, añade, y aunque su imagen sea la de una joven “dura y fuerte que impone”, en realidad es “un bebé”.

Eso, en parte, también tiene que ver con ese pasado que relata. “Antes me sentía más vinculada a ese carácter: oscura, hacia dentro, mucho caos”. Ahora, Milena Smit ha logrado reconciliarse consigo misma. “A veces la vida te hace mantenerte más rígida, con caparazones para que no te hagan daño. Desprenderte de eso resulta liberador”, sentencia.

Por fin se han cumplido sus sueños, incluso “antes de tenerlos”. Aunque no se refiere a pasear por alfombras rojas, como en el Festival de Venecina, sino a esa vocación que ha encontrado, de la que disfruta. Porque para ella, él éxito no es lo lejos que pueda llegar como actriz, “sino llegar a casa” y ser ella misma: “Que mi gente no me trate como una extraña. Soy la de siempre, la más callejera. Lo que más me gusta es un parque, unas pipas, una cerveza... Vas superando etapas en la vida, pero la esencia no se pierde”.