Oportunidades en América Latina para las compañías españolas de energías renovables

Oportunidades en América Latina para las compañías españolas de energías renovables

Nunca antes se había apoyado tanto la transición del uso de energías tradicionales a otras de alternativas mucho más respetuosas con el medio ambiente.

Ha sido solo en los últimos años que España se ha situado en la cabeza de la industria de las energías renovables. Nunca antes se había apoyado tanto la transición del uso de energías tradicionales a otras de alternativas mucho más respetuosas con el medio ambiente. En 2015, por ejemplo, el “impuesto al sol” promovido por el gobierno de Mariano Rajoy ponía trabas a aquellos que querían generar energía solar para el autoconsumo. 

Con la llegada a Moncloa de Pedro Sánchez, se ponía punto final a este gravamen, facilitando así el uso tanto individual como colectivo de una de las fuentes de energía más sostenibles que existen. La firme apuesta del gobierno socialista por el ecologismo se concreta también en el plan para llevar a España hacia una economía descarbonizada en 2050. A todo ello hay que sumarle las nuevas oportunidades que se le abre a la industria española en el mercado latinoamericano.

  Energía renovables

Este contexto favorecedor también abre las puertas de la industria de energías renovables a pequeños inversores que hasta ahora ni se planteaban invertir parte de sus ahorros en el sector energético. Existen plataformas para invertir online como eToro que están fomentando precisamente las inversiones en energías limpias, sobre todo a través de las adquisiciones de materias primas usadas como fuentes energéticas. Además, esta plataforma nos permite empezar invirtiendo una cantidad mínima de 200 euros, lo cual facilita su uso.

¿Pero qué empresas españolas de energías renovables ya se están abriendo camino en América Latina y que otras podrían estarse planteando dar finalmente el salto? Es importante primero que conozcamos cómo de diferentes son ambos mercados. Tanto uno como otro están demostrando su compromiso con las energías generadas por fuentes sostenibles. Chile, México, Brasil y Argentina lideran la energía solar en Latinoamérica, y la eólica se encuentra en expansión.

En España, en cambio, la energía eólica es la que más predomina, y de hecho nuestro país se encuentra entre los primeros productores a nivel mundial. Parece que en el futuro eso seguirá siendo así gracias a los 385 millones de euros que el Banco Europeo de Inversiones ha invertido en el grupo Alfanar para la construcción de 21 plantas eólicas más en varios puntos de la península. Los parques se repartirán en Andalucía, Asturias, las dos Castillas, Galicia y Navarra.

  Energías renovables

Con la crisis económica de 2008, muchas empresas no tuvieron otro remedio que buscar clientela fuera de España. Esto también ocurrió dentro de la industria de las energías renovables y algunas compañías vieron en América Latina el mercado perfecto para invertir y hacer beneficio a largo plazo. Argentina, por ejemplo, tiene una reserva de energía eólica más importante que España y se sitúa en segundo lugar en energía solar, mientras que Venezuela lidera las reservas de petróleo.

Con eso en mente, no extraña que Latinoamérica haya sido un objetivo para las empresas energéticas españolas. Además, se calcula que, debido al aumento demográfico pronosticado y a un mayor uso de dispositivos electrónicos, el consumo de electricidad en esa región crecerá en un 80% en 2030 respecto a aquel de 2011. Esto dibuja un futuro más que esperanzador para compañías que quieran seguir los pasos de la Asociación Empresarial Eólica, la primera en hacerlo en 2009.

El presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, definió recientemente Latinoamérica como una “potencia energética emergente” y una región del planeta “clave en la gobernanza climática global”. Tampoco dudó en remarcar la importancia de los países latinos para las empresas españolas, sobre todo poniendo énfasis en ese aumento de la demanda energética que mencionábamos anteriormente y en cómo España puede contribuir.

A principios de este mes de diciembre, varias asociaciones de energías limpias de España y varios países de América Latina se comprometieron a colaborar para impulsar conjuntamente el uso de las energías renovables. Este compromiso se concretará en la firma del Acuerdo Marco, que establecerá las pautas de colaboración entre las instituciones firmantes con el objetivo de mejorar las condiciones técnicas y la competitividad en este sector.

  Energías renovables

Pero el sector de las renovables español no solo mira a América Latina. Hay otros países del continente en los que empresas del nuestro país tienen mucho que decir. Es el caso de Estados Unidos, donde compañías como Iberdrola, Acciona, Elecnor, Abengoa o el Grupo ACS han desarrollado importantes proyectos energéticos en los últimos años. Por ejemplo, Iberdrola construyó la primera planta eólica en Carolina del Norte que ahora proporciona energía a 60.000 hogares de la región.

Las medidas que España está implantando para llegar a esa economía descarbonizada que le están poniendo las cosas un poco más fáciles a los inversores en energías renovables se enmarcan en la legislación de la Unión Europea. Esta ha obligado a sus estados miembro elevar el uso de energías renovables al 32% para 2030, mientras que espera de ellos que mejoren la eficiencia energética en un 32,5% antes del 2023. 

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De forma similar, nueve países latinoamericanos (Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Perú y la República Dominicana) se han unido para conseguir colectivamente la meta de que el 70% de la energía usada en el año 2030 sea renovable, más del doble que la UE. Como prioridad, las naciones firmantes del acuerdo deberán implantar energías renovables consideradas “viables”, como la eólica o la biomasa solar.

Aunque las especificaciones de las metas de unos y otros no sean iguales, está claro que comparten un mismo objetivo: deshacerse paulatinamente de las energías contaminantes en favor de alternativas más sostenibles. Es por esto que no cabe duda de que España y América Latina seguirán colaborando a corto y a largo plazo. Las empresas españolas pueden confiar en que el mercado latinoamericano resultará siempre una buena idea para expandir su negocio.